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Texans exhiben carencias de Dallas

ARLINGTON -- Todo es más grande en Texas, hasta las diferencias entre equipos profesionales de futbol americano, cuando se trata de competir.

Con el tercero y cuarto equipo, los Houston Texans repasaron hasta cansarse a los Dallas Cowboys, que la mayor parte del partido de este jueves tuvieron a su segundo grupo, ofensivo y defensivo, en el campo.

Pero ni así pudieron contra un equipo que presume en cada faceta del juego ser contendiente al Super Bowl.

De hecho, el marcador 24-6 queda muy corto de la demostración que brindaron los Texans sobre los Cowboys en el AT&T Stadium de Arlington.

"Es claro que sus muchachos jugaron mejor que los nuestros en todas las áreas", reconoció el entrenador de los Cowboys, Jason Garrett. "Creo que de muchas maneras eso refleja la profundidad de un equipo ahora mismo".

"De todos modos, veremos alguna buenas cosas cuando observemos la repetición del partido", agregó. "Y seguro también habrá muchas más que no nos gustarán en las tres fases del juego".

Houston acumuló 427 yardas totales, incluidas 190 combinadas entre Cierre Wood y Dennis Johnson, enlistados por el equipo como cuarto y quinto corredor, respectivamente.

Por aire, los Texans consiguieron 237 yardas entre sus mariscales de campo, Case Keenum (128) y T.J. Yates (102), quienes además lanzaron pases de touchdown cada uno sin intercepción.

La competencia entre Keenum y Yates por el derecho de ser suplentes directos del titular, Matt Schaub, fue una de las áreas que más atrajeron la atención en un campamento donde hay estrellas hasta en la banca, de ambos lados del balón.

Houston ni siquiera requirió equipar a sus nueve jugadores seleccionados al Pro Bowl, mucho menos al apoyador, Brian Cushing, o al ala defensiva, J.J. Watt.

Schaub, Andre Johnson y Arian Foster pasearon por Arlington; igual que Ben Tate, quien es el corredor suplente de los Texans.

En cambio, los Cowboys reiteraron en su quinto juego de exhibición que la profundidad es corta o casi nula.

La línea defensiva, que tendrá que comenzar el 8 de septiembre contra los New York Giants la campaña regular, fue apabullada desde el principio de este jueves, a pesar de que alineó al titular, Sean Lissemore, quien para colmo salió lastimado con un golpe en la cabeza.

Es probable que los Cowboys van a requerir analizar qué sobra en el resto de la liga, después del corte obligatorio del domingo, para tratar de reforzar la línea defensiva, en la que es probable que Lissemore ni siquiera esté disponible para el juego inaugural.

La línea defensiva ya sufrió una baja muy sensible desde la apertura del campamento, cuando Jay Ratliff reportó aún lastimado y el martes pasado fue colocado en la lista de jugadores físicamente incapacitados para jugar, y será inelegible para participar hasta después del sexto juego.

Jason Hatcher, considerado tackle defensivo titular, tampoco jugó contra los Texans por el golpe en la espalda que recibió el sábado anterior frente a los Cincinnati Bengals.

"Evaluaremos nuestro equipo completo", dijo Garrett. "Muchos jóvenes tuvieron oportunidad porque cuidamos a los veteranos en estos juegos; algunos aprovecharon, otros no".

La línea ofensiva de los Cowboys abrió con un candidato a ser titular, Jermey Parnell. Y tampoco corrió con suerte.

El mariscal de campo de los Cowboys, Alex Tanney, quien jugó todo el partido salvo la primera serie, fue capturado seis veces; Kyle Orton, tuvo una captura en las únicas tres jugadas que participó.

Fue más el valor que exhibió Tanney durante todo el partido, que es una de las cualidades que ha mostrado durante toda la pretemporada y que lo hicieron candidato serio a un puesto con los Cowboys o al menos en el equipo de práctica.

"Alex guardó la compostura, a pesar de la difícil noche que pasó", consideró Garrett. "Es parte de jugar esa posición. Se movió, mantuvo sus ojos en el campo. Pero con tanta presión fue difícil que consiguiera ritmo".

Este viernes cerró la pretemporada en Texas y es claro que hay un equipo que puede pelear todo y otro al que todos pelearán.

Antes del partido, el dueño y gerente general de los Cowboys, Jerry Jones, estaba en el centro del campo conversando con el propietario de los Texans, Bob McNair.

Y quizá muchos en el estadio con seguridad soñaban que McNair estuviera aleccionando a Jones en la forma de delegar autoridad, incluido el reclutamiento de jugadores.

"Trabajamos fuerte durante esta larguísima pretemporada", dijo Jones. "Desde que llegamos a Oxnard hemos tenido oportunidad de realizar muchas repeticiones. Cinco juegos son muchos".

"Pero aún tenemos cosas y situaciones que analizar", agregó. "Y después estaremos listos para competir".

Los Texans, que abren temporada frente a los San Diego Chargers el 9 de septiembre, tienen titulares de lo mejor en la liga y suplentes que pueden hacer el trabajo cuando sean requeridos en cualquier posición.

"Tenemos que aprovechar el tiempo que tenemos antes de enfrentar a los Chargers", dijo Cushing. "Necesitamos estudiar, entrenar e ir a terapia física. Ha sido un verano largo".

"Ya estamos listos, qué comience la temporada".