Todo tiene un final, tanto las historias felices como aquellas tristes. El 2024 estará marcado por el retiro de varios tenistas que dejaron su huella imborrable en el circuito masculino, aunque completamente eclipsado por el del legendario español Rafael Nadal, que intentó por última ocasión recuperar su antiguo nivel y optó por despedirse frente a su público en la Copa Davis.
Luego de alejarse del Tour durante prácticamente todo 2023, el ex número 1 volvió con energías y esperanzas renovadas en el ATP 250 de Brisbane, donde formó dupla con su entrenador compatriota Marc López y se marchó con más dudas que certezas en singles, porque sufriría un micro desgarro en su derrota contra el local Jordan Thompson, obligándolo a bajarse del Abierto de Australia y reparecer recién en abril próximo.
Pese a sus apabullantes e históricos antecedentes, el dueño de 92 títulos no encontraría respuestas ni siquiera en su querido polvo de ladrillo, presentándose en el ATP 500 de Barcelona, los Masters 1000 de Madrid y Roma, y Roland Garros al ceder ante Alex De Miñaur en segunda ronda, Jiri Lehecka en octavos de final, Hubert Hurkacz en segunda ronda y Alexander Zverev en primera ronda, respectivamente, y despidiéndose de los torneos en que había sido imbatible y construido un legado inigualable.
El ATP 250 de Bastad le aportaría una bocanada de aire fresco al encadenar cuatro triunfos, recuperar confianza y regresar a una final después de más años, aunque el desenlace no sería el anhelado para el 22 veces campeón en torneos Grand Slam, que se vería superado de principio a fin y sucumbiría 6-3 y 6-2 versus el portugués Nuno Borges.
La hora de la verdad llegaría en los Juegos Olímpicos de París, evento en que aprovecharía su ranking protegido para participar por tercera ocasión, presentándose en individuales y en equipo al formar pareja con su heredero al trono, Carlos Alcaraz (3°), quien también cumpliría su sueño al compartir cancha con su máximo ídolo, meterse entre los ocho mejores y fallar en sets corridos ante los especialsitas estadounidenses Rajeev Ram y Austin Krajicek.
No obstante, la prestigiosa cita multidisclipanaria le permitiría al zurdo manacorí chocar por última oportunidad a nivel oficial contra el serbio Novak Djokovic (7°), luego de despachar al húngaro Marton Fucsovics en su estreno en la Philippe Chatrier y ganarse la posibilidad de igualar en 30 el historial entre dos de los jugadores más destacados de la historia del deporte blanco.
En una muestra de total superioridad, el balcánico no le dejaría hacer pie en ningún momento al pupilo de Carlos Moyá, el cual se entregaría hasta el punto final, tal como acostumbró durante su intachable trayectoria, perdería 6-1 y 6-4, y se despediría con la frente en alto al recibir el unísono y emotivo aplauso del público presente y de su mismísimo rival.
A través de un desgarrador video en redes sociales, el doble medallista olímpico comunicaría el 10 de octubre la decisión de colgar definitivamente la raqueta, inclinándose por las Finales de la Copa Davis, celebradas en Málaga, España, del 19 al 24 de noviembre siguiente, como la competencia ideal para cerrar el ciclo.
Escogido por el capitán David Ferrer para abrir la serie contra Países Bajos, el cinco veces proclamado no podría aprovechar su experiencia ni el calor de los fanáticos para trasladarle la presión a Botic Van de Zandschulp, que luciría inmutable, jugaría un partido sin fisuras y se impondría en sets corridos para acariciar la clasificación hacia semifinales.
En ese momento aparecería Alcaraz como el salvador provisional, extendiendo la agonía al dedicarle el triunfo frente a Tallon Griekspoor en el segundo single y forzar el punto decisivo, así como fallando en completar la hazaña al ceder en dobles, junto a Marcel Granollers, ante Wesley Koolhof y el mencionado Van de Zandschulp para decretar el final de una de las historias más bonitas del tenis.
Probablemente el 2024 no haya sido el imaginado por Nadal, quien a base de garra, mentalidad y valores se ganó un lugar especial en el corazón de todos los fanáticos del tenis, luego de animar el máximo nivel durante dos décadas hasta adueñarse de un sitio en la mesa de los grandes.