Partido especial, histórico, irrepetible. Rafael Nadal y Roger Federer jugaron, en 2007, un duelo muy particular, en el marco de una exhibición en Mallorca. Fue la famosa "Batalla de las Superficies", ganada por el español, con mitad de la cancha de arcilla y mitad de césped.
Eran jóvenes y ya brillaban. Por entonces, el diestro suizo era el N°1 del mundo y el zurdo español, su escolta en el ranking de la ATP. La iniciativa fue inédita y marcó un suceso, siendo tan especial porque jamás se repitió un partido así, con un court mitad de polvo de ladrillo y mitad de pasto.
Se cumplen entonces 16 años de ese choque único, disputado en el Palma Arena, en Mallorca, ante alrededor de 7 mil personas. La cancha, especialmente construida para esa exhibición, resultó muy particular porque los jugadores debían jugar y moverse diferente en ciertos pasajes según la superficie y el pique de la pelota en cada mitad.
El encuentro quedó en manos del español, que se impuso por 7-5, 4-6 y 7-6 (12-10) en un partido que cada vez que se cambiaban de lado, también lo hacían de calzado. Federer tenía 25 años y Nadal, apenas 20.
La Batalla de las Superficies, ideada por el argentino Pablo del Campo, tenía como proyecto volver a jugarlo en otras oportunidades pero hubo una sola edición. No volvió a darse un hecho similar.
En ese momento, previo a Roland Garros 2007, Federer contaba ya con 10 Grand Slam en sus vitrinas, la mitad de su cosecha final, y llegaba con un récord de 42 triunfos consecutivos sobre césped. Había ganado los últimos cuatro Wimbledon (2003, '04, '05 y '06) y también iba a ganar en el All England en 2007, venciendo a Nadal en cinco sets.
Por su cuenta, Nadal, N°2 del mundo y con dos títulos Major con 20 años, llevaba 72 triunfos en fila en polvo de ladrillo, incluidos Roland Garros 2005 y 2006. También iba a conquistarlo en 2007, venciendo a Federer en la final en cuatro sets.
Por eso, esta fecha es especial al recordarse aquel duelo irrepetible en Mallorca...