Andrés Espinosa, representante de Nicolás Schiappacasse, delantero de Peñarol, habló en Radio Sport 890 sobre la situación que está viviendo el futbolista, quién fue procesado con prisión preventiva por tráfico interno de armas, receptación y porte de arma de fuego en lugares públicos.
Sobre la situación, Espinosa contó que "desde que pasó lo que pasó no tuve contacto con Nicolás, sí con su madre, con su padre y su abogado el Dr. Rafael García. El jugador está incomunicado".
Agregó que Schiappacasse "estaba con unas ganas bárbaras de renovar y estaba todo bastante atado el tema con Peñarol, porque él quería una revancha por lo que no se habia podido dar a causa de la lesión. Así como estaba con muchas ganas, al mismo tiempo ha venido lidiando con toda la presión que significa el mundo Peñarol, de la gente, de los pedidos constantes del hincha. Estaba entre las ganas de quedarse y el deseo de irse porque no estaba 100% cómodo".
Sobre esta situación, el representante del futbolista agregó que "no se puede volver el tiempo atrás, pero en estos momentos recuerdo que cuando Nico se operó y vino a Uruguay hablamos de que no estaba siendo fácil para él, que no la estaba pasando bien. Si vida cambió mucho de lo que era en España a lo que fue cuando regresó a Uruguay. Yo tengo muy buena relación con la familia de Schiappacasse, y teníamos la preocupación de lo que podía pasar porque hacía tiempo que no lo veíamos bien. Una noche que se quebró y se puso a llorar de la nada, y ahí se nos prendió la lamparita y empezamos a preguntarnos si era bueno que se quedara o no. Lamentablemente ahora pasó esto y no se puede concretar la renovación prevista. No se justifica su accionar, para nada, pero hay cosas atrás que él venía acarreando".
El empresario Andrés Espinosa también contó que Schiappacasse "quería jugar y quedarse porque era su sueño, y también por lo deportivo, porque yo le dije que lo mejor que le podía pasar era jugar y agarrar continuidad 6 meses antes de volver a Italia, porque él sigue teniendo contrato con Sassuolo".
Sobre el entorno que rodeaba al jugador, su representante contó que "a la semana de firmar con Peñarol lo esperaban 500 personas en Los Aromos todos los días. Personas de todo tipo, el que te aplaude, el que te pide una foto, y de los otros. Hubo un problema de una persona que por momentos se transformó en acoso, pero imagino que no tiene nada que ver con esto que pasó ahora. Nico es muy introvertido, no es la persona que se muestra en las redes. Él es muy cerrado y está trabajando con una psicóloga desde hace tiempo, a ella esta situación no la tomó por sorpresa. Siempre me hablaba de una mini depresión que él tenía, por la presión que siente desde que llegó a Europa donde nunca pudo explotar, él acarrea todo esto desde ahí".
Finalmente, cerró diciendo que esta situación "es un golpe, pero hay que asumirlo, el error está. Me entristece por el cariño que le tengo, pero no lo justifico. Ahora hay que apoyarlo más que nunca y ayudarlo, porque después pasan cosas y todos nos arrepentimos".