El morbo se apoderó de la interna del box del equipo oficial Ducati durante la clasificación del GP de Indonesia, 15ª fecha de MotoGP. La trama que se vivió en Mandalika parece sacado de una novela. Enea Bastianini, finalmente, retornó a la competencia después de tres carreras afuera por las lesiones de muñeca y tobillo que sufrió en el GP de Cataluña. Esas tres ausencias de la Bestia se sumaron a las cinco en fila que tuvo al arranque del Mundial por la rotura de escápula. Recuperado, volvió en el trazado urbano de Indonesia con la intención de competir y, claro, ayudar a Pecco Bagnaia a ganar su segundo título en fila. Pero, pasaron cosas…
Los dos representantes de Ducati no tuvieron un buen viernes y se vieron obligados a pasar por el filtro de Q1 porque no lograron meterse entre los diez de la práctica. Y allá fueron las dos motos rojas. Otra Ducati, la de Luca Marini, se había metido delante de todos a poco de terminar el primer segmento de clasificación, con un tiempo que aparecía como difícil de bajar. Bagnaia, quien llegó a Mandalika con tan solo tres puntos de ventaja sobre Jorge Martín. En las últimas cuatro citas, el español de Pramac sumó 127 unidades, contra las 68 que anotó el campeón. Sin dudas, la visita a Indonesia se tornó clave para Pecco y pasar a Q2 era fundamental. Y en eso estaba, porque se había ubicado segundo y ya no tenía chances de abrir más vueltas. Pero…
En pista estaba Bastianini. Y sus tiempos comenzaron a ser una amenaza para Bagnaia. Las imágenes iban de las caras en el box de Ducati a la moto de la Bestia en pista. Y sí, cruzó la meta y se metió segundo, dejando sin chances de Q2 a Pecco. Cuando el líder del torneo vio en las pantallas que era su compañero de equipo el que había puesto en jaque su liderazgo del torneo, simplemente no lo podía creer. Se agarraba la cabeza mientras se dirigía a su box. No bien llegó, se bajó de su Ducati y se fue, sin cruzar palabra con nadie.
En Q2, Marini mostró que lo realizado en Q1 no fue casual y se quedó con una fantástica pole position. Para Pecco, quien deberá largar 13° tanto el sprint como la carrera del domingo, quedó la pequeña satisfacción de que Martín se fue al piso y, con la segunda moto, apenas se ubicó sexto. Pero la preocupación es grande porque deberá avanzar en una pista muy compleja. El Mundial está abierto, con Pecco comprometido a pesar de liderar y, gran parte, al menos en Indonesia, fue por cortesía de su compañero.