Antes de que empezara la Ronda de Comodines de los playoffs de la NFL, tuvimos dos noticias que causaron revuelo. Una fue el artículo publicado por ESPN respecto a tensiones internas entre Robert Kraft, Bill Belichick y Tom Brady; y la otra el rumor, y luego la confirmación, de que Jon Gruden sería el próximo entrenador en jefe de Raiders.
He visto como fans de New England se enfurecieron con ESPN. Al contrario, deberían estar sumamente agradecidos. Si acaso tiene algún impacto esa nota, será el de galvanizar a los Pats y enfocarlos aún más a esta postemporada.
La percepción de la organización de New England es que son “El Imperio Malvado” (The Evil Empire). No comparto la opinión, pero sí son una institución especial con una fórmula ganadora que depende de estos tres individuos, cada uno excepcional en su función.
Una posible analogía con “La Guerra de las Estrellas” (Star Wars) tiene que ver con la nave imperial, la que condujo a Darth Vader, o actualmente a Kylo Ren, el “líder supremo”. Como sucedió en varias de las películas, para destruirlos hay que desactivar el escudo que protege a la nave Los ataques y comentarios de la prensa, y las distracciones que inevitablemente ocurren dentro de un equipo son rechazadas por el escudo que es Belichick. Afuera podrán estar cayendo bombas y rayos láser, pero Belichick tiene la capacidad de desviarlos y de que “dentro de la nave” el enfoque sea única y exclusivamente en el próximo rival.
Y cuando tienen una motivación extra, llámense acusaciones de hacer trampa, suspensiones, o teorías sobre las relaciones entre los tres principales, la atención al más mínimo detalle y el enfoque en ganar se incrementan de manera logarítmica. ¿Existen tensiones, molestias y diferencias de opinión? Seguramente. ¿Tendrán un efecto negativo en el desempeño del equipo? Para nada, si acaso será todo lo contrario.
La contratación de Jon Gruden fue algo que John Sutcliffe anticipó hace meses. Los que ven "NFL Live" lo habrán escuchado. Si no ven "NFL Live", con mucho el mejor programa de la NFL en español, se pierden de mucha información valiosa. Sé que el horario es incómodo. Si tienen forma de grabarlo lo deben hacer.
Jon Gruden fue un gran compañero en ESPN. Siempre estuvo disponible a contestar preguntas, dudas y a dar consejos cuando lo contacté. Si no tomaba la llamada inmediatamente, se comunicaba en menos de 24 horas. Le deseo lo mejor.
La NFL ha cambiado mucho desde que dejó los emparrillados por las cámaras de TV. El ajuste más difícil será el no tener el mismo número de prácticas con contacto total cada semana. Han pasado diez años desde que el último equipo de Gruden en Tampa Bay llegó a playoffs en 2007, y 15 desde su última victoria en playoffs en el Super Bowl XXXVII. Fue despedido de Tampa Bay a pesar de tener marca ganadora en 2008.
Un comentario que hizo en una ocasión es que si regresaba a la NFL, sería con un equipo que tuviera un buen quarterback. Lo tendrá en Derek Carr. Rich Gannon tuvo sus mejores momentos gracias al tutelaje de Gruden. Otro aspecto que extrañamente no se le reconoce a Gruden es la capacidad que tiene para identificar talento en entrenadores. En la actualidad, cuatro head coaches fueron sus asistentes: Mike Tomlin, Jay Gruden y los precoces Kyle Shanahan y Sean McVay. Otros como Rod Marinelli, Bill Callahan y Raheem Morris también lo fueron. En muchos equipos de la NFL hay coordinadores que estuvieron con él. Esa es, en mi opinión, su cualidad más importante. Seguiré de cerca el proceso de integración del grupo de asistentes que conforme Gruden en Oakland. De eso dependerá su éxito. Con un contrato de 10 años por 100 millones de dólares, la presión será tremenda y las expectativas nada menos que ganar el Super Bowl. No será nada fácil, pero por lo menos ya no tendrá que lidiar con el “Tuck Rule”.
Tuvimos un gran inicio, bueno casi, de los playoffs 2017. Digo casi, porque aunque fue un partido cerrado, el juego entre Buffalo y Jacksonville no tuvo gran calidad ofensiva.
El primer encuentro de la jornada fue en Kansas City en donde Andy Reid volvió a refrendar su reputación de ser alguien que arma equipos sólidos y competitivos, pero que no llega lejos en playoffs. Algunos lo comparan con Marty Schottenheimer y coincido. Otro ejemplo es Chuck Knox que fue entrenador en jefe con Los Angeles (Carneros), Buffalo y Seattle.
Reid es famoso por haber llegado a cinco campeonatos de conferencia y haber perdido cuatro. Knox llegó a cuatro y los perdió todos. Kansas City desperdició una ventaja de 18 puntos en medio tiempo contra Tennessee. No pudieron ajustar después de la salida por conmoción de Travis Kelce. Kareem Hunt, que tuvo seis acarreos en el primer cuarto, tuvo sólo cinco el resto del partido. Al final, fue el ataque terrestre de Tennessee y la incapacidad de los Jefes de frenarlo lo que decidió este encuentro. Marcus Mariota, quien empezó nervioso e inconsistente en el primer tiempo, asumió el control del partido fue una inspiración para sus compañeros.
Contra Pats, Mariota tendrá que jugar igual o mejor como lo hizo en el segundo tiempo, pero desde el silbatazo inicial. Sin agraviar a los fans de Tennessee, no le veo muchas posibilidades a los Titanes contra los Pats. New England no es un equipo invencible y la protección de Tom Brady es dudosa. Los siete frontales de los Titanes tendrán que dar el esfuerzo de su vida, posible pero poco probable contra los Pats en Foxborough.
Los Carneros de Los Angeles tuvieron una gran temporada, pero se notó la falta de experiencia del cuerpo técnico y de los jugadores en playoffs. Excedieron por mucho las expectativas antes de la temporada. Sean McVay transformó un equipo mediocre en la mejor ofensiva de la NFL, pero no les alcanzó. Lo que más me impresionó fue el desempeño de la defensiva de Atlanta. Pudieron neutralizar a Todd Gurley y forzar a Jared Goff a ser el protagonista del partido. Goff no jugó mal, pero al final, habiendo sido contenido Gurley, el ataque aéreo no les alcanzó.
Atlanta es muy diferente al de 2016. La ofensiva sigue en etapa de transición con Steve Sarkisian de coordinador ofensivo. Matt Ryan no lanzó más de dos pases para touchdown en ningún partido esta temporada. Corrieron en 39 jugadas contra una defensiva de LA que tuvo problemas frenando acarreos este año, pero sin mucho éxito. Tendrán un duelo interesante contra un ataque de Philadelphia que se vio mal en sus últimos dos partidos y que extrañamente descansó a Nick Foles al final del último partido de temporada regular.
Marquand Manuel, el coordinador de la defensiva de Atlanta ha hecho un excelente trabajo esta temporada. Ha sabido aprovechar la tremenda velocidad de su linebackers. La defensiva secundaria juega con más agresividad. Philadelphia tiene una defensiva que empezó bien la temporada, pero que cerró mal, con muchas confusiones en la defensiva secundaria. Será un duelo de defensivas. En este momento, la de Atlanta entra en el debate de si es la mejor de los ochos equipos de la ronda divisional.
Me queda claro que Blake Bortles no es la respuesta, ni el futuro de los Jaguares de Jacksonville. Su actuación fue deplorable contra Buffalo a pesar de que tuvo oportunidades. Terminó con sólo 87 yardas por pase, pero corrió para 88. Dudo que Tom Coughlin ejerza la opción para darle un quinto año en su contrato.
Los Jaguares me recuerdan a Seattle antes de la llegada de Russell Wilson. El esquema defensivo es el mismo, instalado por Gus Bradley. Doug Marrone, hizo algunos cambios en su grupo de entrenadores como traer a Perry Fewell como entrenador de la defensiva secundaria, pero mantuvo a ambos coordinadores, Nate Hackett y Todd Wash. Tampoco es un equipo con experiencia en playoffs, pero tres contrataciones importantes de agencia libre aportan sabiduría en postemporada. Malik Jackson, firmado en 2016, ganó el Super Bowl con Denver un año antes. Calais Campbell jugó en el Campeonato de Conferencia contra Carolina, y A.J. Bouye llegó hasta la ronda divisional con Houston.
Estas contrataciones redondearon una defensiva sigue siendo imponente. No sufrieron contra un quarterback con muchas limitaciones como Tyrod Taylor. En la Semana 5 abrumaron a Ben Roethlisberger forzándolo a lanzar cinco intercepciones, dos de las cuales regresaron para touchdown. El duelo entre Jalen Ramsey y Antonio Brown vale el costo del boleto. Defensivas ganan partidos y eso les da esperanzas, pero para ganar Bortles tendrá que tener una metamorfosis drástica. De lo contrario, podríamos ver a Eli Manning o Alex Smith al frente de esta franquicia en 2018.
Nos tocó narrar el partido entre New Orleans y Minnesota en la Semana 1. La diferencia de 10 puntos a favor de los Vikings no reflejó lo que sucedió en el terreno de juego. Fue un dominio total de Minnesota que esa noche tuvo a un Sam Bradford inspirado y a Dalvin Cook con 137 yardas totales. Ambos están en la lista de lesionados. Carolina puso la muestra de como neutralizar a la mancuerna de Mark Ingram y Alvin Kamara. Drew Brees empezó mal el partido contra las Panteras, pero como es su costumbre, una vez que entró en ritmo tomó el control del partido.
Cam Newton tuvo uno de los mejores partidos que le he visto. Sus receptores le quedaron mal y el arbitraje fue también factor. Me sorprendió la decisión de Sean Payton de jugársela en cuarta y 2 desde la yarda 47 de Carolina. El pase fue interceptado, pero la realidad es que debió haber sido incompleto. La he visto en varias ocasiones y para mí, con base a la definición de lo que es una recepción y a decisiones recientes, el pase debió haber sido incompleto.
De una forma u otra, ameritaba una revisión que nunca se dio y no entiendo por qué. Es difícil que un jugador de la defensiva secundaria tenga la calma y el aplomo para desviar solamente un pase en cuarta oportunidad. No culpo a Mike Adams por interceptar el pase en cuarta en lugar de desviarlo, pero lo costó 20 yardas muy valiosas a su equipo.
Carolina mereció ganar. Las Panteras tuvieron un plan de juego mejor que New Orleans, pero al final, fueron los detalles pequeños los que marcaron la diferencia. El primero fue un gol de campo de 25 yardas que falló Graham Gano en el primer cuarto. El segundo fue la jugada de Adams. En partidos de playoff, más como visitante ante un rival de división que te había vencido dos veces, no hay margen de error. Hay que aprovechar cada oportunidad y Carolina no lo hizo. Vale reconocer la manera de responder de la defensiva de New Orleans en la última serie ofensiva, pero habría enfrentado una situación más complicada de haber empezado esa serie cerca del medio campo.
Contra Minnesota, será una revancha de dos equipos que son muy diferentes a los que se vieron las caras en la semana uno. Ambos cabe decir, son mejores.
Sin más, esperando el inicio de la mejor semana de la NFL, ¡rumbo a Minnesota!