MÉXICO --
A los 17 años, Alejandra Valencia ya alcanzó la templanza y la serenidad que tardan años en encontrar los mejores tiradores con arco. Hace menos de un año, en los Panamericanos de Guadalajara, Valencia ganó dos medallas de oro, una en la prueba individual y la otra por equipos, al lado de Mariana Avitia y Aída Román. En el proceso rumbo a las medallas rompió también el récord panamericano.
Alejandra se enamoró del tiro con arco en Hermosillo, Sonora, la ciudad que la vio nacer. Su destino estaba muy cerca de casa. A un lado había un velódromo con instalaciones para tiro con arco. Alejandra pasaba todos los días con su bicicleta y veía a los jóvenes que lanzaban flechas para atinar al centro. Les dijo a sus padres que quería practicar, pero el presupuesto familiar no alcanzaba para el equipamiento.
Necesitaba otro empujón del destino. Un día su hermana menor, Margarita, se cayó de la bicicleta justo enfrente de las instalaciones de los arqueros. El entrenador Miguel Ángel Flores las asistió con un botiquín de primeros auxilios y Alejandra pidió la oportunidad que buscaba. Después de algunas pruebas, Flores decidió tramitar arco y flechas del gobierno del estado. Y Alejandra comenzó su carrera.
Lo demás no ha sido una casualidad. Alejandra dice que sus logros "son una recompensa a todos los esfuerzos que hemos hecho mi familia, mi entrenador y yo". Antes de Londres está clasificada con el número 9 del ranking de la Federación Internacional de Tiro con Arco. Espera mejorar esos resultados en los olímpicos.