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La Novena: De 'viejitos' rejuvenecidos, sinTRASHtros y caballeros

1. ¿VIEJO... YO? Debe haber soltado Miguel Cabrera cuando varios periodistas -entre los que me incluyo- sugerimos que su carrera como ligamayorista estaba en un punto muerto y lo mejor para su legado era retirarse cuando todavía quedaban restos de su aureola como el bateador total que ganó dos premios de Jugador Más Valioso (2012 y 2013) y la única triple corona (2012) en los últimos 54 años. Afortunadamente, Miggy perseveró. Se sobrepuso a las lesiones que le han mermado en las últimas temporadas y desechó los consejos de colgar los guantes. Razones de peso para hacer oídos sordos fueron los dos años de contrato garantizado que le restan con los Detroit Tigers (2022 y 2023), en cada uno de ellos devengará la nada despreciable cifra de $32 millones, y su amor propio. Si bien para su estándar está teniendo una temporada discreta, su ascenso es indiscutible y nos hace recordar quién fue en la caja de bateo en el pasado reciente.

2. LA PROGRESIÓN OFENSIVA de Miggy es evidente. Usemos el promedio de bateo como patrón de comparación. En el mes de abril, Cabrera bateó para .140, dígitos que ruborizarían al mismísimo torpedero mexicano Mario Mendoza, tristemente célebre por "prestar" su apellido (Línea Mendoza) para definir cuando un bateador está promediando por debajo de .200. La mala racha continuó en mayo. Si bien añadió 64 puntos a su average (.204), un tipo que promedia .311 en 19 temporadas debe sentirse avergonzado. Pero en junio comenzó su repunte. Volvió a parecerse al pelotero de antaño. Estiró su porcentaje ofensivo a .329, producto de 28 indiscutibles en 85 turnos, además de tres jonrones, 14 remolques, .356 de OBP, .454 de SLUG y 850 de OPS.