Cinco observaciones rápidas sobre el triunfo de los San Francisco 49ers sobre los Pittsburgh Steelers, por 20-3, en el "Monday Night Football" de la Semana 15:
Digno candidato: Varios analistas nos sorprendimos --sí, me incluyo-- cuando los 49ers tomaron a Aldon Smith en la primera ronda del pasado draft, séptimo global. No tenía tanto con Smith --un ligero ala defensiva procedente de Mizzou, lesionado buena parte de su última temporada universitaria-- sino con el hecho de que seguía disponible Robert Quinn de North Carolina, quien parecía un jugador mejor preparado para hacer la conversión a apoyador externo. Quinn fue reclutado también en la NFC Oeste, por los St. Louis Rams, y ha tenido una buena campaña de novato a la defensiva y en equipos especiales. Pero afortunadamente para los Niners, Smith ha sido simplemente espectacular. Esta noche, presionó por adentro y por afuera, presumiendo no solamente su gran velocidad para doblar la orilla, sino también una excelente técnica de manos para mantener a distancia al masivo tackle ofensivo Max Starks de los Steelers. Terminó la noche con 2.5 capturas, un balón suelto forzado y siete golpes sobre el mariscal de campo. Smith es candidato para ser nombrado Novato Defensivo del Año, y solamente seguirá mejorando en los años que vienen junto con un núcleo envidiable de jugadores jóvenes en San Francisco que incluye a Patrick Willis y NaVorro Bowman.
Riesgo de empeorar: Antes del partido, se reportó que los Ben Roethlisberger se estaban elevando un poco debido a la falta de apoyo ideal al momento de lanzar, producto de su esguince en la parte alta del tobillo en la pierna de apoyo. Esta noche, el pasador de los Steelers fue interceptado en tres ocasiones durante el primer medio, y pudieron haber sido quizás unas cinco intercepciones en total durante la noche. Además, un balón suelto perdido en una de las tres capturas que no pudo evitar el estático Roethlisberger. Comprendo que Pittsburgh pensó en aprovechar las caídas de los Houston Texans, New York Jets, Denver Broncos, Tennessee Titans, Oakland Raiders y sobre todo Baltimore Ravens para intentar posicionarse mejor en la siembra de la postemporada de la AFC. ¿Pero cuánta diferencia puede haber en de un Roethlisberger al 50 por ciento, o al 60 por ciento, de un Charlie Batch al 100? Quizás no mucha. Los Steelers arriesgaron a su mariscal de campo titular ante una defensiva que viene jugando como una de las mejores en la NFL, exponiéndolo a sufrir cantidad innecesaria de golpes por la falta de movilidad acostumbrada en Roethlisberger. Pero además, se dice que lo único que sirve para rehabilitar este tipo de lesiones es el descanso y el tiempo. Aprovechando las caídas de tantos competidores en la AFC, ¿por qué no darle un descanso completo a Roethlisberger para tratar de recuperar su tobillo de mejor manera para la postemporada? ¿Cómo va a afectar el estrés al que se sometió el tobillo lastimado esta noche, para retrasar la recuperación del mismo? ¿Y cuándo el partido estaba definido hacia el final del cuarto periodo, no era momento de retirarlo?
Relevo de lujo: Los Niners jugaron esta noche sin el mejor jugador de su plantilla, y posiblemente el mejor jugador defensivo de toda la liga: el apoyador interno Willis. El otro apoyador interno, Bowman, está jugando a nivel All-Pro, pero los Niners requerían un partido grande de Larry Grant sustituto de Willis. Obtuvieron eso y más. Grant desvió dos pases sobre la línea, cubrió consistentemente bien a los receptores en rutas de pase, y ejerció presión sobre el pasador cuando fue requerido. Si los 49ers siguen expandiendo su libro de jugadas defensivas --hubo varias instancias en que el liniero defensivo Ray McDonald me recordó a Haloti Ngata de los Ravens por la manera en que fue empleado en diversas situaciones y posiciones-- entonces podría haber algún paquete en que puedan alinear al mismo tiempo Willis, Bowman, Grant y el novato Smith.
La saeta con cabellera: Si algo hay que reconocer del juego de Troy Polamalu, es que los instintos del profundo de los Steelers no tienen comparación en la liga. En ocasiones, no importa dónde esté alineado Polamalu, porque ya sea que esté parado sobre la línea de golpeo o a 35 yardas de ella en el jardín central, tiene la capacidad de reaccionar --más que leer-- hacia el flujo de la jugada y conseguir la tacleada oportuna. El coordinador defensivo de los Steelers, Dick LeBeau, le da mucha libertad a Polamalu dentro del esquema de Pittsburgh, pero incluso a Ryan Clark le cuesta trabajo descifrar en ocasiones lo que va a hacer el profundo All-Pro. No importa porque los Steelers confían en los instintos de Polamalu y rara vez fallan.
Falta de contundencia: Los Niners ganaron ante un rival de calibre un partido de horario estelar en la recta final de la temporada, y se mantienen bien posicionados en la carrera por la siembra de los playoffs de la NFC. Eso debe aplaudirse, sobre todo considerando que es un equipo que viene de varias temporadas mediocres consecutivas en la historia reciente. Sin embargo, no todo debe ser miel sobre hojuelas para San Francisco. Los 49ers fueron, una vez más, altamente decepcionantes en zona roja. Incluso, el segundo touchdown de los de casa durante el juego llegó únicamente después de que Lawrence Timmons regalara una nueva primera oportunidad y la mitad de la distancia hasta la zona prometida por cometer penalidad en lo que había sido originalmente un gol de campo más. Los Niners están ganando, pero ser tan poco efectivo en zona roja es como caminar en la cornisa de un rascacielos. San Francisco tiene una defensiva de élite, pero basta un juego donde les encuentren el modo para acabar con las esperanzas de este equipo en postemporada. Ningún rival que puedan enfrentar en playoffs será sencillo, y muy pocos perdonarán la falta de instinto asesino de los Niners en zona de definición.