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La carta de Maxi Olivera ante la muerte de Izquierdo: "Nos golpea como un eco doloroso. Juan era uno de los nuestros"

“No hay camiseta que valga cuando la tragedia irrumpe”, subrayó uno de los capitanes de Peñarol ante el fallecimiento del jugador de Nacional. 1950foto

Maximiliano Olivera, uno de los capitanes de Peñarol, escribió este jueves una sensible y reflexiva carta ante la muerte de Juan Izquierdo, futbolista de Nacional.

El jugador de 32 años manifestó en un texto publicado en una historia de Instagram: “En Uruguay, donde el fútbol es una extensión del alma, la muerte de Juan Izquierdo nos golpea como un eco doloroso. La pelota se apaga y lo único que queda es un silencio profundo, imposible de llenar”.

Juan era uno de los nuestros. Detrás del atleta, estaba un ser humano que sentía, soñaba y sufría. No hay camiseta que valga cuando la tragedia irrumpe, arrebatándonos a alguien que ayer corría como si fuera invencible”, subrayó Olivera ante la repentina muerte de Izquierdo a los 27 años.

El jugador de Peñarol agregó: “En este paisito, donde nos conocemos todos, su muerte no es solo una tragedia familiar, es una herida colectiva. Aunque vivamos en rivalidad, al final, somos uno. Cuando uno de nosotros cae, lo sentimos como propio”.

“Nos abrazamos en el dolor, porque en estos momentos, los colores se disuelven. Lo único que queda es la certeza de que la vida es breve, frágil, y nada está garantizado, ni siquiera para quienes parecen estar en la cima del mundo”, remarcó.

Olivera también destacó que ‘Juan no solo era un futbolista, era una persona que dejó su huella en los que lo conocieron. Lo que queda no son sus títulos, sino los momentos compartidos, las palabras y las sonrisas que jamás se borrarán’.

“Su partida nos obliga a mirar más allá del campo de juego. Al final del día, lo que realmente importa no son los trofeos ni las victorias, sino la vida, los amigos, y los vínculos que formamos”, indicó el futbolista formado en Wanderers.

Y concluyó: “Esa es la lección más dura: más allá de cualquier gloria efímera, lo único que queda es la humanidad que compartimos. En la vida y tristemente, en la muerte. Fuerza a toda su familia. Que en paz descanses, Juan”.