Mirra Andreeva (6ª de la WTA) se está robando todos los flashes del circuito femenino. Con tan solo 17 años, la joven rusa está demostrando todo lo que se fue depositando sobre ella con sus grandes actuaciones a muy corta edad.
De promesa a certeza. A pesar de que apenas van tres meses del 2024, la oriunda de Krasnoyarsk encontró en este comienzo de temporada la regularidad que hasta el momento, probablemente por su juventud, no había podido encontrar.
Sin embargo, detrás de ella hay otro nombre que muchas veces pasa desapercibido: Conchita Martínez. La española, quien supo llevar a lo más alto a su compatriota Garbiñe Muguruza, es también responsable del gran presente de Mirra.
Sin quitarle ningún mérito a la rusa, cabe resaltar que desde que Conchita es su entrenadora, los resultaron no tardaron en despegar. "Todo es cuestión de equilbrio", sostuvo la excampeona de Wimbledon en 1994 en diálogo con Tennis.com.
“Al final, la animo a practicar, a hacer lo correcto y a ocuparme de muchos aspectos para que pueda ser una mejor jugadora. Es muy receptiva y aprende rápido", agregó sobre su pupila.
Afuera de la cancha, donde los flashes no llegan y las cámaras no aparecen, fue caracterizada por su entrenadora como una chica alegre. "Canta y bromea, para mí eso es genial. Yo también hago chistes y me divierto, así que todo está bien. Podemos trabajar duro y divertirnos al mismo tiempo", sentenció.
Muguruza, campeona de Roland Garros y Wimbledon, halagó a su exentrenadora: “Me alegra mucho que Andreeva tenga a Conchi de su lado. Es una mujer muy buena, es como una madre. Te cuida y se preocupa por tu bienestar”, enfatizó también en Tennis.com.
La oriunda de Caracas, quien representó a España durante su carrera, hizo hincapié en la importancia de que la rusa tenga tan buen equipo a su alrededor. "Al ser tan joven puede ser muy abrumador, sobre todo si tenés éxito", expresó.
Comparada con su compatriota Maria Sharapova, no solo por su nacionalidad sino que también por su abrupto ascenso a la elite, la joven de 17 años logró meterse en el Top Ten -actualmente ocupa la sexta posición- gracias a los títulos consecutivos que consiguió en los WTA 1000 de Dubai e Indian Wells.
Para Conchita, una de las claves del éxito reside en mantener la humildad. “Necesitamos ser muy humildes y seguir trabajando para intentar mejorar cada día, física, mental, tenísticamente, etc. Y luego todos los resultados llegarán, pero ahora mismo se trata de esforzarse”, concluyó.
Genuina y siempre con una sonrisa en la cara, Andreeva aún espera que su mamá le regale un cachorro. Aquella niña que comenzó a jugar al tenis desde los seis años, pero que partió primero rumbo a Sochi y luego a Cannes (Francia) con una valija llena de sueños e ilusiones, sigue con los pies sobre la tierra. Ahora, en vez de sueños, en su bolso lleva no solo que certezas sino que también los regalos que recibe de sus fans.
Por lo pronto, torneo a torneo, la joven categoría 2007 comienza a escribir su propia historia. Las comparaciones con otras tenistas siempre van a existir, sin embargo, poco a poco le agrega más párrafos a una carrera que recién está iniciando y cuyo techo aún es totalmente desconocido. Lo que sí es seguro es que detrás de ese éxito hay un nombre muy importante que nunca hay que olvidar: Conchita Martínez, la responsable de pulir un diamante que no deja de brillar.
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