El Contador no se quería equivocar. No conocía a Pablo Javier Bengoechea. Las dudas lo invadieron cuando el técnico Gregorio Pérez le propuso contratar al 10 para iniciar la reconstrucción de un Peñarol que venía de ser golpeado por su eterno rival. Y por tal motivo, le propuso a Pablo firmar un contrato por tres meses. Una prueba. Tan increíble como real. Así llegó el 10 que se terminó transformando en ídolo del club y que hoy cumple 60 años.
Pablo Javier Bengoechea nació el 27 de junio de 1965 en la ciudad de Rivera. Sus primeros pasos en el fútbol grande los dio en el Oriental de su ciudad natal. Allí lo reclutó Wanderers que no dudó en hacerlo bajar a la capital.
Luego de dos temporadas y media en los bohemios emigró a España para enrolarse en Sevilla donde jugó de 1987 a 1992, año en que volvió al continente para fichar por Gimnasia y Esgrima La Plata.
Allí se encontró con Gregorio Pérez como entrenador. Bengoechea debutó en setiembre de 1992 en un partido que Gimnasia le ganó 2-0 a Independiente en su vieja cancha de El Bosque. Para la revista Solo Fútbol, Bengoechea fue la figura del partido. “Tenía expectativas por mi debut en el fútbol argentino y afortunadamente me sentí cómodo. Además, había visto lo que significaba el apoyo de esta hinchada y no quería defraudarla. Lo único que lamento es que no me permitieron fichar para la (Copa) Conmebol”, dijo el jugador uruguayo luego de su debut.
Peñarol: de tres meses al quinquenio
En los primeros días de 1993 Gregorio Pérez fue contratado como nuevo entrenador de Peñarol y comenzó con el armado del plantel. La primera gestión fue confirmar a José Batlle Perdomo, volante al que Gregorio le dijo que lo necesitaba. Y luego fue por Pablo Bengoechea.
Era febrero de 1993 cuando Pablo llegó al despacho del Contador Damiani, presidente del club, para cerrar el acuerdo. Bengoechea quería jugar en Peñarol, pero el presidente estaba condicionado económicamente, por la situación del club. La sorpresa fue grande para el riverense y la propuesta inesperada: un contrato de tres meses para ver qué pasaba. ¡Tres meses de prueba para Bengoechea!, según se revela en el libro Quinquenio (Ediciones B).
“Como quería cumplir el sueño y no pensaba quedarme mucho tiempo, arreglamos así. La explicación que me dio el Contador fue que el mío era un contrato importante y no quería equivocarse. Quería ver cómo me adaptaba al club, quería apostar. Me quería conocer en esos tres meses. En definitiva, era una prueba para los dos, para Peñarol y para mí. Sabía que debía adaptarme en un equipo que llevaba muchos años sin salir campeón, además el Contador no me conocía a mí y tampoco yo a él”, reflexionó Bengoechea en el referido libro.
El martes 9 de febrero de 1993 a las 8 de la mañana, con solo 28 años y en plena vigencia futbolística, iniciaba un ciclo que duraría una década en Los Aromos.
Bengoechea se transformó en ídolo de Peñarol al punto tal de ser uno de los principales protagonistas del quinquenio obtenido entre 1993 y 1997. A ello sumó los Campeonatos Uruguayos de 1999 y 2003.
La trayectoria de Bengoechea incluye 43 partidos con la camiseta de Uruguay donde fue protagonista en las obtenciones de la Copa América en Argentina 1987, marcando el gol del triunfo en la final ante Chile, y en la de 1995 donde aportó un golazo de tiro para igualar el juego ante Brasil y forzar la definición por penales donde la Celeste se coronó campeón.
