BARCELONA -- Leo Messi oficializó su nuevo contrato con el FC Barcelona, firmando el nuevo documento este lunes por la mañana en las oficinas del club, que envió un escueto comundicado de prensa más tarde con la famosa fotografía del momento.
A partir del fracaso que supuso el empate ante el Atlético de Madrid el entorno azulgrana vive en una zozobra permanente. Las críticas arrecian y ni Messi se ha visto a salvo de los ataques, tanto procedentes de los medios de comunicación como de la propia hinchada, desencantada con el crack.
Y todo ello provoca que, por primera vez, su futuro en el club pudiera ponerse en duda ante todos los acontecimientos que se han ido produciendo. Sus declaraciones en las redes sociales no ayudarían precisamente a aclarar las cosas.
El futbolista argentino se reunió con la cúpula del club en las oficinas del Camp Nou para formalizar este nuevo contrato que confirma su permanencia hasta el 30 de junio de 2018, cerrando las especulaciones que existieron en las últimas horas y que apuntaban a que la firma se retrasaría hasta después del Mundial de Brasil... Y que señalaban también el enfado de Leo por las críticas posteriores al desenlace de la Liga.
El pasado viernes el club, a través de un escueto comunicado, anunció el acuerdo definitivo entre las partes y señaló que la firma sería "próximamente", sin entrar en detalles en la jornada previa a la final de Liga frente al Atlético de Madrid.
En el Camp Nou existía la esperanza de una victoria que reanimase al entorno y aprovechar la euforia para convocar una rueda de prensa en la que Messi estampara su firma junto al presidente Josep Maria Bartomeu. Sin embargo, el sábado la fiesta se torció y acabó de mala manera, con el crack silbado por buena parte del público del Camp Nou y el rumor, confirmado en parte por la policía, de un incidente entre familiares de Leo y un grupo de socios en las proximidades del Camp Nou.
De acuerdo con diversas fuentes, acabado el partido ante el Atlético de Madrid, algunos aficionados recriminaron el rendimiento del futbolista a unos familiares entre los que se encontraba su hermano Rodrigo. Este habría descendido del automóvil y, en compañía de dos mujeres, habría agredido a tres hinchas.
Con el paso de las horas, sin confirmarse la veracidad o alcance de estos hechos, el ambiente en torno al jugador se ha enrarecido como no podía sospecharse en Barcelona. Una encuesta realizada por el diario Sport evidenció el desencanto y hasta enfado de la hinchada, que con un 38 por ciento de votos habría puesto a Messi en el primer puesto de jugadores que deberían traspasarse.
Más aún, en las redes sociales el universo azulgrana no escondió su decepción y se multiplicaron los mensajes favorables a su traspaso, insinuando no pocos que la caída de Leo es tan evidente como la que sufrió en su día Ronaldinho y que la mejor solución para el club sería su traspaso inmediato.
EL CRACK, ENIGMÁTICO
Ante esta continuación de situaciones, Messi rompió su silencio este lunes de una manera que no hace más que aumentar las dudas. Lo hizo, como suele, a través de su cuenta en la red social 'Tencent Weibo' y dando por hecho su deseo de seguir, dejó la puerta abierta a cualquier posibilidad.
"Es la gente del Barcelona la que decide qué hacer con mi futuro pero mi elección es continuar ya que sigo sintiendo el mismo cariño de parte de ellos, pero si así no fuera buscaré una solución porque siempre voy a querer lo mejor para este club", dijo el crack argentino, en un mensaje abierto a todas las especulaciones después de lo ocurrido desde el sábado.
"No ha sido uno de mis mejores años. Las cosas no salieron como esperábamos, fue un año duro en lo personal y en lo grupal. Así y todo tuvimos la oportunidad de lograr un objetivo en el último partido y no supimos aprovecharlo", advirtió Messi, quien se disculpó ante la hinchada: "Sólo pedir perdón a todo el barcelonismo y prometerle que el año que viene volveremos a estar a la altura de este club y conseguiremos cosas importantes".
El futuro de Leo Messi sigue atado al FC Barcelona. Debería ser así con la firma del nuevo contrato por el que pasará a cobrar un sueldo anual de 20 millones de euros hasta junio de 2018... Pero los sucesos de las últimas horas, por primera vez, dejan abierta la puerta a toda clase de especulaciones.