El tenis español se luce en todas partes del mundo. Con Rafael Nadal a la cabeza, Carlos Alcaraz como gran figura y muchos otros en el campo de batalla, los ibéricos son sensación en la temporada 2022: se adueñaron de siete torneos ATP sobre 18 disputados, lo que equivale a un 38,8% de los certámenes realizados.
España, el tenis y los títulos van de la mano. En tan solo dos meses de competición y sin importar superficie y categoría de los eventos, el dominio de los españoles está siendo abrumador. Nadal conquistó el título en el 250 de Melbourne y repitió resultado en el Abierto de Australia, ambos en enero, en cancha de cemento. Ya en febrero sumó un nuevo trofeo a su vitrina: esta vez en el ATP 500 de Acapulco, también en pista dura.
Roberto Bautista Agut, actual 15º del mundo, es un tenista que nunca falla y se encargó de brindarle a su país el trofeo en el ATP 250 de Doha tras derrotar en la final al georgiano Nikoloz Basilashvili.
Sin dudas lo que prevalece, en lo que va de la temporada, es el poderío de los españoles en tierras sudamericanas. Entre todos, se quedaron con la mayoría de los eventos jugados sobre polvo de ladrillo. A excepción del ATP de Buenos Aires que conquistó Casper Ruud, los demás sacaron pasaje hacia España.
Albert Ramos-Viñolas se consagró campeón en el ATP 250 de Córdoba, Carlos Alcaraz ganó en el ATP 500 de Río de Janeiro (superó a Diego Schwartzman) y se convirtió en el tenista de menor edad en ganar un torneo de esa magnitud, mientras que Pedro Martínez alzó el primer título de su carrera en el ATP 250 de Santiago de Chile, donde venció en la final al argentino Sebastián Báez.
Así, con siete trofeos, España marca el camino en 2022 y es escoltado por Rusia, con tres campeonatos ganados. Andrey Rublev se adjudicó los trofeo en Marsella y Dubái, y Aslan Karatsev festejó en Sídney.