El pivote Manute Bol, el jugador más alto en la historia de la NBA, falleció el sábado a los 47 años en el hospital de Charlotteville, Virginia del Norte.
El deceso era esperado en cualquier momento desde que ingresó el 18 de mayo pasado en el mencionado centro asistencial, afectado del síndrome de Stevens-Johnson, que ataca la piel y los órganos internos.
El `Gigante` africano había nacido en la ciudad de Grogail (Sudán), el 16 de octubre de 1962.
Sus comienzos en el básquetbol fueron en el club Neve y luego cuando un primo viajó a los Estados Unidos comentó que "en Sudán tengo un primo que mide 2,31 metros. Inmediatamente viajó un scouter y lo fichó para la Universidad de Bridgport.
En el draft (sorteo colegial) de la temporada 1983, San Diego Clippers lo seleccionó en la cuarta posición de la 5ta. ronda.
Mientras que dos años más tarde el que lo eligió en el puesto 31ro de la segunda ronda, fue Washington Bullets.
En esa misma temporada ya jugó en los Bullets, permaneciendo hasta la 1988-89.
En el último año en los Bullets coincidió con el base Tyrone Bogues (1,59 metros), el jugador más bajo en la historia.
Su segundo equipo fue Golden State Warriors, donde estuvo de la 1988-89 a la 1990-91, para recalar en Philadelphia Sixers, franquicia en la que estuvo de 1990 a 1993, y al año siguiente lo hizo en Miami Heat. Y en 1994 jugó en Washington, Miami y los Sixers.
En el último año en la NBA (1994-95) vistió la camiseta de los Warriors.
Fue elegido en el mejor quinteto defensivo en la temporada 1986, y por dos veces fue el mejor taponador (1986 y 1989).
En total jugó 626 partidos, promediando 11.698 minutos y sus números fueron de 2,6 puntos, 4,2 rebotes y 2086 tapones, rubro en el que más se destacó, ya que es el noveno en el historial de la NBA.
Tras su incursión en la NBA, Manute viajó a Uganda, donde jugó y salió campeón con Sadolín Power.
Lamentablemente todo el dinero que ganó en la NBA lo dilapidó por la falta de visión para las finanzas (estuvo en varias bancarrotas), y su apoyo económico a los rebeldes en la guerra civil en su país lo llevaron a la ruina.
Además, tenía una extensa familia a la que no dudó en ayudar económicamente mientras pudo.
Luego sobrevinieron los problemas serios de artrosis (afectaban sus muñecas y sus rodillas), pero no pudo realizar un tratamiento médico por no tener dinero, también un accidente de tránsito en el 2004, donde sufrió varias fracturas, y en los últimos tiempos la aparición del síndrome de Stevens Johnson, que hoy terminó con su vida.