Mirra Andreeva, joven promesa del tenis ruso ubicada en el puesto 38 del ranking WTA, vivió un Roland Garros 2024 inolvidable. A sus 17 años, logró alcanzar las semifinales de un Grand Slam por primera vez en su carrera, enfrentándose a la italiana Jasmine Paolini (15°) que logró frenarla con un categórico triunfo en dos sets por 6-3 y 6-1.
Pese al gran desempeño en el torneo, no ocultó la insatisfacción por haber puesto fin al sueño de conquistar algo grande en el Abierto de Francia. Tras confesar que su primera intención es "dormir 12 horas", señaló: "Tendremos que volar a casa, pero no hablaré mucho, estaré deprimida. Si alguien me pregunta, responderé con pocas palabras, prefiero que no me hablen".
"Afortunadamente, tener a mi equipo y familia cerca me hace sentir mejor. Poco a poco voy mejorando en ese sentido, aunque en los próximos días no hablaré mucho", amplió la rusa, que en cuartos de final dio el golpe al sacar del torneo a la número dos del mundo, la bielorrusa Aryna Sabalenka.
Pese al disgusto, Andreeva se mostró sorprendida por haber llegado tan lejos en el torneo. “Si al principio del torneo me hubieran preguntado si me veía llegando a semifinales, hubiera dicho que no. Hubo una persona al inicio del torneo que me dijo ´Vas a jugar semifinales´, le dije que dejara de bromear", confesó.
La tenista más joven en llegar a unas semifinales de Grand Slam desde Martina Hingis en 1997 analizó su rendimiento y explicó las razones de la derrota ante Paolini. "Podría haber jugado mejor y cometí muchos errores inusuales. Fue difícil de aceptar, pero intenté manejarlo y luchar. Ella también jugó muy bien, merecía estar en semifinales. Pese a todo, peleé hasta el final y puedo sacar aspectos positivos de estas dos semanas", concluyó.
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