EAST RUTHERFORD -- Existen aficionados a los New York Giants leyendo esto que no están seguros cómo sentirse al respecto del draft de este año del equipo, pero asumen que todo estará bien porque confían en que el gerente general Jerry Reese es bueno para los sorteos.
No deberían. La evidencia demuestra que no lo es.
La reputación de Reese como buen operador de draft descansa en dos cosas: un muy buen debut como gerente general de los Giants en el 2007, y el hecho de que la franquicia ha conquistado dos Super Bowls durante sus siete temporadas en el puesto. Pero eso no debe ser suficiente, en realidad. El draft del 2007 ocurrió hace siete años, y no ha armado uno bueno desde entonces. Y los Super Bowl se emplean demasiado a menudo para justificar otros pecados. Se trata de un partido (o dos en este caso). Si el dedo meñique de Mario Manningham queda fuera de la línea lateral, o si el clavado de Rob Gronkowski en las diagonales comienza medio segundo antes aquella noche en Indianapolis, ¿entonces estaría bien criticar el reciente historial de draft de los Giants? Si la pregunta es sí, entonces debe estar bien criticarlo de todos modos. Crédito para las personas al frente de los Giants por los títulos de Super Bowl, pero también es por ellos que el equipo ha quedado fuera de los s playoffs en cuatro de los últimos cinco años.
No creo que Reese sea un mal gerente general. Su trabajo de temporada el año pasado para parchar huecos con tipos como Jon Beason y Brandon Jacobs mantuvo a los Giants de ser históricamente malos. Fue activo e inteligente durante la primavera con sus fichajes de agencia libre, identificando su plantilla como una necesitada de una reparación generalizada. Victor Cruz como hallazgo de la agencia libre entre novatos no reclutados es parte de su currículo, también. Pero cuando se trata del draft, un estudio más profundo revela una inquietante falta de éxito.
Descuenten, sólo para efectos de nuestro estudio, los drafts del 2012 y 2013, que siguen siendo demasiado recientes para evaluar; aunque es complicado sentirse muy emocionado por el inicio de David Wilson/Rueben Randle/Jayron Hosley del 2012, hasta ahora. Observen los primeros cinco sorteos de Reese: 2007, 2008, 2009, 2010 y 2011. Seleccionó un total de 39 jugadores y únicamente ocho siguen en la plantilla actual. De esos ocho Manningham, se fue un par de años y volvió. Cuatro de los ohco llegaron del sorteo del 2011, así que únicamente cuatro de los 31 jugadores que reclutó en sus primeros cuatro drafts siguen con el equipo en este momento, y solamente tres han estado en él ininterrumpidamente.
De todos los jugadores reclutados por Reese para los Giants, apenas tres --Ahmad Bradshaw, Will Beatty y Zak DeOssie-- firmaron segundos contratos a largo plazo con el equipo después de sus acuerdos de novatos. Tres reclutas de primera ronda de Reese --Aaron Ross, Kenny Phillips y Hakeem Nicks-- firmaron en otros equipos cuando llegaron a la agencia libre. Linval Joseph, recluta de segunda ronda del 2010, tampoco fue recontratado. Fueron buenas selecciones para los Giants, pero no se puede decir que se construye a través del draft cuando no se retiene a estos jugadores. Aun en una liga donde la carrera del jugador promedio dura menos de cuatro temporadas, el fracaso consistente para retener a tus reclutas de rondas altas es evidencia de que estás haciendo algo mal.
¿Quién es el mejor recluta de Reese? Después de Bradshaw, el robo de séptima ronda del 2007 que ayudó a entregar un Super Bowl como novato y otro como veterano, probablemente se trata del recluta de primera vuelta del 2010, Jason Pierre-Paul. No se meten a los playoffs del 2011, y muchos menos ganan el Super Bowl ese año, sin Pierre-Paul. Pero el 2011 fue el único año bueno de Pierre-Paul a la fecha. Es un residente casi permanente de la lista de lesionados semanal, y lleva un total de dos capturas en los últimos 23 encuentros de los Giants. Podría convertirse en el cuarto en unirse a la lista de jugadores que se ganan un segundo contrato, pero hasta el momento se convierte en una interrogante de año de contrato, como lo fueron Phillips y Nicks antes que él. ¿La mejor selección? El contribuyente más consistente a largo plazo que ha seleccionado Reese es DeOssie, un titular indiscutible de cuarta ronda, como centro largo.
Luego hay desacierto tras desacierto en posiciones claves en rondas altas y medias, y los fanáticos de los Giants conocen sus nombres: Clint Sintim, Ramses Barden, Phillip Dillard, Marvin Austin, James Brewer. Desde Bradshaw en el 2007, no han surgido gemas de rondas bajas que han sorprendido hasta convertirse en piezas claves del equipo. Algo de ello se debe a las lesiones. Otra parte puede explicarse por aquellos encargados del desarrollo de jugadores. Pero éste es un negocio de resultados, y por la razón que fuere --demasiados riesgos, demasiada confianza en malas evaluaciones, lo que fuere-- Reese no ha entregado los tipos de drafts que construyen organizaciones fuertes.
Los Giants han reclutado de una manera tan pobre como cualquier equipo a lo largo de la última media década en la liga. Los resultados salieron a relucir el año pasado en una plantilla hueca que debió esforzarse de más para llegar a una marca de 7-9 y requirió a Reese firmar más agentes libres que nadie más en la temporada baja para tapar algunos de los huecos. El pasado fin de semana, Reese entregó un draft tibio. Los Giants están emocionados por el dinámico Odell Beckham Jr., su recluta de primera vuelta. Y les gusta el centro, Weston Richburg, que obtuvieron en la segunda ronda. Pero el resto del draft fue aburrido, dirigido a hallar a jugadores que Reese describe como "limpios". Cada selección después de la segunda vuelta luce como un jugador que prácticamente ha alcanzado su techo y puede contribuir de inmediato como suplente o en equipos especiales, pero en casi todos los casos se pagó de más y muy pocos proyectan convertirse en grandes estelares.
Quizás sea lo mejor. Los Giants necesitaban reclutar de un modo diferente este año respecto a lo hecho en años pasados, porque han sido absolutamente terribles. Necesitaban hacer como "George Costanza" y comenzar a hacer las cosas de un modo completamente diferente a lo que usualmente hacían, porque nunca parece funcionar. La reputación de Reese como ejecutor de draft no es merecida, y bien por él si se dio cuenta de que necesitaba cambiar las cosas. Es tiempo de dejar de asumir que todo está bien sólo gracias a los cuatro trofeos en el recibidor. Es momento para que los Giants empiecen a pensar en lo que pueden hacer para construir la plantilla de vuelta y colocarse en posición para tener al menos una oportunidad de ganar un quinto.