Thiago Seyboth Wild (N°172 del ranking ATP) se convirtió en el protagonista indiscutido del día en Roland Garros gracias a su gran actuación ante uno de los favoritos en esta edición: Daniil Medvedev (2°). Pero antes de conseguir el triunfo en cinco sets contra el reciente campeón del Masters 1000 de Roma, el brasileño pasó por duros momentos en los que no encontraba el camino de regreso al circuito más exigente del mundo.
Inició la temporada ubicado como el 418° del mundo luego de unos meses en los que no podía reencontrarse con el tenis que alguna vez lo llevó a convertirse en campeón ATP. En 2022 disputó quince fases clasificatorias en ambos circuitos: en doce de ellas no logró el pase a los cuadros principales. En consecuencia, dentro del ATP Tour cosechó un balance de un partido ganado y dos perdidos. Mientras que en Challenger encontró la respuesta recién en el torneo que concluyó su año: en Sao Leopoldo, de local, respiró aliviado al ver la luz al final del túnel gracias a las semifinales que pisó por primera vez en más de un año.
Temprano este ciclo la situación comenzó a cambiar favorablemente. El nacido en Paraná, Brasil hace 23 años, 106° del mundo y dueño de un título ATP en Santiago 2020, ganó este año dos de sus tres copas a nivel Challenger en Viña del Mar (venció a Hugo Gaston) y Buenos Aires (derrotó a Luciano Darderi).
Consiguió su pase al cuadro principal de París gracias a las actuaciones que marcó sobre Antoine Bellier, Ricardas Berankis y Dominik Koepfer. Luego, dando el batacazo de la primera rueda, eliminó a Daniil Medvedev, N°2 del mundo y reciente campeón en el Masters 1000 de Roma, por 7-6 (5), 6-7 (6), 2-6, 6-3 y 6-4 luego de cuatro horas y quince minutos en cancha.
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