Esta temporada me está trayendo gratos recuerdos. Recuerdos de cuando la NFC Este dominaba la NFL y no era la "NFC Peste" en la que se convirtió en los últimos siete años. De 1983 a 1995, sus equipos ganaron ocho campeonatos. Es la única división en la NFL en la que TODOS los equipos tienen marca ganadora. En este momento tendría tres equipos clasificados a postemporada, algo que no ha ocurrido desde 2007. Cierto, falta mucho camino por recorrer y muchos partidos dentro de la división, pero los resultados son alentadores.
Recibo muchas quejas por hablar de los Vaqueros de Dallas con frecuencia. Esas personas son apasionados de sus respectivos equipos y se podría temer que comentan con un dejo de envidia. No hablar de los Vaqueros sería ignorar la historia más importante de la presente temporada. Es la realidad y me deber es ser objetivo. No voy a hacer alusión al debate de Romo vs. Prescott. Creo que ya quedó decidido. Sí es necesario comentar la maduración paulatina de Prescott semana tras semana. De cómo contra Pittsburgh, en un lugar altamente hostil y tuvo sus problemas, pero no perdió la calma y al final sacó adelante a su equipo con buenas decisiones y excelente pases.
Que quede claro: habrá un momento en la temporada que, al igual que Napoleón, Prescott tenga su Waterloo. Como escribí antes, los momentos de adversidad en la NFL son inevitables y necesarios para el desarrollo total de un jugador. Los Vaqueros estarán en la posición envidiable de tener a Tony Romo disponible si lo juzgan necesario.
Por su parte, Ezekiel Elliott es sin lugar a duda el Novato del Año y candidato a Jugador más Valioso. Sigue vigente la investigación de la NFL en dos casos de violencia doméstica. No me sorprendería en lo absoluto una suspensión antes de la conclusión de la temporada regular. La línea ofensiva está jugando a tal nivel que la contratación de Alfred Morris podría ser la diferencia entre llegar al Super Bowl y quedar fuera.
Hablando de llegar al Super Bowl, este año mis favoritos están haciendo mejor papel que los que presenté en 2015, Baltimore y Philadelphia (lapsus brutus a la N potencia). Kansas City tiene, junto con Oakland y New Inglaterra, el mejor récord de la conferencia.
Seattle, como es su costumbre en la segunda mitad de la temporada, está de regreso. Russell Wilson parece haberse recuperado lo suficiente de sus tres lesiones (tobillo, rodilla y pectoral) para tener la movilidad que lo hace, valga la redundancia, Russell Wilson, el jugador más peligroso y productivo al final de la temporada 2015.
La diferencia, sin embargo, ha sido la línea ofensiva. Un desastre al inicio de temporada, parece haber encontrado la combinación ideal de jugadores. Tom Cable es el mejor entrenador de estas unidades. Se sacaron la lotería con George Fant, un agente libre de Western Kentucky que jugó basketball cuatro años y fútbol americano en su quinto. Fue jugador de línea defensiva. En la prueba ante scouts de la NFL, lo evaluaron para línea defensiva, línea ofensiva, linebacker y ala cerrada. Lo que los convenció fue su corpulencia y gran agilidad. Fue titular por primera vez contra New Orleans y no lo hizo mal. Jugó bien ante una buena línea defensiva de Buffalo y tuvo excelentes momentos contra los Pats. Justin Britt fue cambiado a centro este año y está empezando a dominar la posición. Germain Ifedi, la primera selección esta temporada, tuvo participación limitada en pretemporada debido a una lesión, pero también está mejorando de nivel. Thomas Rawls regresará pronto. C.J. Prosise está mostrando su versatilidad y Michael Bennett regresará próximamente de su cirugía en la rodilla.
Kansas City me preocupa un poco. Mi pronóstico incluía el regreso en plenitud de Jamaal Charles. Todavía podría darse, pero en este momento está en la reserva de lesionados. La defensiva es la más oportunista de la NFL y esperan que Justin Houston recupere su nivel. Su ausencia no está pesando tanto como la de Charles debido a la producción de Dee Ford que lleva 10 capturas.
La semana pasada hice mención acerca de los problemas de Green Bay y su desliz del grupo de contendientes. La situación parece ser más seria de lo anticipado. Han extrañado a Clay Matthews. Su ausencia por lesión coincide con la racha de tres derrotas del equipo. Probablemente cuando regrese lo haga de LB por el centro, en donde su vio forzado a jugar el año pasado.
No me ha tocado revisar a fondo a los Empacadores. Ya vendrá la oportunidad cuando jueguen en MNF en un par de semanas. Varias fuentes de información reportan de una división entre Mike McCarthy y Aaron Rodgers. Ninguno ha criticado al otro en público. De acuerdo a estas fuentes, Rodgers todavía tiene un resentimiento contra McCarthy porque como coordinador ofensivo de San Francisco no cabildeó por su selección en el draft de 2005. De ser cierto esto, me decepcionaría la madurez de Rodgers.
Lo que sí se ha confirmado es que McCarthy está disgustado con Rodgers por el manejo de la ofensiva. El sistema de McCarthy depende de pases rápidos en perfecta coordinación con los receptores. El problema es que los receptores no han tenido éxito sacudiendo marcas y Rodgers, en lugar de lanzar un pase incompleto, está buscando extender jugadas más allá de lo que hacía normalmente. Ha recibido golpes fuertes, capturas y ha provocado entregas. McCarthy está molesto con la situación y Rodgers también. No tienen un buen ataque terrestre, pero este no ha sido su punto fuerte en la era de Rodgers. Regresó James Starks y eso ayudará, pero necesitan arreglar las diferencias internas que existen para poder salir adelante. Por mi parte, todavía los considero mi favorito para ganar su división.
Los problemas de Green Bay no le restan mérito a lo que hizo Tennessee. En este espacio leyeron al inicio de la temporada que era uno de mis caballos negros. En este momento me atrevo a decir que terminarán como el campeón de la división. Tienen derrotas frente a Houston de visitante e Indianapolis en casa, pero eran otro equipo diferente. Los Titanes son un equipo que mejora semana tras semana y en este momento son el mejor equipo de la División Sur. La línea ofensiva no está tan lejos de la de Dallas, y Marcus Mariota está aprendiendo a minimizar errores. Houston, el líder, no tiene QB e Indy, no tiene defensiva. El ganador terminará con marca de 9-7 o quizás 8-8 y aunque su calendario en el cierre es complicado, tienen lo necesario para ganar.
Seguido recibo quejas de los fans de Pittsburgh respecto a Mike Tomlin. Tomlin es un entrenador que ha dado resultados llegando a dos Super Bowls y ganando uno, y teniendo equipos que seguido califican a postemporada. Pero tiene sus idiosincrasias. La más grande es su preferencia por ir por dos puntos después del primer TD. No me inquieta tanto que lo haga, pero sólo una vez. Normalmente, esta temporada, pateaba el siguiente punto extra habiendo logrado o fallado la primera conversión. Contra Dallas se empeñó en buscar dos puntos después de cada TD. Anotaron cuatro. Al final, sabiendo que Dallas ganaría con un gol de campo, la defensiva tuvo otra mentalidad y otra estrategia. Después de la recepción de Jason Witten y el castigo por jalar la careta, parecían estar resignados a la derrota con un gol de campo. No vi mucha intensidad en el acarreo de TD de Elliott de 32 yardas. De haber perdido por un gol de campo, por una diferencia de dos puntos, los medios de Pittsburgh y su afición no hubieran perdonado a Tomlin. No estoy seguro que en este momento estén muy contentos con su estilo.
Finalmente, que tristeza que no le queda mucho tiempo a los Cargadores en San Diego. El voto para aprobar impuestos que se designarían a la construcción de un estadio nuevo junto con un centro de convenciones fracasó. Este tipo de situación, por más que lo desmientan los jugadores, pesa anímicamente y eso se refleja en el emparrillado. Dudo que Philip Rivers permanezca con el equipo en 2017. A pesar de que lanzó cuatro intercepciones en el último cuarto, sigue siendo un QB élite. Esta franquicia, en una nueva sede, buscará reconstruir con jóvenes. Espero que algún equipo contendiente busque sus servicios porque Rivers se merece un campeonato.
En lo personal, a menos de que pase un milagro, me quedaré con las ganas de regresar a la mejor sede que pueda tener el Super Bowl.