<
>

Golpes, waivers y un memorable juego en la CDMX en la Semana 11

Fue un lamentable comienzo a las actividades de la Semana 11. El partido fue muy accidentado con jugadas altamente cuestionables por jugadores de la defensiva de Cleveland que tuvieron golpes ilegales, “targeting”, como indica el término en las reglas de la NFL, que mandaron a los vestidores a JuJu Smith-Schuster y Diontae Johnson conmocionados. Por lo menos, uno de los jugadores que propinó estos golpes, Greedy Williams, demostró remordimiento y fue a disculparse con Mike Tomlin, pero como dice el dicho, “Palo dado ni Dios lo quita”.

Como ya es del dominio público, la gota que derramó el vaso en este penoso partido fue el incidente en el que Myles Garrett le quita el caso a Mason Rudolph y lo usa como arma para darle un golpe en la cabeza. La trifulca comenzó con una tacleada excesiva de parte de Garrett en la que abraza a Rudolph y cae al suelo sin soltarlo. Rudolph reaccionó empujando el casco de Garrett para luego ser levantado en vilo por este y perder el casco con el cual le dieron varios “cocotazos”. Decidir quién empezó o quién le siguió es irrelevante. La acción de Garrett fue criminal. Si un ciudadano comete ese tipo de agresión y esta queda documentada en video, probablemente tendría un juicio legal con la posibilidad de cárcel y/o sanciones económicas por la parte agredida.

Al final, Garrett fue suspendido indefinidamente, Larry Ogunjobi, quien había empujado a Rudolph por la espalda, un partido, y Maurkice Pouncey, quien pateó cobardemente a Garrett mientras estaba en el suelo, tres partidos. Hubo multas para ambos equipos y habrá otras para varios jugadores incluyendo a Rudolph.

La NFL debe investigar la cultura que existe dentro del equipo de Cleveland. Esta fue el cuarto castigo personal sobre Garrett esta temporada. En uno de ellos fracturó a Trevor Simien. Las tacleadas de Greedy Williams y Demarius Randall, quien fue expulsado del partido ante Pittsburgh, no fueron diferentes a la que le costó una suspensión indefinida a Vontaze Burfict. Cabe mencionar que Burfict tenía antecedentes de castigos y suspensiones, pero la violencia e intención de lastimar de Williams y Randall eran claras. Repito, por lo menos Williams se disculpó y parecía estar visiblemente perturbado, pero Randall no.

Garrett está apelando su suspensión y solicitando que sea reducida a cuatro partidos. Espero el comité disciplinario de la NFL se mantenga firme y erradiquen de este gran deporte este tipo de conducta por parte de sus jugadores.

A este tema siguió otro que no tuvo nada que ver con los juegos de la semana y fue el “tryout” de Colin Kaepernick. Se reportó que la NFL organizó esta prueba para el sábado 16 de noviembre en las instalaciones de los Halcones de Atlanta y que 25 equipos habían accedido a asistir. La liga también ofreció distribuir el video de este ejercicio a los 32 equipos.

El equipo legal de Kap no aceptó un “waiver” que es un documento en el que Kaepernick habría accedido a ciertas cláusulas antes del “tryout”. Tuve varios “tryouts” durante mi carrera en la NFL y en cada uno tuve que firmar un documento similar antes de hacer las pruebas. Se publicó el documento que rechazaron los abogados de Kap y después de leerlo no me pareció diferente a los que yo firmé en varias ocasiones. Los tiempos han cambiado y es posible que el lenguaje de los documentos también. Me gustaría comparar el “waiver” que recibió Kap al documento que reciben los jugadores normalmente, para ver si la liga añadió un lenguaje diferente. Sin leerlos los dos, no se puede opinar con fundamentos la decisión de Kap de cancelar de rechazar la oferta de “workout” de la NFL y organizar el suyo propio.

El tema aquí es que Colin Kaepernick tuvo la oportunidad de demostrar su talento ante 25 equipos en las instalaciones de un equipo de la NFL. Exigió tener a sus propios receptores, lo cual aceptó la NFL, pero decidió cambiar el lugar de la prueba para no firmar el documento que le pidieron. Un jugador que busca un lugar en la NFL no está en posición de dictar condiciones. Esa actitud individualista es la que ha causado que equipos de la NFL no le ofrezcan una oportunidad a pesar de su vasto talento y la imperiosa necesidad de quarterbacks en la NFL de hoy en día. No hay que olvidar que Kap optó quedar fuera de su contrato con San Francisco el 3 de marzo de 2017, y que Baltimore estaba a punto de firmarlo hasta que su novia publicó una foto racista el 5 de septiembre de ese mismo año, mofándose del dueño de los Cuervos y de Ray Lewis.

El que se haya o no sentado, o después hincado, durante el himno nacional de los Estados Unidos, no es la razón por la que Colin Kaepernick no está hoy en día en la NFL. Kap es mejor que todos los suplentes de la NFL y muchos titulares. No hay duda de su talento. Es su comportamiento lo que lo mantiene fuera de la NFL. Tiene que ver con una actitud individualista y nociva que no tiene cabida en un equipo de la NFL, ni en ninguna empresa profesional. Un buen líder busca personas que generen energía positiva para su equipo o empresa, no personas de consuman energía y sean de alto mantenimiento.

Pasando a algunos temas que arrojaron los partidos de la Semana 11, comienzo con los Osos de Chicago. Una vez más, Mitchell Trubisky tuvo una actuación mediocre y no le ayudó la falta de identidad ofensiva de parte de Matt Nagy. Todos sabemos que Nagy prefiere una ofensiva de pase, pero buscar establecer un juego por tierra consistente le quitaría presión a Trubisky, algo similar a lo que hizo Philadelphia con Jordan Howard cuando Carson Wentz estaba teniendo problemas. David Montgomery es un excelente corredor, el cual necesita 20 o más acarreos por partido. Por otro lado, una defensiva que había sido sofocantes ha venido a menos desde la lesión de Akiem Hick y ahora la de Danny Trevathan.

Chuck Pagano es un buen entrenador defensivo, pero no tiene el nivel de Vic Fangio quien fue coordinador en la NFL 19 años y antes entrenador de linebackers. Khalil Mack se ve perdido en los partidos y contra LAR, fue bloqueado en varias ocasiones por Cooper Kupp y Gerald Everett. Nagy sacó a Trubisky del partido aparentemente por una lesión en la cadera. Le doy a Nagy el beneficio de la duda, pero es evidente que Trubisky juega sin confianza. Tiene talento, pero le falta consistencia y en tres años no ha dado señales de mejorar, al contrario, parece retroceder. Nagy y Ryan Pace fueron el coach y ejecutivo del año en 2018, pero al final de esta temporada tendrán que tomar una decisión importante respecto al futuro de Trubisky.

La generación de quarterbacks de 2004, ha sido legendaria, Eli Manning, Philip Rivers y Ben Roethlisberger, listándolos en el orden que fueron seleccionados. Para mí, todos ellos deben de llegar al Salón de la Fama, aunque habrá debate respecto a Eli y Rivers. Eli ganó dos veces el nombramiento como Jugador Más Valioso del Super Bowl, teniendo actuaciones sublimes contra Tom Brady, Bill Belichick y los Pats. Rivers tuvo sus mejores momentos entre 2006 y 2012.

Los fans de los Cargadores todavía recuerdan quien es Marlon McCree, y haber visto jugar a Rivers con un ligamento anterior cruzado deshecho en una final de la AFC contra New England, en un juego en el que tampoco pudo jugar LaDainian Tomlinson. Ben sufrió una lesión en el codo derecho y está fuera de acción esta temporada. Eli ya fue substituido por Daniel Jones, y Rivers ha lanzado SIETE intercepciones en dos partidos costándole la victoria a los Cargadores ante dos equipos que debieron de haber derrotado.

Finalmente, felicidades a la afición de México por su comportamiento en el "Monday Night Football" de la CDMX, y por la pasión y entrega que demostraron antes, durante y después del partido. No estuve en el juego entre Raiders y Pats hace dos años, pero recuerdo el "MNF" hace tres cuando la afición abarrotó el estadio y mostró pasión, pero también hubo momentos lamentables como el grito nefasto en los kickoffs, el rayo láser en la cara de Brock Osweiler, y los avioncitos de papel que lanzaron al campo con los cartones que les dieron para un ejercicio visual antes del partido.

Al final del encuentro, en el sonido ambiental del estadio se escuchó “Volver Volver”, una de mis canciones favoritas, con el gran Vicente Fernández. Fue un mensaje a la NFL, no tan sutil, para que considere regresar a México en el futuro. Creo que la experiencia del lunes lo debe asegurar.

Hasta la próxima.