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El mundo de Alfredo Di Stéfano; 88 años después de vivirlo

Alfredo Di Stéfano dejó su legado en la historia. Getty images

MÉXICO -- La vida de Alfredo di Stéfano es la historia de un mundo que parece muy lejano, donde América y Europa sufrieron una enorme transformación, como pasó en la vida del jugador en sus años en activo. A través de su carrera, hacemos un repaso de los cambios que se dieron en el planeta a lo largo de casi cinco décadas, tal vez las más ajetreadas de la historia de la humanidad.

El Mundo perdió un emblema que vivió y sufrió los caprichos de la historia. Pero fue ahí, que supo abrirse camino y escribir una propia.

NACIDO EL 4 DE JULIO

Argentina, 1926. Se disfrutaba el fin de la posguerra: El mundo dejaba el trauma de la Primera Guerra Mundial, hasta entonces el conflicto bélico más destructivo jamás experimentado en la historia de la humanidad. Poco a poco, Europa cicatrizaba y pedía insumos para su sanación. En el país sudamericano encontró los bienes agropecuarios necesarios, y la república, entonces gobernada por Marcelo Torcuato de Alvear, se alzaba con el sexto PIB por habitante a nivel mundial; jamás Argentina ha vuelto a vivir semejante bonanza.

No solo había flujo de comercio y dinero, durante los seis años del último en la dinastía de los Alvear, la nación reabrió sus puertas al flujo migratorio, como ya había experimentado en otros episodios de su historia.

Fue en una familia de migrantes que vivía en el barrio de Barracas en la ciudad de Buenos Aires, que nació el cuatro de julio de aquel '26, Alfredo Stéfano Di Stéfano Laulhé.

Su padre, de ascendencia italiana. Su madre, francesa-irlandesa. Linaje curiosamente trágico pues el 10 de junio 1940, la Italia de su abuelo y padre, ya gobernada por el fascismo de Mussolini, entró en la Segunda Guerra Mundial del lado Nazi e invadió desde el sur a Francia, que el 22 de junio firmó el armisticio.

Charles de Gaulle, héroe francés y líder de la resistencia contra la ocupación Nazi y la Francia de Vichy, diría después: "Esta guerra no ha acabado con la batalla de Francia. Esta guerra es una guerra mundial". El mundo contenía el aliento, una vez más.

LA BOMBA DI STÉFANO

Julio 15, 1945. El fascismo había sido derrotado en Europa. Alemania e Italia vencidas y De Gaulle lideraba la reconstrucción francesa. Pero el Viejo Continente estaba devastado, una vez más. El frente del Pacífico seguía abierto, pues Japón se negaba a la rendición incondicional. La Guerra todavía no acababa y el Mundo estaba en las vísperas de conocer el arma definitiva.

Aquel día en Argentina, lejos pero no ajenos a la tormenta, River Plate enfrentaba a Huracán. Era otra batalla, una deportiva, y significó el debut a los 19 años de edad de Alfredo.

Fue el único partido que jugó en aquel torneo. River se coronaría campeón y al año siguiente, el joven Di Stéfano sería cedido al Huracán.

Argentina y el futbol, ilusionados, descubrían el potencial del joven Alfredo. Y también el mundo, aterrorizado, descubrió el potencial del armamento atómico.

Ambas 'bombas' cambiarían sus mundos. Serían inolvidables.

DI STÉFANO Y SU DESTINO

Después de su paso por Argentina: dos títulos, 1945 y '47, Copa de campeones con River en el '48. Y la estela que dejó en Colombia con Millonarios: tres títulos ('49, '51, '52) y la Copa de Colombia del '53, Di Stéfano llegó a Europa.

El 23 de septiembre de 1953 debutó en Francia con el Real Madrid cuando enfrentaron al Nancy Lorrain. Entonces, pudo ver las cicatrices europeas.

En Francia, la Cuarta República instaurada después de la 'victoria' en la Segunda Guerra Mundial, estaba comprometida en la Primera Guerra de Indochina. El país galo buscaba mantener sus posesiones coloniales para poder utilizar sus recursos y recuperarse de la catástrofe. En el '54, la causa gala se perdió definitivamente tras la derrota en la Batalla de Dien Bien Phu.

También vivía en Francia en aquellos difíciles 50's, otro ilustre argentino. Julio Cortázar llegó en el '51, inconforme con el gobierno de Perón. París se convirtió en el marco de muchas de sus obras. Para Rayuela, París fue una musa. La narración introspectiva de Horacio Oliveira sería el estandarte del 'Boom Latinoamericano'.

Y en España, otro 'boom'. Con el Real Madrid, Alfredo consiguió ocho ligas en 10 años. Antes de su llegada, no había nada para Madrid, y todo para Barcelona -por cierto, la historia de Di Stéfano pudo haber sido azulgrana. Con el argentino, los 'Merengues' lograrían los suficientes éxitos para ser el equipo del siglo XX. Pero con él, con Di Stéfano.

Alfredo escribió su leyenda en la España de Franco. Francisco Franco Bahamonde, general victorioso de la Guerra Civil Española (1936-1939). Líder del único partido, el Falange Española Tradicionalista y de las JONS. Estableció un gobierno de corte fascista en sus comienzos para después mutar, oportunamente claro, en una dictadura conocida como 'Franquismo'. Este cambio se debió a la derrota del fascismo en la Segunda Guerra Mundial.

Mientras Franco imponía su dictadura en España. La 'Saeta Rubia', apodo acuñado por el periodista argentino Roberto Neuberger para Di Stéfano, imponía su ley en el futbol local y europeo. Además de las diversas ligas ganadas, lograron cinco títulos consecutivos en la Copa de Europa (Champions League) y también ganaron la Copa del Generalísimo (Copa del Rey) en 1962.

"El Real Madrid se pasea por Europa como antaño se paseaban los vikingos, arrasándolo todo a su paso"... The Times, 19 de mayo de 1960.

Por supuesto que Francisco y Alfredo tenían que cruzarse, y es que Di Stéfano se naturalizó español y defendió los colores de España, que eran los de Franco.

En 1960 se jugó la primera Eurocopa y había mucha expectación entorno a la España de Di Stéfano. Esa edición la jugaron 16 equipos que comenzaron en octavos de final. Se eliminaban de manera directa en partidos ida y vuelta y España arrancó ante Polonia a la cual venció.

En cuartos España jugaría ante la URSS, país comunista, y la política y Franco se hicieron presentes.

El mundo vivía en plena 'Guerra Fría'. La carrera armamentista, la carrera espacial; los enredos políticos, diplomáticos y económicos, se manifestaban en cada declaración, en cada actividad y en cualquier forma posible entre los bandos antagónicos. El Franquismo era opuesto al Comunismo y Franco lo dejó claro: Retiró a España de la competición, que terminó ganando la propia URSS. Si fue temor a la derrota ya nadie lo sabrá. Tanto Franco como la URSS solo viven en los libros de historia y sus secretos murieron con ellos.

EMULANDO A FANGIO

Ese episodio en aquella Eurocopa, no fue el único en el cual Di Stefano y la política tuviesen su 'partido'. El 20 de agosto de 1963, el Frente de Liberación Nacional de Venezuela secuestró a Alfredo.

Desde 1958, Venezuela apostó por los términos democráticos dejando atrás la década militar. En aquel '63, Raúl Leoni ganó las elecciones y formó un gobierno de coalición, pero tuvo que lidiar con los continuos ataques guerrilleros.

El Real Madrid participaba en la Pequeña Copa del Mundo de Clubes. Dos supuestos policías se presentaron en el hotel del Real Madrid e invitaron a Alfredo a acompañarlos a la comisaría acusándole de tráfico de drogas. En el coche le confirmaron que era un secuestro.

"No le va a pasar nada. Somos revolucionarios que no estamos de acuerdo con el régimen de nuestro país. Lo soltaremos enseguida", le anunciaron al futbolista quien aliviado respiró.

A los dos días le dejaron en libertad, pero el Mundo sabía que era el Frente de Liberación Nacional de Venezuela. Un secuestro que emuló al del piloto argentino Juan Manuel Fangio en La Habana en 1958. Latinoamérica estaba en revolución.

ADIÓS, FUTBOL

Los 60's fueron convulsos de muchas maneras: Las revoluciones latinoamericanas, las revoluciones literarias y musicales; el movimiento Hippie; la Guerra Fría; la crisis de los Misiles en Cuba, una que casi lleva a la Guerra Nuclear. El Mayo Francés a finales de la década y sus consecuencias mundiales. Y un año antes de eso, el adiós de Di Stéfano: un revolucionario.

Su último partido a todos los efectos fue un homenaje el 7 de junio de 1967 jugado entre el Real Madrid Club de Fútbol y el Celtic Football Club, y ¿a quién le importa el resultado? El único resultado fue el adiós definitivo de las canchas de Alfredo, de la 'Saeta', del rubio jugador naturalizado español pero nacido en Argentina, de padres migrantes y con un apellido de loción: Di Stéfano.

Su vida en el futbol seguiría, su vida... seguiría. Hasta una mañana latinoamericana, con Argentina enfrentando los 'Fondos Buitres' y lejos de aquella opulenta República de sexto PIB Mundial, pero con el equipo en semifinales.

Con Brasil ocupado en el Torneo más importante de aquello que Di Stéfano supo llevar a otro nivel, y ocupado también en contener el descontento social.

Se fue en una tarde europea con España azotada por otro tipo de tiranía: el desempleo y la crisis. La misma Europa reconstruyéndose y reinventándose, como otras tantas veces lo ha hecho y seguramente hará. Un Madrid, su Madrid, campeón de Champions League.
Se fue, 88 años después de vivir el Mundo.

La historia es una sucesión de eventos repetidos... y de vez en cuando, alguien hace historia.