Maximiliano Olivera, uno de los principales referentes del plantel de Peñarol, habló en Radio Sport 890 AM, donde se refirió a lo que dejó el clásico ante Nacional y del presente del equipo aurinegro.
“Un primer tiempo que no fue bueno en lo futbolístico, fallamos en la tenencia de pelota y en los circuitos que habíamos entrenado en esos pocos días de entrenamiento. En el segundo mejoramos, encontramos más llegadas, y en el final terminamos con las acciones más claras. Lo pudimos haber liquidado y no se dio. La realidad es que salimos siempre a ganar los partidos y buscarlos, pero se dio así, que en el arranque no encontramos la salida y nos empezamos a meter atrás porque no encontrábamos los pases, recuperaban y nos complicaban. A pesar de eso, se dio esa chance de Javier Cabrera que tapó su arquero. De todas maneras lo tuvimos bastante controlado en defensa más allá de algunas jugadas específicas. En el segundo jugamos más, leímos mejor el trámite y eso cambió la dinámica”, comentó Olivera.
El zurdo siguió analizando el encuentro ante Nacional, asegurando que el equipo mostró aspectos importantes teniendo en cuenta los pocos dísa de trabajo, y resaltó el gran desgaste físico que tuvo Peñarol a lo largo del partido.
“Quizás tuvimos un primer tiempo que no fue bueno en lo futbolístico, fallamos en la tenencia de pelota y en los circuitos que habíamos entrenado en esos pocos días de entrenamiento. En el segundo mejoramos, encontramos más llegadas, y en el final terminamos con las acciones más claras. Lo pudimos haber liquidado y no se dio. La realidad es que salimos siempre a ganar los partidos y buscarlos, pero se dio así, que en el arranque no encontramos la salida y nos empezamos a meter atrás porque no encontrábamos los pases, recuperaban y nos complicaban. A pesar de eso, se dio esa chance de Javier Cabrera que tapó su arquero. De todas maneras lo tuvimos bastante controlado en defensa más allá de algunas jugadas específicas. En el segundo jugamos más, leímos mejor el trámite y eso cambió la dinámica. Estuvimos para llevarnos el partido, creo que hasta lo merecimos nosotros. No tuvimos jugadas en contra con 10 en cancha, pero hubo un gran trabajo de su arquero. Con los cambios y los jugadores rápidos que teníamos estuvimos cerca”.
Con respecto al presente del equipo, a lo que mostraron en los primeros dos encuentros amistosos del año y a la llegada de incorporaciones, Maxi Olivera aseguró que el plantel continúa en construcción, pero que van por el camino correcto.
“Aún son pocos días de trabajo y los jugadores van llegando de a poco. Hay que tener paciencia y seguir entrenando duro. Me quedo con la ganas de los que llegaron y de revertir la situación de los que estamos desde antes. En el clásico, a pesar de ese primer tiempo, todos corrieron, metieron y físicamente se vio un equipo mucho mejor que antes. Hay que seguir creciendo, ajustar los controles, los pases, y para eso hay que esperar el correr de los partidos”, aseveró.
Consultado por lo que sigue sufriendo Peñarol en defensa con los envíos cruzados en largo, el zaguero y lateral izquierdo aseguró que es una situación que los mantiene preocupados.
“Nos preocupa muchísimo y me vi afectado directamente en algunos de ellos. Es algo que lo trabajamos, pensamos, pero hay que seguir ajustando. Es una milésima de segundo que uno pierde una marca o te anticipan, y eso pasó el otro día. Tenemos que estar más atentos y con mayor disciplina, porque es algo que venimos sufriendo”.
“No hemos hablado específicamente de posiciones, sí de cómo quiere que juguemos, su idea. Lo único que quiero es el bien para Peñarol y mientras el técnico me vea apto, me acomodaré a lo que me pida”.
Finalmente, Olivera se refirió al picante cruce que tuvo en el clásico con el ex Peñarol, Ruben Bentancourt, aunque buscó quitarle importancia asegurando que son situaciones de partido.
“Son cosas que quedan en la cancha, situaciones que a veces pasan por comentarios que se hacen para que otro reaccione, pasa y se dio en las finales como en otros partidos. No le damos mayor importancia, más allá del momento. Somos personas grandes que lo solucionamos entre nosotros y sabemos lo que uno puede decir y no, cada uno va a defender lo suyo. Fueron jugadas puntuales, y después puede salir algún dicho sobre las finales o de su pasaje por Peñarol, cosas que uno busca para sacar al otro. Todo lo que pasa es por cosas dentro de la cancha y ahí se acaba. Si me quedo con ganas de decirle algo a alguien, consigo el número y lo llamo”, sentenció.