MÉXICO -- En su paso por la ciudad de Los Angeles, la franquicia de los Raiders alcanzó la cima de la NFL con un triunfo sobre los campeones defensores Washington Redskins en el Super Bowl XVIII en el extinto Tampa Stadium.
Como dato, fue la primera y única ocasión en la historia que un equipo de Los Angeles ganó el Super Bowl, además fue la primera ocasión que Tampa recibió el gran juego.
El elegido: El corredor Marcus Allen tuvo una de las mejores actuaciones del Super Bowl al guiar a los Raiders a su tercer y último campeonato al destruir a la defensiva de los Redskins.
Allen terminó con dos touchdowns promediando 9.55 yardas por acarreo, además de nueve yardas por recepción.
Los argumentos: Allen rompió la marca de yardas terrestres en un Super Bowl alcanzando 191, superando la marca establecida por John Riggins, quien sumó 166 yardas un año antes en el Super Bowl XVIII.
Lo más notable para Allen es que enfrentó a una defensiva que apenas permitió 1,289 yardas terrestres durante la temporada con 3.7 yardas por acarreo.
La controversia: La actuación de Allen fue muy completa y no hay ninguna duda en que mereció recibir el reconocimiento, sin embargo podemos argumentar que la defensiva permitió a los Raiders tener control del partido.
Jeff Barnes, Mike Davis, Greg Townsend, Rod Martin, Matt Millen y Bill Pickel sumaron una captura cada uno; Mike Haynes y Jack Squirek terminaron con una intercepción; y Charley Hannah y Martin contribuyeron con un balón suelto recuperado cada uno.
El resultado: El triunfo de Los Angeles fue contundente, siendo una mayores palizas en la historia del Super Bowl con un marcador 38-9. Los Raiders ya no volvieron a ganar un título después de vencer a los Redskins, que ganaron un par de campeonatos en la siguiente década.