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Vucetich se queda en Chivas; para Einstein, sería una locura

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Joserra: 'Ojalá el Guadalajara se componga' (3:22)

Nuestro experto habló de la inminente continuidad de Víctor Manuel Vucetich al frente de las Chivas. (3:22)

LOS ÁNGELES -- Mientras los favoritos (América, Cruz Azul, Puebla y Monterrey) se debaten entre la vida y la muerte en la Liguilla, Chivas intenta su propia resurrección: renueva por un año a Víctor Manuel Vucetich.

En su más reciente gestión en Chivas, Chepo de la Torre se presentó al primer entrenamiento, el 8 de octubre de 2014, con una bitácora en la que aparecían reflexiones de Albert Einstein. No eran precisamente almas gemelas. El Chepo entiende tanto de la Teoría de la Relatividad como Einstein de futbol.

Una de esas frases en la bitácora del técnico rezaba: “Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”. El mismo regreso del Chepo, en ese momento, era una locura.

En Chivas, Ricardo Peláez y Amaury Vergara han decidido hacer la misma cosa una y otra vez, esperando resultados distintos. “Locura”, exclamaría tal vez Einstein mientras revisa sus apuntes sobre la Teoría de Campo Unificada.

Es cierto: hay un eslabón roto en lo que parece una ecuación perfecta. La fórmula no muestra errores, pero ha arrojado fracasos. La química y la física son rebasadas por el futbol.

Subrayemos algo: Ricardo Peláez es un tipo triunfador. Y sobre el ex Rey Midas, por sobrados motivos, se creó el mito de que equipo que tocaba lo hacía campeón. A ambos les habían entregado barro y habían devuelto porcelanas.

Para agregar una locura a otra locura inyectemos de positivismo este espacio, que generalmente destila más ácido corrosivo que bondades. Será cuanto más penoso que doloroso, pero...

Asumamos que en la tormenta de ideas de los atormentados cerebritos en Chivas se logró estructurar el proyecto perfecto. Peláez, Vucetich, Amaury Vergara, Marcelo Michel Leaño, y el resto del “Consejo Consulchivo”, encontraron la cuadratura del círculo. ¡Tiembla, Einstein!

1.- NO MÁS BUS-ETICH...
¿Cuánto aprendió Vucetich en este semestre trágico? ¿Y cuánto estará en condiciones de aceptar Vucetich que ha aprendido en este semestre trágico? Porque las lecciones sólo sirven si se asimilan.

“La mente que se abre a una nueva idea jamás volverá a su tamaño original”, aseguraba Einstein. A los 66 años, aún se puede aprender, Vucetich. Aún se puede crecer.

La mejor versión de Chivas en este Guard1anes 2021 ocurrió cuando el ex Rey Midas decidió -o lo decidieron-, jugar a ganar, con un contención, pero tres jugadores más de soporte en la recuperación de la pelota. Se defendía mejor, en sociedad con sus atacantes.

2.- LA TROPA...
El plantel de Chivas no es perfecto. Pero, es bastante competitivo. Vucetich debe entender que el jugador aprende, evoluciona, crece, aún en medio de su cinismo, aún en momentos dolorosos de extremo fracaso.

Alejandro Mayorga fue el mejor lateral izquierdo mexicano con Pumas, el de mayor recorrido ofensivo, y de repente es desechable en Chivas. Alexis Vega y Uriel Antuna son explosivos con la camiseta del Tri y quedan en deuda con Chivas.

Tal vez Vucetich no es ese perfecto conocedor del ser humano que ha hecho creer, a pesar de meter en cintura a tipos como Humberto Suazo, Osmar Donizette, Bofo Bautista y al mismo Ronaldinho.

Tal vez en este lapso ha entendido que, tras reprimendas, castigos, correctivos, ridículos mediáticos, tiene a un tropel de desesperados por triunfar. Sólo pueden jugar once. ES el momento de saber elegir y controlar esos once.

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3.- MACÍAS...
Es el parteaguas. En Chivas se pudre el talento de José Juan Macías. Y Chivas se pudre esperando el gran momento de Macías.

Vucetich dice haber intentado ayudarlo. Peláez asegura lo mismo. Respaldan los sueños de Macías con la selección nacional y su transferencia a Europa.

Es el mejor futbolista que tiene el Guadalajara, e incluso, parece ser el mejor atleta, pero, la gran duda es si es además el mejor competidor, el magnífico competidor, y, sobre todo, el más solidario en la forma de jugar que replanteará Vucetich.

4.- PENITENCIA...
¿Ha sido tan grave lo de Chivas? Sí, ha sido gravísimo. Por la dimensión de la inversión. Por la prosapia y la alcurnia de la que hace gala. Por el impacto mediático que tiene. Porque entre semejantes fracasos se convierte en el hazmerreír de la jungla futbolera de México.

Se vuelve más grave cuando tantos ensayos, experimentos, desesperaciones, han tenido lugar y desembocan al mismo sitio. Chivas se ha tragado vivos a diversos entrenadores, de todo tipo de rangos y de raleas.

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Chivas no ha tenido un estilo de juego desde la época de Matías Almeyda. Y después llegaron entrenadores sin ningún punto común en la forma de trabajo. Todos fueron como el agua y el aceite, y algunos, aceite quemado.

Han sido años de bochornosa, vergonzosa y dolorosa penitencia. ¿Habrá llegado el momento de la redención? “Locura”, insisto, diría Einstein.

E insistiendo, contra los hábitos de este espacio, que tiene menos lectores que puntos Chivas en el torneo, mantengamos una visión optimista, positiva: la permanencia de Vucetich se da bajo ciertas condiciones y exigencias, la primera de ellas se interpreta con la lectura del nuevo contrato: es sólo por un año y sin derecho a finiquito.

Y la otra versión que se ha filtrado: Ricardo Peláez ha ofrendado su puesto como respaldo absoluto a una exitosa temporada 2021-2022. Si no se cumplen objetivos, abandonaría al Guadalajara. Este gesto tiene un mensaje poderoso hacia Vucetich y el grupo de jugadores. Hay alguien dispuesto a inmolarse antes que a inmolarlos.

5.- EL ARCA PERDIDA...
Se ha agregado una pieza clave al proyecto: Marcelo Michel Leaño. Ya da frutos. Fernando Beltrán, Luis Olivas, Sergio Flores y Eduardo Torres. Tiene más nombres en cartera.

Es parte de lo que rescató al ex Rey Midas, el haber oportunidad para jugadores de casa, el entrar al repechaje, y momentos de futbol ante Tijuana, Monterrey, Atlas, Tigres y Pachuca, antes de que el mismo Vucetich desordenara al equipo con cambios extraños.

Sin embargo, dentro de los ilusionantes o alucinantes intercambio de ideas, la tormenta de ideas de las atormentadas cabecitas de Chivas, creen que en menos de un año, habrá un equipo renovado en plantilla, en estilo de juego y en resultados.

En espera de la lista oficial de transferibles, el Guadalajara pretende sanear su nómina, reducir costos, pagar deudas como las que tiene con Necaxa y Manchester City, y sacudirse de potenciales problemas de indisciplina.

Por lo pronto, ya no habrá más promesas precipitadas, apuestas demenciales ni pavoneos surrealistas, como eso de que “aquí ya no se habla de descensos, sólo se habla de títulos”, una bravata que se ha convertido en la cruz más pesada para Ricardo Peláez.

Albert Einstein, traído a colación al inicio del texto, habló de las bendiciones de los momentos de crisis, que es el caso y el caos de Chivas, más allá de que sus cabezas lo nieguen.

“La crisis es la mejor bendición que puede sucederle a personas y países, porque la crisis trae progresos", sostiene el físico alemán. “Es en la crisis donde aflora lo mejor de cada uno, porque sin crisis todo viento es caricia. Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos duro. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla”.

En la teoría, Chepo de la Torre no estaba equivocado. En la práctica, él se convertiría en parte de la crisis.

Ahora viene esta nueva etapa en Chivas. Y no puedo alejar el escepticismo del mismo Einstein. “Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes resultados”.