Maximiliano Olivera, jugador de Peñarol, habló en el programa “Punto penal” (Canal 10) del bajo rendimiento colectivo en el triunfo ante Deportivo Maldonado, comentando que “fue un mal partido”.
“No hicimos nada de lo planificado. No encontramos los circuitos de juego que tuvimos -más que nada en el primer tiempo- contra Defensor. Se cerraron bien, plantearon bien dos líneas de cuatro y nos empezaron a presionar en tres cuartos de cancha. Los centrales y uno de los dos volantes que bajaba a recibir la pelota intentábamos darle salida al equipo y no encontrábamos esos pases que en anteriores partidos sí lo hacíamos. El equipo no se encontró, empezó a fallar, a estar impreciso, y sinceramente creo que en lo futbolístico fue el peor desde que estoy jugando en Peñarol. Lo más rescatable es que, a pesar del mal partido, pudimos ganar igual y llevarnos los tres puntos”, comentó Olivera.
El futbolista aurinegro también fue consultado por cómo el equipo se tiró atrás en la cancha, permitiéndole a Deportivo Maldonado jugar más cerca del arco custodiado por Guillermo De Amores, y generar varias chances de gol, que no pudieron aprovechar. Olivera señaló que esto no era algo que buscara el entrenador, Darío Rodríguez. “En ningún momento Darío nos da el mensaje para adentro de la cancha para que nos empecemos a tirar atrás”, expresó. Además, si bien reconoció que fue algo que también se dio en el partido anterior contra Defensor Sporting, dijo que en ese caso la situación fue distinta, ya que buscaron “esperar un poco más atrás para recuperar la pelota en tres cuartos de cancha y salir rápido para cerrarle los circuitos al rival, y eso hizo que empezaran a crecer y hacer cosas que no venían haciendo”.
A su vez, expresó que “cuando el equipo empieza a meterse atrás a cuidar el resultado, el técnico tiene que tomar decisiones”, como ante los violetas, que Rodríguez sumó un tercer defensa central para defender mejor el área. Ante el elenco fernandino, en cambio, para Olivera se trató de que no supieron encontrar circuitos de juego. “Cuando teníamos la pelota no nos encontrábamos entre nosotros, terminábamos lanzando mal. Cuando lanzábamos bien a Matías [Arezo], quedaba muy lejos de la zona del mediocampo y mucho más de la zona defensiva nuestra. Quedó un equipo largo y ahí fue que cada pelota lanzada al espacio era una pérdida y otra vez volver a retroceder. No pudimos hacer cuatro o cinco pases que ayuden al equipo a avanzar contra Deportivo”, indicó.
Olivera fue amonestado en el primer tiempo, y se refirió a si sintió que esto podía condicionar que saliera a jugar el complemento, o que fuera sustituido. “Podía ser, porque cuando vamos al entretiempo, cuando vi que los cambios eran [Yonatthan] Rak y Valentín [Rodríguez], dudé un poco, pero después no se dio. Uno tiene la experiencia para jugar con amarilla, pero sabe que ante cualquier falta o secuencia de faltas tontas, podés dejar al equipo con diez y perdés el partido. En eso tuve que ser inteligente, manejar los tiempos y la marca contra un rival muy difícil como Hernán Toledo, a quien conocía de haber entrenado y jugado con él [en Fiorentina de Italia]. Traté de llevarlo de la mejor manera, me complicó un poco y eso de la amarilla hace que uno en la marca, a veces, no arriesgue tanto por miedo a recibir la segunda”, comentó.