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No es cómo se empieza, sino cómo se termina, lo que vale en la NFL

Año tras año, la máxima de que "no es cómo empiezas, sino cómo terminas" ha probado ser cierta en la NFL, pero la otra cara de la moneda nos enseña que equipos que empiezan 0-2 tienen un camino muy escabroso para llegar a postemporada.

Hay varios equipos, mencionados en la nota de la semana pasada, que navegan como barcos sin timón. Para los que no leyeron dicha nota, son Buffalo, Arizona y Detroit. Sería una colosal sorpresa si alguno de estos equipos gana más de seis partidos. Los Gigantes de NY, Seattle y Oakland tienen mejores posibilidades, pero eso no es decir mucho. Sólo Houston, por el nivel de talento en sus filas, podría tener posibilidades de alcanzar un puesto de comodín, pero tienen que ponerse las pilas. Enfrentar en casa a los Gigantes presenta una excelente oportunidad de enderezar el rumbo.

Tenemos varios líderes de división inesperados. En la Americana son Miami, Cincinnati y Denver, quien comparte el primer lugar de la División Oeste con Kansas City. Y en la Nacional está Tampa Bay, quien ya derrotó a New Orleans como visitante.

He leído varios mensajes de fans de Miami, y aunque todos están felices con los resultados hasta el momento, demuestran cierta cautela para no celebrar prematuramente. Despacharon a dos rivales que no eran proyectados como contendientes como es el case de Tennessee y los Jets. No he tenido la oportunidad de ver un juego de Miami hasta el momento por lo que me reservo la opinión hasta la Semana 4 cuando visiten a los Patriotas. Enfrentarán a Oakland en casa la tercera semana en un juego que deben ganar.

Cincinnati estuvo cerca de perder su primer partido contra Indianapolis. Andrew Luck dirigía una ofensiva que los pondría en posición de ganar, pero la defensiva de los Bengalíes forzó un balón suelto que regresaron para touchdown y así liquidar el partido. Fue un gran mérito de una defensiva dirigida por Teryl Austin, un coordinador muy respetado en la NFL quien tomó el lugar de Paul Guenther, que a su vez se fue a Oakland. Contra Baltimore, esta defensiva volvió a tener jugadas decisivas en momentos importantes, además de interceptar a Joe Flacco en un par de ocasiones. La ofensiva mostró buen balance, por lo que resentirán la baja de Joe Mixon. A.J. Green jugó como el receptor élite que ha demostrado ser, pero lo alentador es el arribo de Tyler Boyd, en su tercer año en la liga, como segunda opción para Andy Dalton. Boyd fue selección de segunda ronda en el 2016, y hasta el momento no había mostrado mucho.

En esta división me sigue gustando Baltimore, pero mucho dependerá de la seriedad de la lesión de C.J. Mosley. Su baja, temprano en el partido contra Cincy, abrió los espacios por el centro.

La situación de Pittsburgh es alarmante. Empataron contra Cleveland la primera semana, que prácticamente equivale a una derrota porque los retrasa medio partido de Cincinnati y Baltimore. No me sorprende este comienzo incierto. En la nota donde puse mis predicciones indiqué que no era fan de Mike Tomlin como entrenador en jefe, ni de Keith Butler como coordinador defensivo. No encontré mucha resistencia de los fans de Pittsburgh a estos comentarios. Tomlin simplemente no sabe enfocar a su equipo en lo importante, y no ha sabido manejar la situación de Le’Veon Bell, cuya ausencia ha sido una gran distracción. Ciertamente son mucho mejor equipo con él, pero el problema hasta el momento no ha sido la ofensiva. Treinta y siete puntos deben ser suficientes para ganar un partido, y defender una ventaja en casa de 14 puntos, contra una ofensiva como la de Cleveland en condiciones adversas, es algo que defensivas de campeonato logran hacer. Visitan a Tampa Bay el próximo lunes en un partido que podría definir su calificación y ciertamente sus posibilidades de repetir como campeones de división.

Vale reconocer el gran desempeño de Patrick Mahomes. No hacerlo después de 10 pases de touchdown en dos partidos sería perder la credibilidad como analista. Mahomes siempre ha sido un gran talento. Lo demostró en high school, en Texas Tech, y ahora con los Jefes. No me ha sorprendido porque lo vi hacer cosas similares en el colegial. Lo que será una sorpresa agradable sería verlo ganar un juego cerrado sin cometer los errores mentales que lo plagaron en los partidos contra rivales duros que tuvo Texas Tech. Ganarle a Pittsburgh en Heinz Field no es cosa fácil, pero no es la primera vez que escribo acerca de la ineptitud de Keith Butler. A Mahomes y el ataque portentoso de los Jefes, los tendremos en "MNF" en la Semana 4 cuando visiten Denver. Después recibirán a Jacksonville, irán a New England, y serán anfitriones de Cincinnati. En esos cuatro partidos veremos si Mahomes es la respuesta que buscaba la fanaticada de los Jefes, o la versión moderna de Donovan McNabb.

Confieso que cuando vi el calendario de Tampa Bay para iniciar la temporada, en New Orleans, y contra Philadelphia y Pittsburgh en casa, los puse con marca de 0-3. La razón era tener a Ryan Fitzpatrick como quarterback mientras regresaba Jameis Winston de una suspensión de tres partidos. Fitzpatrick ha tenido sus momentos en la NFL, tanto buenos como malos. Ha sido "Fitzmagic" o “Pickpatrick". Se ha ganado puestos titulares y contratos millonarios y ha fracasado. Buffalo y Houston son un par de ejemplos. Fitz brilla cuando las expectativas son bajas, como lo eran a principios de temporada. Por lo general, si empieza de buenas, sigue de buenas. De vencer a Pittsburgh, y tienen buenas posibilidades de hacerlo, dudo que Winston le quite la titularidad. El arsenal ofensivo que tiene es comparable al de Mahomes en Kansas City y Todd Monken el coordinador ofensivo le ha tenido la confianza para abrir la ofensiva.

No es sorpresa que Jacksonville esté al frente de su división. Lo que fue sorpresa para mí fue la manera como vencieron a su coco, los Patriotas. Leonard Fournette, su excelente corredor, no estuvo disponible por lesión. Muchos dudamos de Blake Bortles, pero fue él quien sacó adelante el partido. La defensiva jugó al nivel esperado neutralizando a Gronk de varias maneras. Sin Gronk, Tom Brady se vio limitado. Aun así, los Pats estaban en posición de remontar en el últimos cuarto como lo hicieron en el campeonato de conferencia. Fue en ese momento cuando Bortles respondió y amarró el partido. No fueron conservadores a pesar de la inconsistencia de Bortles en el pasado. En este partido, ante el favorito de la conferencia, terminó lanzando cuatro pases de anotación a cuatros receptores diferentes, algo que no había hecho en su carrera. Si Bortles es consistente el resto de la temporada, se convertirían en el equipo a vencer en la Americana.

La Semana 2 fue dura en general para muchos pateadores en la NFL. Se fallaron 17 intentos entre goles de campo y puntos extras. No fue sorpresa que Cleveland despidiera a Zane Gonzalez. Tendrían marca de 2-0 si Gonzalez hubiera convertido contra Pittsburgh al final, y en cuatro ocasiones contra New Orleans, incluyendo dos puntos extras. La atenuante es que jugaba con una lesión. Lo malo es que en la NFL no se puede usar eso como excusa. Daniel Carlson tuvo la oportunidad de darle una ventaja considerable a los Vikingos dentro de la división con una victoria en Green Bay, pero falló tres veces. Mike Zimmer ha sufrido con sus pateadores y por fin parece que él y la directiva decidieron no escatimar al firmar a Dan Bailey. En 2017, Bailey tuvo una temporada irregular en Dallas debido a un tirón en la ingle, pero en buenas condiciones es de lo mejor que hay en la liga. La efectividad de los pateadores ha sido, y seguirá siendo, la diferencia entre clasificar o estar eliminado para muchos equipos. Tristemente la tendencia es despedir a un veterano capaz por un novato para ahorrar dinero en la nómina. Como decimos en México, "lo barato sale caro".

Finalmente, no estoy de acuerdo con el departamento de operaciones de la NFL que confirmó que el golpe de Clay Matthews fue castigo. Comentó Al Riverón, el Vicepresidente de Oficiales, que la razón por la que fue falta es porque Matthews amarró y alzó a Kirk Cousins. Lo siento, pero no veo que otra cosa pudo hacer Clay Matthews en esa situación. No tomó un paso extra antes del contacto. Cuando caía movió su cuerpo a un lado de Cousins para evitar caerle encima. Durante ese proceso amarró a Cousins para evitar que este escapara. Al ir ambos al suelo su ímpetu derribó a Cousins. El resultado de la jugada fue una intercepción que habría finiquitado el partido para Green Bay, pero fue anulada permitiendo el touchdown del empate.

Estoy de acuerdo en proteger a los quarterbacks, pero el golpe de Matthews jamás puso en peligro a Cousins. Al contrario, la maniobra de Matthews fue para protegerlo. En fin, que no se queje la NFL si los fans se hartan y dejan de asistir a partidos y de sintonizar por televisión.

Sin más, ¡rumbo a Atlanta!