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Desde el Centenario: Peñarol y su primera Copa AUF Uruguay

MONTEVIDEO --- “Pero además de lo que puede haber sumado, hubiera restado mucho haber perdido, era más lo que podía restar si el equipo no ganaba”, definió Diego Aguirre respecto a la final de la Copa AUF Uruguay 2025 de su Peñarol ante Plaza Colonia jugada este miércoles en el Estadio Centenario.

Cuando un equipo sale campeón las emociones que se expresan son de felicidad, satisfacción y hasta de vacío. En pocos clubes en el mundo predomina la sensación de alivio. Sucede con algunas instituciones y el alivio aún es mayor en determinado contexto.

El entorno de Peñarol esta semana es uno de los mejores ejemplos en este sentido. Tanto, que al finalizar el partido ante Plaza (triunfo por 2 a 0), la hinchada no cantó el ‘Dale, campeón’, sino que incluso enfatizó el valor del encuentro del próximo fin de semana ante Defensor Sporting (‘¡El domingo, cueste lo que cueste! ¡El domingo tenemos que ganar!) para así ganar el Torneo Clausura y llegar a la definición del Campeonato Uruguayo 2025.

Tras la derrota ante Cerro el sábado pasado, y un nuevo bajo rendimiento del equipo, los dirigidos por Diego Aguirre necesitaban volver a encontrarse con su público (literal ante la imposibilidad de la presencia de sus hinchas en el Tróccoli, y metafóricamente frente a las dudas provocadas por nivel y resultados).

Ignacio Sosa abrazando a cada uno de sus compañeros antes de comenzar el partido pareció graficar esa necesidad de juntarse en el juego y apoyarse en los propios para sacar adelante un momento delicado y superar un equipo replegado y tácticamente inteligente como lo ha sido Plaza Colonia.

En el inicio, Peñarol controló la pelota y casi que monopolizó las oportunidades de gol. El remate cruzado de Maxi Silvera, un disparo alto de Matías Arezo y los tiros libres de Leo Fernández entusiasmaban a los hinchas carboneros, mientras que los patablancas debían conformarse con los laterales que intentaban reconvertirse en tiros de esquina y apuntar a algunas deficiencias aurinegras en el juego aéreo.

A la media hora de juego, el equipo de Diego Aguirre comenzó a buscar demasiado en largo a sus atacantes, Jaime Báez no influía por derecha y parecía no ser solución que Arezo (que a los 39’ no pudo capitalizar un buen pase de Fernández) y Silveira se turnaban para ser el volante/extremo por izquierda del equipo.

Para el segundo tiempo, los ingresos de Pedro Milans y Stiven Muhlethaler buscaron darle a Peñarol más juego por banda y así no caer en el embudo coloniense. El puntero derecho se fue hacia la izquierda, y Leo cayó sobre la derecha.

El pibe Muhlethaler levantó a la tribuna con sus desfachatez a la hora de encarar, buscó, pidió y recibió varias infracciones, y así Peñarol crecía en volumen de juego en cancha y de aliento en tribuna, hasta llegar al pico del grito de gol al minuto 63, con el remate de Fernández que pegó en el palo y, tras rebotar en la espalda de Guillermo Reyes, se convirtió en el 1 a 0.

Peñarol fue en busca del segundo; Arezo tuvo las oportunidades más claras, pero no pudo vencer en el duelo a Reyes, por lo que el 2-0 vino en los pies del argentino Eric Remedi a los 85’.

Tras el fin del partido, el plantel de Plaza recibió el reconocimiento de su gente con los aplausos que bajaban desde la tribuna América. Los hinchas de Peñarol en cambio, y luego de silbar a las autoridades de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), remarcaron que el objetivo sigue siendo el Uruguayo. El cuerpo técnico y el plantel carbonero festejaron el volver a encontrarse y, más que el título, el no tener que lamentar una nueva derrota.