El intermedista dominicano señaló que mientras tenga la capacidad de ser un jugador productivo y reciba la oportunidad, se uniformará para representar a su país.
Quien ha visto a Robinson Canó jugar, especialmente durante la recién concluida postemporada de la Liga de Béisbol Profesional de la República Dominicana (LIDOM) y en las primeras tres fechas de la Serie del Caribe Miami 2024, podría olvidar que el veterano intermedista tiene 41 años. La gracia con la que aún se mueve en la segunda base, así como la forma en la que logra contactos sólidos y productivos, una vez entra en ritmo.
Canó ya tiene casi dos años fuera del béisbol de Grandes Ligas, sin embargo, mayormente se ha mantenido jugando pelota invernal en República Dominicana junto a Estrellas Orientales, así como involucrado en la nueva liga Baseball United, lo que hace innegable el amor que todavía siente por el deporte que lo vio convertirse en uno de los mejores jugadores de su posición, independientemente de los incidentes que tuvo en su carrera.
Al ser cuestionado sobre el significado de ser llevado a la Serie del Caribe en una edad en la que la mayoría de los peloteros ya ha dejado el juego o está cerca de dejarlo, Canó fue claro al indicar que es el amor por su deporte, así como por su país, lo que le mantiene con el ánimo de seguirse uniformando cuando tiene la oportunidad.
“(Estoy) Contento de que a esta edad pueda jugar así, a este nivel. (Estoy feliz) Poder ser invitado tanto por Gilbert (Gómez), como por los Tigres del Licey para seguir representando a mi país, me siento súper orgulloso, contento y siempre que pueda representar a mi país, lo haré de todo corazón”, inició diciendo el intermedista.
“Sé que mucha gente me dice ‘¿pero y qué fiebre es que tú tienes de pelota?’, pero de verdad, yo no soy abogado, ni ingeniero, ni doctor y esto es lo que yo amo, lo que me gusta y gracias a Dios que aprendí con esas leyendas que tuve el chance de jugar como (Derek) Jeter, Alex (Rodríguez), (Jorge) Posada, Mariano (Rivera), (Gary) Sheffield, todas esas personas, como ellos se preparaban y siempre me quedé con eso, porque siempre que salgo a jugar me gusta dar lo mejor de mí”, agregó Canó.
El segunda base del equipo de Serie del Caribe de República Dominicana detalló la preparación que tuvo que realizar para ponerse en forma, así como la conversación con su padre que le llevó a tomar la decisión de uniformarse nuevamente en la pelota invernal dominicana, teniendo claro que sus días dentro del deporte profesional como jugador pueden estar llegando a su fin.
No quedan dudas de que Canó se ha vuelto una insignia de Series del Caribe y es gracias al amor que todavía siente por el béisbol.