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La Novena: De dúos rotos, Harper enseñando español y las necesidades de Big Papi

1. PARECÍA QUE NO, PERO SÍ. La carrera de Los Angeles Angels por un puesto comodín en la Liga Americana auguraba que la estrella japonesa Shohei Ohtani podía terminar la temporada en Anaheim. Pero siete derrotas en los últimos 10 partidos y la lesión en la muñeca de Mike Trout, que requirió cirugía y lo alejará probablemente un mes del terreno de juego, lucen como lastres demasiado pesados para que "el otro equipo de Los Angeles" retenga al mejor pelotero de Grandes Ligas más allá del 1 de agosto, fecha límite para hacer cambios. Ohtani lo ha dicho por activa y por pasiva, quiere ganar ya. Dudo que haya cambiado de opinión. A sabiendas de que las posibilidades de su equipo de avanzar a playoffs son escasas, no me extraña que --a pesar de su ecuanimidad y comportamiento intachable--, presione en busca de una salida de inmediato. Todos los equipos que pelean un puesto en la postemporada son potenciales pretendientes. Los favoritos, los de siempre, las novenas de grandes mercados. ¿A dónde irá? Voy a lanzarme al agua. Ohtani jugará su primera postemporada en MLB con "el equipo de Los Angeles": Dodgers.

2. UN REPRESENTANTE DE la vieja escuela del béisbol alzó la voz para criticar a la pelota moderna. El ilustre disidente fue el ex tercera base de los Boston Red Sox, Wade Boggs, quien tuvo una carrera que lo llevó al Salón de la Fama de Cooperstown en la clase de 2005. Boggs, que ganó cinco títulos de bateo entre 1983 y 1988, declaró a masslive.com que ya no suele ver pelota frecuentemente porque el juego donde una vez sobresalió ya no se parece al de hoy. "Disfruto aspectos del juego. Pero para mí, ¿todas las reglas nuevas? No soy fanático. Cuando tienes un corredor fantasma en la décima entrada para entradas adicionales y pierdes el juego, creo que han perdido el bote en eso". El 12 veces All Star no perdió la oportunidad para atacar hacia todos los flancos: "Es una locura cómo la sabermetría se ha apoderado del juego, tratando de hacerlo genial, pero simplemente no encaja. Creo que querían hacerlo más interesante para los niños de la generación más joven, donde pudieran tabular números y decir, 'Ooh, eso es genial', y el ángulo de lanzamiento y varias cosas como esta. Así que ver un partido de béisbol es una ecuación matemática". El exjugador de 65 años y que ganó la Serie Mundial en 1996 agregó que "los locutores comienzan a lanzarte números: 'Tenía una velocidad de salida de 107 con un ángulo de lanzamiento del 37 %. Y su jonrón fue de 93 grados. Nadie quiere escuchar eso. "Conectó una bomba. Y le pegó fuerte. Eso es lo suficientemente claro para el juego. No reinventes la rueda cuando no está plana". Puede estar de acuerdo o no, pero el hombre tiene su punto.