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México y el aplauso a la medianía... Ochoa evita el 'Aztecazo' y Martino va de mal en peor

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Aspe: 'México se ha dormido, se ha estancado... no crece' (1:21)

Alberto García Aspe habla sobre la efectividad del Tri con el 'Tata' (1:21)

¿Quién lo diría? Ahora se festejan los empates sin goles ante Estados Unidos en el Estadio Azteca. De ese tamaño ha sido la desastrosa eliminatoria de México rumbo al Mundial de Catar.

Es una realidad que el Tricolor brindó uno de sus mejores partidos en el Octagonal, pero con todo y ello Guillermo Ochoa fue la figura y evitó otro ‘Aztecazo’, esta vez cortesía de los vecinos del norte.

Desde la alineación, el técnico Gerardo Martino mostró la congruencia que tanto se le exige, y salvo la posición de lateral derecho, en donde existe un clamor general para que Alan Mozo reciba un llamado, el resto de los futbolistas era lo mejor que podía presentar.

Curiosamente Jorge Sánchez acabaría teniendo un partido bastante respetable, con todo y que con frecuencia suele ser sumamente cuestionado.

Y sí, México mejora pero tampoco se puede hablar de un equipo brillante, reconocible, que abrumó al rival al grado de que el guardameta visitante acabara siendo el héroe o de que el 0-0 resultara injusto. En lo absoluto.

Las mejores y más claras oportunidades de gol fueron de Estados Unidos. Un par de Christian Pulisic, la primera una falla increíble prácticamente en el área chica; una más de Yunus Musah; y la que rayó en el ridículo, el disparo de Jordan Pefok que casi se fue a saque de banda.

Recordar que al oponente en turno le faltaban por lo menos un par de futbolistas de peso: Weston Mckennie y Sergiño Dest, de la Juventus y el Barcelona, nada más. Ambos ausentes por lesión.

Con todo y eso Estados Unidos ratificó la hegemonía que mantiene sobre el Tri, la cual se extendió a cuatro partidos al hilo, con tres victorias y un empate. Ya no es más un equipo que se siente víctima cuando enfrenta a México, todo lo contrario, se sabe superior y como tal se presenta incluso en el mismísimo Estadio Azteca.

Con todo este panorama resulta alarmante que desde seno Tricolor el empate en casa se haya tomado como positivo, cuando se perdió la oportunidad de frenar la paternidad estadounidense, dar un golpe sobre la mesa y de paso colocarse en segundo lugar del Octagonal con pie y medio en el Mundial.

Y desde el análisis en TV y otros medios también se juzgó y ponderó que la Selección Nacional mostró una “gran versión”, y como no perdió, ya regresó cierta tranquilidad con el inminente boleto a la Copa del Mundo.

De los futbolistas mexicanos destacados se puede hablar de Hirving Lozano, quien pese a estar lejos mejor de su mejor versión y a que por momentos se mostró errático, siempre que toca el balón contagia y hay sensación de peligro.

Johan Vásquez le dejó claro al ‘Tata’ que está listo para no soltar la titularidad. Es de los pocos en Europa que juega siempre en su equipo y quedó de manifiesto el ritmo y alto nivel que tiene en este momento.

Desde luego Memo Ochoa respondió como suele hacerlo siempre en el Tricolor, e hizo gala de jerarquía y de que está más vigente que nunca con todo y que se utilice su veteranía como un argumento para atacarlo.

Y si por un lado Martino acertó en la alineación, por el otro volvió a ser el tipo que no reacciona, que no muestra recursos, que le tiene pavor a mover un esquema, y fue de llamar la atención que al minuto 75 le seguían pidiendo a Alexis Vega que apretara el calentamiento. 


El delantero ingresó y de inmediato se notó su presencia, pero fue sumamente tardío el cambio. Y qué decir de la entrada de Érick Gutiérrez cuando al partido le hacía falta vértigo y que México apostara por la victoria.

El jugador del PSV, cuya convocatoria ya resulta cuestionable, regaló 15 minutos de apatía, de nula intensidad, cero decisión ni peso específico. ¿Qué buscó el técnico con su ingreso? Solo él podría explicarlo, pues además se trata de un jugador que a nivel de Selección Mayor no ha demostrado absolutamente nada.

Sí, México mejoró pero no era difícil luego de la terrible eliminatoria que ha tenido. Lo preocupante es que ya exista tranquilidad y hasta alegría porque no se volvió a perder ante el vecino.

Aplaudir o valorar la medianía no es ni cerca el camino para aspirar a algo más que la Fase de Grupos en la Copa del Mundo.