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Protocolo para la vuelta del boxeo en Argentina

La Federación Argentina de Boxeo (FAB) publicó esta semana su propio protocolo para el retorno de la actividad en el país pese a la pandemia del Covid-19.

El mismo establece un regreso a la actividad en tres fases: la reapertura de los gimnasios, la realización de eventos y el ingreso de personal interviniente.

Entre las primeras medidas está que todos los gimnasios deberán reducir su capacidad para respetar al menos cuatro metros cuadrados por persona. Además, ninguno podrá superar su período de entrenamiento por más de 60 minutos (45 de entrenamiento neto y 15 para limpieza).

En otro apartado aclara: "Estará prohibida la utilización de toallas o toallones durante el entrenamiento, así como también no se podrá salivar ni realizar secreciones nasales externas, causante de una contaminación en la ropa o en el aire y tampoco se podrá compartir las botellas para hidratación".

Así también se solicita fomentar la higiene con dispensadores de desinfectantes a la entrada de los gimnasios, en la sala de entrenamiento y en camarines. La limpieza debe incluir los calzados y el equipamiento.

A los entrenadores se les exigirá mantener el distanciamiento social con el púgil (sin contacto) junto al uso obligatorio de mascarillas y guantes de látex.

El protocolo de la FAB no hace mención al uso de test PCR para confirmar el contagio de Covid-19 de alguno de los participantes de la velada de boxeo, pero sí un monitoreo de posibles síntomas a través de una planilla.

El uso de mascarillas es obligatorio sólo para las esquinas y las autoridades. No hay mención al árbitro, quien podría impartir justicia eventualmente a boca destapada.

Se mantienen las medidas generales de limpieza, desinfección y distanciamiento social para este tipo de eventos, reglamentados por las autoridades argentinas.

En las medidas se implementará el ingreso por una única entrada del público, para permitir la desinfección de su calzado y someterlos a un control de temperatura. Queda estrictamente prohibido el ingreso de personas que pertenecen a los grupos de riesgo.