Novak Djokovic, número 7º del mundo, dejó una perlita que se guardará en la galería del US Open 2025. Frente a Carlos Alcaraz (2º) en la primera semifinal masculina, el serbio convirtió un passing de revés imposible que despertó distintas reacciones.
El estadio Arthur Ashe se puso de pie ante una genialidad del serbio.
El estadio Arthur Ashe, con la mismísima Mónica Seles incluida, se puso se pie para aplaudir una bestial resolución del máximo ganador de Grand Slam de la historia. Cuando apenas transcurría el cuarto game del partido, Nole se robó los flashes de Nueva York y dejó sin aliento al español.
El pupilo de Juan Carlos Ferrero se lanzó al ataque con el fin de cerrar el juego, pero se encontró con una respuesta maravillosa del genio de Belgrado, el cual realizó un revés por la paralela a toda velocidad y originó el asombro de todos: risas, gestos de incredulidad, suspiros y una admiración generalizada.
Después de ese puntazo, que iluminó hasta al propio Djokovic, el autor de la obra se desinfló y acabó perdiendo el game en cuestión. Lo cierto es que ambos desplegaron lo mejor de su repertorio y el tenis sonrió con las cualidades de las dos estrellas del circuito.
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