“Cuando era pequeño, en verano, teníamos las ventanas de la escuela abiertas y escuchábamos los motores de los coches y las motos que rodaban en Montmeló, la ciudad vecina a Granollers. Desde entonces siempre soñé con algún día ser piloto y competir en el Circuit”, contó Aleix Espargaró alguna vez. El español nació en 1989, dos años antes de la inauguración del Circuit, que recibe al Mundial de motociclismo desde 1992. Desde su época de escuela primeria anhelaba algún día estar él haciendo ruido con los impulsores. Por eso, su alegría tan grande después de ganar el sprint de la 11ª fecha del ejercicio 2023 de MotoGP que se vive por Star+.
Es cierto, no ganó el Gran Premio, la carrera principal. Pero se anotó como gran candidato después de su extraordinaria actuación del sprint. Porque si bien perdió en la largada desde el segundo lugar con el gran pique de Maverick Viñales, se recuperó primero sobre su compañero de Aprilia y después fue a la caza de Pecco Bagnaia. Y cuando lo tuvo, lo sentenció para quedar como líder y lograr una brecha tranquilizadora sobre el italiano. Es más, el campeón debió defenderse con su Ducati de Viñales para no caer al tercer puesto.
“Hubiera sido maravilloso tener a las dos Aprilia adelante. Estoy muy feliz, es mi primera victoria en un sprint y espero mañana que se repita”, dijo el mayor de los hermanos Espargaró.
El segundo lugar fue un gran negocio para Bagnaia, quien estiró su ventaja al frente del torneo y se encamina al bicampeonato. “Sin dudas que lo mejor era ganar, pero es muy positivo porque sumé buenos puntos para el campeonato”, dijo el italiano.