BARCELONA (EFE).-- El presidente del Barcelona, Joan Laporta, dijo el jueves que la nueva junta directiva del club tiene la "firme voluntad" de acabar con la violencia en el Camp Nou y "con los que participan de esa violencia".
Laporta, que asistió el jueves a la noche a una reunión de la Comisión contra la Violencia en Espectáculos Deportivos de Cataluña, remarcó que en el Camp Nou hay "grupos muy reducidos de violentos, pero que impiden que el espectáculo se desarrolle en unas condiciones de civismo".
"La violencia es reprobable y rechazable desde todos los puntos de vista", subrayó el mandatario barcelonista, quien se mostró partidario de "adoptar todas las medidas necesarias para acabar con ella no sólo en el estadio, sino en todos los clubes".
El presidente azulgrana, que no quiso explicar con detalle la actuación de si junta directiva contra la violencia para mantener su "confidencialidad", también remarcó que los violentos no actúan como consecuencia de un resultado, sino más organizadamente.
Joan Laporta quiso asistir personalmente a la reunión de la Comisión Antiviolencia, en un día en que los 'Boixos Nois', grupo de aficionados radicales del club, volvieron a hacer pintadas en su contra en torno al Camp Nou.
Desde la llegada de Laporta, el club ha retirado a los Boixos las entradas que les regalaba y descuentos en viajes de acompañamiento del equipo, además del local que tenían en el Camp Nou para guardar sus pancartas.
Durante la reunión, presidida por el secretario general de Deportes de la Generalitat, se debatió la creación de un registro de aficionados violentos que pueda servir para que tengan información de ellos los clubes y se intercambien datos.
El Fútbol Club Barcelona tendrá a partir del jueves un representante en esta Comisión Antiviolencia, concretamente Josep Cubells, presidente de la Comisión Disciplinaria del club.
Laporta no quiso pronunciarse sobre la mala situación deportiva que atraviesa el primer equipo, tras haber empatado sus dos partidos de Liga disputados en el Camp Nou y también el de Copa de la UEFA jugado el miércoles en campo del Matador Puchov eslovaco.
Sus únicas palabras fueron para expresar toda su confianza a la decisión tomada por el entrenador, Frank Rijkaard, de no alinear el miércoles al centrocampista Gerard López por utilizar un teléfono móvil poco antes del partido.
"Estoy seguro de que (Rijkaard) lo hace por el bien del grupo y por ello tiene nuestro apoyo, al igual que los jugadores desde todos los ámbitos del club".