MÉXICO -- Pocos equipos decepcionaron más en la temporada anterior que los Detroit Lions. Después de un 2011 con marca de 10-6, los Lions únicamente pudieron cosechar un registro de 4-12, y las voces pidiendo la destitución del entrenador en jefe Jim Schwartz aumentaron de volumen. Schwartz se quedó con su empleo, pero se le agota el tiempo para demostrar que puede convertir a los Lions en un protagonista constante de playoffs.
LA FIGURA OFENSIVA A SEGUIR
Matthew Stafford recibió una extensión contractual por tres temporadas y 53 millones de dólares que lo mantendrá con el club hasta el final de la campaña del 2017. Es mucho dinero para un mariscal de campo con marca de 17-28 como titular, y que ha completado menos del 60 por ciento de sus pases en la NFL. Sin embargo, Detroit todavía tiene confianza en Stafford como su mariscal de campo del presente y su inaudito contrato de novato --antes de que la NFLPA y NFL acordaran una escala de pago para los reclutas de draft-- sirvió de base para la nueva extensión. En otras palabras, los Lions pagaron mucho ahora porque ya habían pagado mucho antes. La apuesta es fuerte, y si Stafford no entrega algo más que estadísticas, su extensión puede arruinar financieramente a la franquicia en los siguientes años.
LA FIGURA DEFENSIVA A SEGUIR
Cuando entró a la liga como el segundo recluta global del Draft 2010, todos hablaron de Ndamukong Suh por su dominio arrasador sobre linieros ofensivos. Después de ese fenomenal año de novato, Suh ha estado en boca de todos por un juego que no precisamente merece un premio al "fair play", y por algunos problemas extradeportivos. Los Lions no pueden depender únicamente de los envíos de Stafford al receptor abierto estelar Calvin Johnson. La defensiva debe poner de su parte y Suh debe asumir el rol de líder natural para el club. Sin defensiva, Detroit se enfrascará en tiroteos semana a semana, y bajo ese esquema no sé si tengan suficientes armas como para ganar más partidos de los que pierden.
LA ADICIÓN CLAVE
En febrero pasado, los Lions cortaron a Kyle Vanden Bosch. Un mes más tarde, vieron a Cliff Avril firmar con los Seattle Seahawks. Perder de tajo a tus dos alas defensivas titulares nunca será sencillo, y por eso Detroit dependerá del rápido desarrollo del novato Ziggy Ansah, reclutado quinto global en el pasado draft. Ansah es un espécimen físico impresionante, pero el ghanés ha jugado al fútbol americano sólo por tres años, en BYU, a donde llegó buscando sumarse al equipo de baloncesto. Idealmente, un jugador con tan poca experiencia iría obteniendo minutos de juego poco a poco, pero Detroit no puede darse el lujo de la paciencia con Ansah si planean poner algo de presión a los mariscales de campo de los equipos contrarios.
LA PÉRDIDA CLAVE
Por si perder a los dos extremos de la línea defensiva no fuera suficiente, Detroit también se las debe ver sin los dos extremos de su línea ofensiva. El tackle izquierdo Jeff Backus se retiró, mientras que el tackle derecho Gosder Cherilus emigró a los Indianapolis Colts. El equipo espera que Riley Reiff, recluta de primera ronda del 2012, pueda establecer por el lado izquierdo para proteger el lado ciego del multimillonario Stafford, pero no hay ninguna garantía todavía. Por el lado derecho, las cosas podrían estar peor. Por el momento, Jason Fox trabaja por el lado derecho, pero no hay mucho de qué presumir aquí. En tres temporadas en la liga, Fox ha participado en cinco encuentros, ninguno de inicio, y apenas uno en los últimos dos años. Aunque el tackle izquierdo es una posición más importante, mientras esté Fox apuntado como titular por derecha, me atrevo a decir que los Lions extrañarán más a Cherilus.
EN SÍNTESIS
En el 2007, los Lions ya habían emocionado a su afición con una marca de 7-9, y la flecha parecía apuntar hacia arriba. Sin embargo, en el 2008 completaron la única temporada regular sin triunfos en la historia de la NFL y el proyecto debió comenzar de nuevo. No necesariamente tiene que suceder eso de nuevo, pero la temporada baja de Detroit dejó más interrogantes de las que contestó. El 2013 será cuesta arriba para los Lions.