Era el 20 de junio de 2003. La MLB aún buscaba hacer que el juego interligas fuera una especie de espectáculo dentro de la temporada en el calendario, por lo que todos menos uno de los 14 enfrentamientos en la lista fueron rivalidades entre la Liga Americana y la Liga Nacional. Los Angelinos de Anaheim, los Marlins de Florida y los Devil Rays de Tampa Bay todavía eran marcas existentes, al igual que los Expos de Montreal. Jackson Holliday, la primera selección del draft de este año, aún no había nacido.
En otras palabras, fue hace bastante tiempo. Esa noche en St. Louis, Albert Pujols tuvo problemas, al irse de 5-0 contra un sorprendente equipo de los Kansas City Royals. No te preocupes: esa noche libre contra K.C. redujo el promedio de la temporada de Pujols a .376.
Mientras tanto, en el Pro Player Stadium de Miami, el cotizado toletero de 20 años Miguel Cabrera debutaba en MLB. Después de comenzar su carrera yéndose de 4-0, Cabrera dio un paso al plato contra el relevista de los Devil Rays, Al Levine, en la undécima entrada de un juego empatado 1-1. Envió de inmediato una línea al jardín central. El jardinero central de los Devil Rays, Rocco Baldelli, se dio la vuelta y la persiguió, pero el golpe pasó por encima de la pared, puso fin al juego y puso en marcha una turba de celebración alrededor de Cabrera en el plato. Nació una estrella.
Mucho ha cambiado desde entonces, en el béisbol y en otros lugares. Pero con Cabrera saliendo de la lista de lesionados el lunes y conectando un sencillo productor en su primer turno al bate en Baltimore, tanto él como Pujols todavía están con nosotros, haciendo lo suyo. Si bien no son lo que alguna vez fueron, ambos tienen la estatura de estrellas que se dirigen al Salón de la Fama.
Ambos disfrutaron de una especie de temporada dividida en 2022. Si bien Cabrera disfrutó de una sólida primera mitad, las lesiones estallaron y sus números comenzaron a hundirse, una dinámica que ha marcado el ocaso de su carrera. Mientras tanto, Pujols comenzó lentamente, pero su explosión en la segunda mitad lo puso milagrosamente en camino de alcanzar los 700 jonrones en su carrera y se convirtió en una de las historias icónicas de la temporada. Veinte temporadas después de haber estado juntos en las mayores, Cabrera y Pujols siguen atrayendo nuestra atención.
Por ende, la era Pujols-Cabrera está entrando en su recta final. La temporada de los Tigres terminará el 5 de octubre. Mientras que Pujols jugará hasta octubre con los Cardenales que van a los playoffs, cuando termine su temporada, también lo hará su carrera. Y cuando comience la temporada 2023, por primera vez desde el 19 de junio de 2003, Pujols y Cabrera ya no estarán activos al mismo tiempo.
Es tentador comparar estos dos, pero ¿por qué? Pujols tiene totales de conteo más altos que Cabrera, pero en términos porcentuales, es un virtual empate. Pujols tiene un OPS+ de 144 en su carrera, justo por delante de los 142 de Cabrera. Son verdaderos compañeros históricos. Ambos están entre los mejores de la historia, como dos de los cinco bateadores diestros que superaron los hitos de los 3,000 hits y los 500 jonrones. En lugar de compararlos entre sí, tal vez deberíamos centrarnos en pensar en ellos en conjunto como un reconocimiento de lo privilegiados que hemos sido de verlos a ambos en acción al mismo tiempo durante tanto tiempo.
Entonces, ¿dónde se ubica la era Pujols-Cabrera, con dos de los mejores bateadores diestros de la historia, entre esas duplas históricos? ¿Son estos los dos bateadores derechos simultáneos más prolíficos en los anales del béisbol?