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Ryan García se 'despide' al estilo Chávez Jr y lejos de ser un Canelo

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"Todo lo que está mal en el boxeo se llama Ryan García": Ugás (1:50)

El cubano criticó lo sucedido con el estadounidense, quien venció a Devin Haney. (1:50)

Cuando Ryan García pasó de los seguidores virtuales a la presión de ganar en el deporte profesional, perdió el rumbo y terminó llenándose de problemas.


La historia del boxeo recordará a Ryan García con la legendaria canción de José José ‘Lo que no fue, no será’. De Ryan se esperaba que fuera un ídolo del pugilismo mexicoamericano, incluso con algunas expectativas de convertirse en un nuevo Canelo Álvarez, pero terminó su participación en el deporte profesional al estilo de Julio César Chávez Jr: Emproblemado y retirado, por ahora...

Ryan, de abuelos mexicanos y nacido en Victorville, California, llegó a tener el título interino ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en 2021, y en su haber tendrá enmarcados los triunfos sobre Devin Haney (en medio de la polémica) y el campeón olímpico Luke Campbell.

Además, su enorme presencia en redes sociales, con millones de seguidores, generó la expectativa de que podría convertirse en el influencer que el boxeo necesitaba para atraer al público joven, renovar a los seguidores tradicionales de este deporte y ser un ganador arriba del ring. Ni fue, ni parece que será.

Ryan mostró que la vida real es diferente a la virtualidad de las redes y ahora se conforma con un mensaje poco claro sabiendo que su futuro ya ni siquiera estaba en sus manos tras ser suspendido un año por la Comisión Atlética de Nueva York por el positivo que tuvo en un examen antidopaje, realizado un día antes de la pelea contra Haney, por la sustancia Ostarine.

Ryan, que ostenta 20 nocauts en 24 triunfos, fue generando expectativa a medida que ganaba peleas y que demostraba una gran capacidad de romper las tradiciones para comunicar, hasta que la realidad del boxeo le mostró la realidad. En abril del año pasado perdió por nocaut frente a Gervonta Davis y luego recobró algo de confianza al derrotar a Oscar Duarte en diciembre.

La pelea de abril pasado, frente a Devin Haney, era la confirmación de su categoría. Y terminó en el peor de los escenarios: No dio el peso pactado en 140 libras y llegó a un acuerdo en el que Haney recibía 600 mil dólares de la bolsa de García a cambio de llevar a cabo el combate.

Sobre el ring, Ryan derrotó sorpresivamente a Haney y parecía reivindicar algunas de las dudas que había generado; pero ahora la pelea ha sido declarada oficialmente como 'No contest'. En esas andaba hasta que se supo del dopaje por Ostarine, un agente anabólico que ayuda a mejorar la masa muscular y que es prohibido por la Agencia Mundial Antidopaje. El equipo legal del boxeador ha argumentado que llegó a su cuerpo por una contaminación del suplemento.

Y no fue todo, Ryan también reconoció que antes de su pelea con Haney había consumido alcohol y fumado marihuana. Incluso durante el pesaje en el que no dio el rango pactado fingió beber una cerveza. Ocurrente como buen influencer, pero poco efectivo como boxeador.

A la lista hay que agregarle sus publicaciones en redes sociales y la polémica salida del Team Canelo cuando aún se creía que era el posible sucesor de Saúl Álvarez. Pero no pasó. Hoy, con todo y sus millones de seguidores en Instagram, Ryan se parece más a Chávez Jr que al Canelo.