En su despedida de la Selección de Uruguay, Luis Suárez dejó para el final los agradecimientos y reconoció todo lo que hicieron los funcionarios, los entrenadores y sus compañeros.
Pero primero recordó a su esposa Sofía la que dedicó palabras entre lágrimas: “Primero mi mujer que se come todos mis errores (llanto), la que aguanta todo, tanto lo bueno como lo malo pero en los malos momentos está siempre. Siempre apoyando, seguramente hoy me lleve otro rezongo porque lloré, pero es imposible no hacerlo. Siempre dice las cosas ciertas”, comenzó diciendo el delantero.
Posteriormente expresó: “Ella (su esposa) sabe lo que fue el Maestro (Tabárez) para mí, todo su cuerpo técnico, fueron personas muy importantes. El otro día hablé con el profe Herrera y me terminó cortando porque se puso a llorar y eso me lo llevo. Hoy lo veía a Minguta (utilero de la Selección) ahí sentado y no podía creerlo que siga ahí y con la carita con la que me miraba hoy (se vuelve a emocionar) una persona que hace un trabajo que no lo ve la gente. Aldo, también ahí. María, gente que está en el día a día”.
Entre sus compañeros destacó: “Y después tuve grandes compañeros, el Loco (Abreu), Diego Forlán, y dos capitanes que me hacían sentir importante como la Tota (Diego Lugano) y Diego Godín que sabían que yo no era capitán pero me hacían sentir capitán dentro de la cancha”.
Y terminó diciendo: “Esto era algo que yo quería cerrarlo y me pidió el corazón cerrarlo de la manera que yo quisiera y no que la decisión la tomen otras personas. Nadie me va a quitar lo que hice, lo que represento para mi país no me lo va a quitar nadie. No me puedo quejar para nada”.