<
>

Renace Linares como el Ave Fénix

Jorge Linares se coronó a fines del 2014 en Japón ante el mexicano Javier Prieto Getty Images

Las derrotas cruentas, en la carrera de un boxeador, siempre deben ser miradas bajo una doble óptica. O bien, acaban con su futuro o por el contrario, sirven para demostrar su rebeldía y capacidad de renacer de sus propias cenizas. El venezolano Jorge Linares es un ejemplo de lo segundo. Sufrió dos derrotas catastróficas que parecieron marcar el final de su idilio con la victoria. Sin embargo el llamado de nuevo "Niño de Oro" en el boxeo latino, a todos nos demostró de que madera esta hecho su ADN y volvió. Regresó más fuerte que nunca, lleno de confianza en sí mismo y consciente de que la lección aprendida, sería el motor de su renacimiento boxístico.

Fue lo primero que le pregunté, en la charla que con él mantuve luego de uno de sus últimos entrenamientos en Las Vegas, rumbo a la pelea del 10 de octubre en el Poliedro de Caracas, contra el mexicano Iván Cano.

"Lo importante no es caer, sino levantarse" reflexionó Linares. "En el 2011 estaba con Freddie Roach y los dos tuvimos un momento muy malo en nuestras carreras, ya que también sus otros peleadores perdieron en esa temporada. Pero en ese momento apareció Ismael Salas y bajo su dirección todo cambió. He ganado todo, he sido tres veces campeón mundial y voy hacia mi segunda defensa como campeón ligero", dijo.

Para el venezolano, el cubano Salas es más que un entrenador. "El me corrigió en todos los sentidos y fundamentalmente me ayudó a crecer en lo mental. Salas es un entrenador muy espiritual, que conoce mucho de culturas y religiones ya que ha estado en Japón y Tailandia. Además es latino, nos comunicamos en el mismo idioma. Es como familia para mí", afirmó Linares, aceptando que Ismael Salas es el gran responsable de su exitoso presente en el boxeo.

Linares, que desde aquellas recordadas derrotas ante Antonio DeMarco y Sergio Thompson acumula una racha de ocho victorias consecutivas, seis de las cuales fueron triunfos por la vía del KO, viene de una épica primera defensa de su título contra el británico Kevin Mitchell. El venezolano ganó por TKO en el décimo asalto, de una pelea donde visitó la lona en el quinto episodio.

Ahora, regresa a pelear a su Venezuela natal luego de cinco años y lo hará ante más de veinte mil espectadores en El Poliedro de Caracas. "Pelear en casa luego de más de seis años fuera del país, hacerlo, además, por primera vez por un título mundial y frente a tantos compatriotas, para mí es una enorme motivación" reconoció Linares.

Su rival, será el mexicano Iván Cano, que pondrá a prueba su concentración y la forma en que asimila la responsabilidad de pelear como favorito y en su propio patio. "Él es un mexicano diferente a lo que uno está acostumbrado a enfrentar", dijo al hablar sobre su rival. "No es tan agresivo, es más estilista, boxea muy bien sobre piernas, es técnico y de muy buena defensa" reconoció. No obstante aclaró que no se confía en que ese sea su estilo el día en que se enfrenten. "No sabemos si este sábado va a salir a guerrear e intercambiar, así que nos hemos preparado para todo".

Y si bien en el futuro de Linares, hoy no hay nada más importante que vencer la próxima batalla, de superar la misma ya tiene muy claros sus objetivos. "Me gustaría permanecer un año más en la categoría, realizar un par de peleas, luego subir a las 140 libras y por qué no, llegar a pelear futuramente en 147 libras".
En esa ruta trazada como meta, se encuentra el deseo de unificar contra el campeón de la AMB y de no concretarse ese duelo, asumir la defensa obligatoria de su título contra el número 1 en el ranking del CMB.

Jorge Linares se muestra confiado, concentrado en sus objetivos y seguro en el futuro, algo para lo cual su familia parece ser el primer punto de apoyo. "Mi esposa y mi hija son la parte más importante del cambio que ha tenido mi vida. Solo de pensar que las veré luego de un intenso trabajo en el gimnasio, me alcanza para trabajar con más ganas. Ellas son lo más sagrado que tengo en la vida", reflexionó sin ocultar la emoción y su orgullo.

La historia del boxeador Jorge Linares puede ser muy similar a la de otros pugilistas. Sin embargo, son muy pocos los que consiguen "derrotar a sus derrotas" y transformar los momentos malos, en el inicio de una nueva historia, como lo ha logrado este venezolano a sus 30 años de edad. Su determinación es un ejemplo y lo conseguido, gracias a la misma, es tan mítico como la leyenda del Ave Fénix. Por eso lo del título.