En la final Copa del Mundo de Francia 2023, donde los All Blacks cayeron frente a Sudáfrica, Sam Cane recibió la primera tarjeta roja en la historia de las definiciones de una RWC y se conoció cuál será la sanción para el capitán neozelandés.
El forward estará suspendido por tres partidos y se perderá el inicio de la temporada de la League One, a la que arribará tras confirmarse que jugará la próxima campaña en el Suntory Sungoliath.
Dicha resolución fue confirmada en un comunicado de World Rugby. El mismo establece: "El jugador aceptó que había cometido un acto de juego sucio, pero cuestionó la decisión del Oficial de Revisión de Juego Sucio de que el acto merecía una tarjeta roja. Sin embargo, el comité determinó que se había producido un acto imprudente de juego sucio en violación de la Ley 9.13 (tackle erguido peligroso), había existido contacto con la cabeza y el grado de peligro era alto, ya que había contacto directo y contundente con el hombro del jugador hasta la cabeza del portador de la pelota".
"Al aplicar el Proceso de Contacto con la Cabeza de World Rugby no había ninguna mitigación disponible para reducir el grado de peligro por debajo del umbral de tarjeta roja. Sobre esa base, y al considerar la sanción, el comité independiente aplicó el punto de entrada mínimo obligatorio de media distancia de World Rugby para juego sucio que resulte en contacto con la cabeza (seis partidos). Teniendo en cuenta todas las consideraciones, incluido el historial disciplinario ejemplar del jugador, su reconocimiento temprano de juego sucio y su claro remordimiento, el Comité independiente determinó que la mitigación de tres partidos era apropiada, lo que resultó en la aplicación de una sanción final de tres partidos", finalizó el documento.