El Draft 2018 ha quedado atrás, y los grandes nombres de la agencia libre hace ya tiempo que encontraron acomodo.
Salvo algunas excepciones, la mayor parte de los nombres que queda disponibles son novatos que no fueron reclutados o veteranos que han ido perdiendo sus lugares de plantilla en los días posteriores al draft.
Sin embargo, eso no significa que los 32 clubes estén listos para enfrentar la temporada regular del 2018. Pese a que faltan cuatro meses para el arranque de la temporada regular, es momento de revisar qué huecos de plantilla subsisten para cada uno de los equipos de la NFL. Hoy toca echar un vistazo a los cuatro cuadros de la AFC Oeste:
DENVER BRONCOS
Honestamente creo que los Broncos han tenido uno de los mejores recesos de temporada en la liga. Entre los veteranos que llegaron destacan el tackle derecho Jared Veldheer y el mariscal de campo Case Keenum. Vía draft, me llaman mucho la atención los receptores abiertos Courtland Sutton, DaeSean Hamilton, el ala cerrada Troy Fumagalli, el corredor Royce Freeman, y el apoyador Josey Jewell. Hasta los novatos no reclutados Phillip Lindsey y Lowell Lotuelei se asoman como posibles contribuyentes desde la temporada que viene. En total, Denver ha sumado al menos a cinco titulares nuevos este año, y eso no se consigue fácil.
Eso sí, hay trabajo por hacer. La salida del esquinero Aqib Talib significa que Bradley Roby asumirá su lugar por fuera, y William Parks recibirá la primera oportunidad para suplir a Roby en la ranura, con Tramaine Brock y Brendan Langley en competencia por minutos defensivos.
El recluta de primera ronda Bradley Chubb tendrá una buena porción de minutos en la línea defensiva, pero Denver todavía puede sumar talento a un grupo que incluye a Derek Wolfe, Adam Gotsis y Domata Peko.
KANSAS CITY CHIEFS
Comienza una nueva era para los Chiefs con Patrick Mahomes asumiendo los controles ofensivos, y la salida de líderes defensivos como Derrick Johnson y Tamba Hali. Aunque el equipo sumó al receptor abierto Sammy Watkins en la agencia libre, será necesario que Chris Conley vuelva en buena forma tras perderse la mayor parte del 2017 por lesión. Sin Conley, los receptores abiertos principales de Kansas City, Watkins y Tyreek Hill, carecen de la carrocería suficiente para competir en balones disputados en el centro del campo y en zona roja.
Defensivamente, las cosas lucen peor.
Los Chiefs traspasaron a Marcus Peters, un esquinero de élite, y en un movimiento separado --el que llevó a Alex Smith a los Washington Redskins--, adquirieron en canje a Kendall Fuller. Aunque Fuller es un muy buen esquinero en la ranura, no se compara con lo que aporta Peters, un dos veces seleccionado al Pro Bowl y una vez elegido All-Pro. En el exterior, los esquineros titulares de Kansas City son Steven Nelson y Keith Reaser, por el momento, aunque se espera que la competencia a lo largo del verano incluya a David Amerson, Keith Baxter y al novato de sexta ronda Tremon Smith. Queda la sensación de que Kansas City no ha hecho lo suficiente en esta área, todavía.
LOS ANGELES CHARGERS
Todo mundo sabe que cuando Keenan Allen está sano, es un receptor abierto cerca de la élite en la NFL. Quizás ocurre lo mismo con Mike Williams, recluta de primera ronda del año pasado que quedó a deber como novato. Junto a ellos, Tyrell Williams y Travis Benjamin completan un grupo al que Philip Rivers debe exprimir al máximo. No hay que olvidar que el mariscal de campo extrañará a Antonio Gates.
La línea ofensiva ha sido un signo de interrogación enorme para esta franquicia por años, pero esta vez las cosas lucen mucho mejor. El centro Mike Pouncey es de lo mejor en la liga, y el 2018 debe ver el debut de Forrest Lamp, recluta de segunda ronda que se perdiera su año de novato gracias a una rotura de ligamento anterior cruzado en el campamento de entrenamiento. La incorporación de Pouncey y Lamp a una unidad que ya cuenta con Russell Okung y Dan Feeney deja a Joe Barksdale, el tackle derecho, como la mayor preocupación frente a Rivers.
En el lado defensivo del balón, el hueco obvio está en el interior de la línea defensiva, donde Brandon Mebane y Corey Liuget sufren para frenar el ataque terrestre. Las 4.88 yardas por acarreo permitidas el año pasado fueron el peor total de la liga. Se espera que el novato Justin Jones auxilie en este departamento.
OAKLAND RAIDERS
Sobre el papel, la ofensiva de los Raiders luce bastante potente, con las incorporaciones de los receptores abiertos Martavis Bryant, Jordy Nelson y Ryan Switzer, y la llegada del tackle ofensivo Kolton Miller vía draft.
No obstante, el backfield ofensivo supone todavía una interrogante. Por primera vez en su carrera, Marshawn Lynch se quedó lejos de las 1,000 yardas terrestres en una campaña en la que juega al menos 15 partidos. Detrás de Lynch, la profundidad no es grandiosa, incluso pese a la llegada de Doug Martin, quien viene de dos campañas consecutivas en que no llega a 500 yardas terrestres. Los otros dos suplentes son los veteranos Jalen Richard y DeAndre Washington, quienes cumplen a secas.
El ala cerrada Jared Cook posee grandes cualidades atléticas, pero después de nueve temporadas en la NFL, seguimos esperando una campaña de al menos 800 yardas en recepciones --ya no digamos 1,000--, o al menos seis touchdowns en un año. Los suplentes Derek Carrier y Lee Smith no generan demasiado optimismo en la posición.
Defensivamente, el equipo también hizo un buen trabajo para reforzarse, particularmente entre los siete frontales. Tahir Whitehead y Johnson suponen un salto cualitativo importante entre los linebackers, y los novatos P.J. Hall y Maurice Hurst le inyectan talento al interior de la línea defensiva.
El esquinero Rashaan Melvin pesará en la secundaria, y solamente falta ver dónde se acomodará unto al recluta de primera ronda del año pasado, Gareon Conley, quien se perdió casi toda la campaña del 2017. La veteranía de Leon Hall --si sobrevive a los últimos recortes--, Shareece Wright y Senquez Golson completa un grupo que debe jugar varios niveles por arriba de lo que mostraron el año pasado.