ARLINGTON, Texas – El primer pase que Tony Romo lanzó en situación real fue de primero y 10 a Dez Bryant.
El último envío del mariscal de campo de los Dallas Cowboys fue para su mismo receptor consentido, pero de 31 yardas para touchdown.
Romo pareció sentirse cómodo y, más importante, sano en su primer partido que disputó en ocho meses, desde que fue operado en diciembre pasado de la espalda.
Pero ni así evitó la derrota de sus Cowboys 37-30 ante los Baltimore Ravens, en el segundo juego de pretemporada para ambos equipos.
"Me sentí bien al jugar por primera vez en mucho tiempo", declaró Romo al final del partido. "Ejecutamos de la manera en que debíamos como unidad. Tú quieres ganar estos partidos, pero también estamos tratando de evaluar y ver a los muchachos jóvenes".
"Esta noche fue buena para mucha gente", agregó. "Todos tuvimos muchas repeticiones".
En realidad, Romo sólo estuvo 14 jugadas en el campo durante dos series ofensivas, en las que completó cuatro de cinco pases para 80 yardas, un touchdown y un índice de efectividad de 158.3 puntos.
Nada mal para un pasador que viene de su segunda operación de espalda en menos de un año y que sólo entrenó al parejo de sus compañeros en el campamento de pretemporada en Oxnard durante seis sesiones, sin realizar casi programa de acondicionamiento físico, ni actividades organizadas por el equipo; menos haber participado en los minicampamentos.
"Mi espalda se sintió bien", aseguró Romo, de 34 años de edad. "Sigue mejorando y cada vez la siento más fuerte. Cuando te sientes bien, puedes jugar y ser el que sueles ser".
Romo guió a una ofensiva de los Cowboys que volvió a demostrar que es la esperanza para que los Cowboys compitan, a pesar de que un error costó la primera anotación en su contra
.
Romo y el corredor DeMarco Murray tuvieron un mal intercambió de balón, que se convirtió en un balón suelto y los primeros siete puntos para los visitantes.
El mariscal de campo coronó la siguiente serie con el pase de touchdown a Bryant, quien también mostró que está listo para ser uno de los mejores en su posición en la NFL.
Bryant completó los tres pases que Romo le envió; todos sobre la buena cobertura de la secundaria de Baltimore, y acumuló 59 yardas, en su debut en la actual pretemporada.
El problema fue que la defensiva y los equipos especiales permiten demasiado. Después de la anotación de Bryant, Baltimore regresó la patada de salida 108 yardas para anotación.
Cuando la defensiva pisó el campo por vez primera, los Cowboys ya perdían 14-7, con apenas 12 segundos de posesión de balón de los Ravens.
La defensiva que abrió el partido, que ni siquiera se puede llamar titular por completo, debido a la media docena de jugadores suplentes, incluidos los dos esquineros titulares, Brandon Carr y Morris Claibornes, aceptó 20 puntos.
El mariscal de campo de los Ravens, Joe Flacco, encabezó a su equipo en tres series que redituaron en puntos.
Flacco completó nueve de 12 pases para 113 yardas, un touchdown, mientras que el receptor Jacoby Jones exhibió a la defensiva de Dallas con tres recepciones para 49 yardas, la más larga de 38.
Así, pareció de nueva cuenta una repetición de las temporadas más recientes de los Cowboys, en las que su ofensiva tuvo que anotar al mayoreo para aspirar a competir, ya que su defensiva es incapaz de detener.
Dallas permitió 331 yardas totales de Baltimore, que eclipsaron las 397 que produjeron.
Al final, el partido se puso competitivo, gracias a una gran actuación individual del tackle defensivo Zach Minter, quien logró cuatro tacleadas, dos capturas y provocó par de balones sueltos para que los Cowboys se recuperan de un partido en el que estuvieron 10-34 abajo y que terminó apenas con siete puntos de diferencia.
Minter apenas llegó a Dallas el viernes pasado, después de que fue cortado por los Cincinnati Bengals el 8 de agosto. Hace un año, fue contratado por los Chicago Bears como novato agente libre y participó en dos partidos de temporada regular.
"Mostramos progreso en todas las áreas", consideró el entrenador en jefe de los Cowboys, Jason Garrett. "Pero es obvio que tenemos que trabajar mucho aún. Nos quedan dos partidos para mostrar mayor desarrollo en todas las fases del juego".
Pero al menos este fin de semana podrán dormir tranquilos, que de momento parece que su mariscal de campo está de regreso.
"No puedo expresar la manera en que Tony volvió", sentenció Bryant. "Vino e hizo lo que tenía que hacer. Nos guió hasta la zona final; puso siete puntos y dejó el partido. Mostró que está de vuelta".