Terminó la primera semana de la pretemporada extraoficial de la NFL, y como era de esperarse, algunos equipos impresionaron, otros no tanto, y unos pocos demostraron que le darán un largo y penoso año a sus aficionados.
En un mundo perfecto, yo daría mis "picks" después de cuatro semanas, pero la fanaticada, y los “jefes” de ESPN solicitan que sean presentadas antes del primer partido. Una difícil encomienda en esta era de la NFL cuando titulares juegan poco, o nada, durante la pretemporada. Pero como me diría Kary Correa: “Sin Yolanda, Maricarmen”. Es lo que es, y los picks que presenté quedan para el resto de la temporada. En realidad, salvo un par de ejemplos, no creo que me vaya a ir tan mal.
Hay todavía algunos equipos que le dan acción a sus titulares en pretemporada como fue el caso de los Patriotas, Jaguares y Jets. Lo que tienen en común los tres es que son dirigidos de una forma u otra por un discípulo de Bill Parcells, un entrenador en jefe que usaba a sus titulares en pretemporada. Bill Belichick y Todd Bowles fueron asistentes de Parcells. Tom Coughlin no es entrenador en jefe, pero su cuchara acarrea mucha sopa en Jacksonville. Los tres equipos ganaron la primera semana.
Atlanta, mi favorito para ganar el Super Bowl, abrió perdiendo. En realidad, el juego contra Philadelphia era una de las derrotas que tenía presupuestada para los Halcones. Es difícil visitar al campeón del Super Bowl en la noche en que revelan el estandarte de campeón y salir airoso. Kansas City lo hizo el año pasado, y Atlanta tuvo todo para ganar, pero al igual que las dos temporadas pasadas, se quedó en la orilla al entrar a la yarda 20.
Leí que en pretemporada, anotar touchdown dentro de la yarda 20 había sido el enfoque y el objetivo principal para mejorar. No vimos los resultados. Su defensiva jugó a un gran nivel, pero sufrió una baja enorme al perder a Keanu Neal el resto del año. Me recordó la lesión de Eric Berry en la primera semana de 2017 contra Pats. La defensiva de Kansas City no fue la misma a partir de ese partido. Queda darle el beneficio de la duda a Dan Quinn.
A diferencia de Andy Reid hace un año, Quinn es un entrenador en jefe de corte defensivo y podría compensar, pero no será lo mismo. En la nota de los picks mencioné que lesiones a jugadores clave cambiarían drásticamente la situación y esto es a lo que me refería. Respecto a Philadelphia, demostraron que son un equipo que sabe ganar. Nick Foles no tuvo su mejor partido. Muchos quarterbacks no los tendrán frente a Atlanta. Lo bueno de Foles es que tomó decisiones en momentos clave que fueron fundamentales, como cambiar la jugada que les dio el touchdown de la victoria.
Mi otro favorito, Baltimore, lució impresionante. No me sorprendió en lo absoluto su despliegue y dominio, pero hay que calificar su actuación en base al sinodal. Este será un año muy duro para los fans de Buffalo. Junto con Arizona, Raiders, y Detroit, los Bills dejaron claro que les falta mucho camino por recorrer para llegar a ser mediocres. Es sólo el primer partido, pero la carencia de talento es algo que no se puede superar a lo largo de una temporada y estos equipos no tienen mucho.
La derrota de los Cargadores no estaba presupuestada, como tampoco lo estaba la lesión de Joey Bosa. Bosa es el mejor jugador de la defensiva de los Cargadores y su ausencia pesó mucho. Me preocupa la situación de Bosa y la molestia en el pie podría ser algo más serio de lo anticipado. También siguió el mal que los costó tres partidos en 2017, un pateador que convirtiera sus intentos en momentos críticos. Perdiendo por 10 puntos cerca del final, los Cargadores intentaron un gol de campo de 48 yardas que los habría puesto a 7 de Kansas City. Al fallar Caleb Sturgis, esos planes se fueron por la borda.
Respecto a Kansas City, a pesar de sus buenas estadísticas para el fantasy, todavía no creo en Pat Mahomes. Nada que ver con su talento y todo que ver con su disposición. No creo que tenga el temple de un quarterback ganador. Está en un sistema que lo ayudará, pero tarde o temprano, en situaciones de presión, tendrá que demostrar si es pasador élite o no.
En Green Bay presenciamos una actuación que añadió otro capítulo a la leyenda de Aaron Rodgers. Rodgers dejó el partido en el primer tiempo con una lesión en la rodilla izquierda, en la pierna de apoyo para lanzar. Se especulaba que quedaba fuera el resto de la temporada, pero después del descanso salió trotando del vestidor para remontar un marcador de 20-0 en contra. Usaron una ofensiva rápida con pases cortos y en ciertas situaciones, lanzando largo con protección máxima.
No entiendo por qué no fue ese el plan ofensivo desde el inicio. Cuando estuvo Rodgers fuera del partido, Vic Fangio, el coordinador defensivo de Chicago, desató a Khalil Mack quien tuvo captura, 'pick-6', balón suelto forzado y recuperado. Cuando regresó Rodgers Khalil no fue factor. Esto es algo que cambiará tan pronto mejore su condición física. Chicago podría ser la sorpresa de la NFC y terminar con marca ganadora. Todavía pienso que la inexperiencia de Matt Nagy les costará llegar a playoffs. Por su parte, Green Bay espera que Rodgers pueda jugar el domingo y que de alguna forma se recupere para el resto de la temporada. Sin él, tendrían suerte en terminar con la misma marca del año pasado.
La sorpresa de la semana está entre el empate de Cleveland y Pittsburgh y la contundente victoria de Tampa Bay sobre New Orleans. En realidad, no me sorprendió la actuación de Cleveland. Los tenía ganando ese partido. Hace un año, con talento inferior, le dieron pelea a los Acereros y todas sus estrellas. Mike Tomlin no ha sabido enfocar al equipo que sigue distraído por la situación de Le'Veon Bell, cuyo poder de negociación bajó algo con la gran actuación de James Conner.
Conner tuvo 192 yardas totales y dos touchdowns con un impacto en la nómina de 14 millones de dólares MENOS que el de Bell. Le'Veon es un gran talento, pero en la NFL nadie es indispensable.
No culpo al pateador de Cleveland por que le hayan bloqueado el intento de gol de campo para ganar. Fue una gran jugada de T.J. Watt y las condiciones no eran ideales. La situación de Pittsburgh no es nada fácil. Tendrán un partido complicada contra Kansas City esta semana. Este es el año para llegar y ganar el Super Bowl. Es ahora o nunca. Lo saben sus aficionados y lo saben ellos y la presión está afectando su desempeño.
Tampa Bay le metió 48 puntos a New Orleans. Supuestamente la defensiva de los Santos iba a dar un paso al frente y colocarse, si no entre las élite de la liga, sí entre las consideradas sólidas. Hace un año también se vieron muy mal en su primer partido contra Minnesota y luego mejoraron. Tendrán que seguir la misma pauta. Cuando anotas 40 puntos debes de ganar.
Finalmente, fue una semana muy dura para los entrenadores que llegaron esta temporada. Su marca fue 0-7. En difícil ganar en la NFL. Normalmente, un entrenador nuevo llega porque el equipo es malo. Sólo Matt Patricia y Mike Vrabel llegaron a equipos con marca ganadora en 2017. Matt Nagy con Chicago y Frank Reich con Indianapolis estuvieron muy cerca de ganar, pero no pudieron cerrar el partido en el último cuarto. Los Gigantes de Pat Shurmur pelearon duro contra Jacksonville, al igual que Tennessee frente a Miami, pero no les alcanzó. Los demás, Raiders, Arizona, Detroit y demostraron que junto con Buffalo, pelearán por la primer ronda del siguiente draft.
Nota de último momento: mientras redactaba esta columna entró la noticia de que Atlanta pondría a Deion Jones, su extraordinario linebacker, en la lista de lesionados con una lesión en el pie. Esto complica mucho las posibilidades de Atlanta no de llegar al Super Bowl, de calificar en general. Sin Jones y Neal la defensiva pasa de ser agresiva y dominante a ser pasiva y conservadora por necesidad. Esperan que regresa esta misma temporada. Esperan también que no sea demasiado tarde cuando lo haga.
Sin más, ¡rumbo a Atlanta!