Durante las reuniones de la liga en Atlanta de la próxima semana, se lanzará un nuevo pgrograma para crear vínculos trascendentales entre canditatos minoritarios y los propietarios de los clubes
Es una ocurrencia común entre los muchos empleados afroamericanos de la NFL que han sido entrevistados para algunas de las posiciones más altas en el fútbol americano: Rara vez --en el mejor de los casos-- interactúan con los que toman las decisiones antes del inicio del proceso, mientras que los propietarios de los equipos a menudo están mucho más familiarizados con los antecedentes personales y profesionales de sus contrapartes blancos.
Esa falta de balance, creen los empleados afroamericanos, es otro impedimento hacia la movilidad en ascenso en una liga que sigue sufriendo en su esfuerzo manifiesto hacia un lugar de trabajo verdaderamente inclusivo. Bueno, la NFL admite que el problema existe, y toma pasos para solucionarlo.
Durante la reunión anual de dos días de primavera que arranca el lunes en Atlanta, la NFL develará un programa creado con la intención de acelerar el ascenso de empleados minoritarios calificados en puestos de coaches y gerencia. Ejecutivos planean armar a la primera generación de participantes con mayores herramientas para entrevistarse tan efectivamente como sea posible para las posiciones más codiciadas y, sobre todo, ponerlos en la misma habitación --para algunos, por primera vez-- con las personas poderosas que mandan en la liga deportiva profesional más exitosa.
Cada uno de los 32 clubes de la NFL eligió a dos participantes (un coach asistente y un empleado de la directiva) para el programa. Los participantes asistirán a lesiones diseñadas para ayudarles a seguir creciendo en sus actuales puestos, con un ojo hacia prepararlos para tenerlos en su mejor forma, con la esperanza de que se integren al flujo de candidatos en persecución de puestos como head coaches y gerentes generales.
Para los participantes, no obstante, tener tiempo cara a cara con los ejecutivos de los niveles más altos y propietarios de los clubes podría ser el aspecto más benéfico del nuevo programa. Se trata del más reciente componente en el intento sin precedentes de la NFL por solucionar su problema de inclusión en la contratación, al tiempo que también debe lidiar con la demanda, que busca status colectivo, interpuesta por el ex entrenador en jefe de los Miami Dolphins, Brian Flores, quien ha alegado que la liga comete conducta inapropiada en sus prácticas de contratación.
Aunque la NFL posee otros programas destinados a incrementar la participación mayoritaria en los niveles operativos más altos del fútbol americano, este es el primero diseñado específicamente para brindar a empleados minoritarios acceso a propietarios de los equipos. La importancia de eso no puede exagerarse, dijo Jonathan Beane, vicepresidente senior y oficial en jefe de diversidad e inclusión de la NFL.
Invariablemente, en discusiones post-entrevista con Beane y otros oficiales de la liga, empleados minoritarios han dicho que "la entrevista no debe ser la primera ocasión en que conoceré a un propietario de club, o a quienes toman las decisiones … cuando sé, de hecho, que han tenido relaciones con otras con otras personas a las que entrevistan, por años", reveló Beane por teléfono. "Simplemente dificulta más el proceso para alguien en esa posición y no es equitativo. Estamos tratando de remediar eso".
Los propietarios de la NFL no poseen antecedentes similares, ni se mueven en los mismos círculos sociales, como sus empleados que son personas de color. La NFL nunca ha tenido a un propietario afroamericano. Solamente dos miembros de grupos minoritarios actualmente tienen una participación controladora en alguna franquicia: Shad Khan de los Jacksonville Jaguars y Kim Pegula de los Buffalo Bills. En términos de sociología, una persona no estaría realizando ninguna revelación al apuntar que muchas personas tienen a sentirse más cómodas entre otros con quienes comparten algo en común, particularmente la raza.
Aunque los propietarios multimillonarios no están en los mismos círculos socioeconómicos que los coaches asistentes y empleados de directiva blancos, tampoco, se identifican más con ellos, según sugieren los datos de contratación, que con candidatos minoritarios. Es más, los candidatos blancos están más aptos para llevar relaciones con ejecutivos del más alto nivel y propietarios, o al menos permanecer en su radar por más tiempo que la mayoría de candidatos minoritarios, gracias al extenso nepotismo que existe en la liga.
A menudo, los coaches contratan a los hijos de sus mentores y a los hijos de sus amigos. Vínculos entre familias que han tenido prolongados lazos con la liga, fortalecidos a lo largo de generaciones, han brindado ventajas en las entrevistas para muchos candidatos. Históricamente, empleados minoritarios en la NFL no han tenido las manos sobre las palancas de poder, así que será lógico razonar que sus descendientes y aquellos cercanos a ellos no se han beneficiado tanto de tales conexiones.
Esa brecha debe cerrarse, cree Beane.
"Todo este programa está enfocado en conectar a los propietarios con algunos de los mejores talentos en el lado de las directivas y coaches que hay en la National Football League. De eso se trata esto", reconoció Beane. "Lo que le hace especial, lo que va a crear el impacto y cambio duradero, son las relaciones que son desarrolladas entre los propietarios de los clubes y los participantes".
Beane expresó optimismo en que, eventualmente, el programa genere cambio positivo en las contrataciones desde la directiva hasta el campo, algo que la NFL admite que se necesita.
Porque, como siempre, los números cuentan la historia.
La liga posee únicamente a tres head coaches afroamericanos: Mike Tomlin de los Pittsburgh Steelers, Lovie Smith de los Houston Texans y Todd Bowles de los Tampa Bay Buccaneers, quien fue inesperado promovido desde el puesto de coordinador defensivo recientemente después de que el ex entrenador en jefe Bruce Arians se hiciera a un lado para asumir un rol con la directiva. Mike McDaniel de los Dolphins, quien es birracial, se une a Ron Rivera de los Washington Commanders y Robert Saleh de los New York Jets como los otros coaches minoritarios de la liga.
A lo largo de los cinco ciclos previos de contratación, hubo 36 vacantes para head coach. Solamente cuatro hombres afroamericanos fueron contratados para ocupar esas vacantes. En el ciclo de contratación completado antes del pasado Combinado de Talento de la NFL, los coaches blancos fueron elegidos para siete de las nueve vacantes. La inesperada promoción de Bowles ocurrió después de que, según se creía, había sido completado el ciclo de contrataciones.
Por lo que respecta a los gerentes generales, la liga puede apuntar a los avances logrados en la directiva como una señal prometedora.
En el más reciente ciclo de contrataciones, los Chicago Bears eligieron a Ryan Poles, un ex director de personal para los Kansas City Chiefs, como su nuevo gerente general. Los Minnesota Vikings contrataron a Kwesi Adofo-Mensah, ex vicepresidente de operaciones para los Cleveland Browns, como su nuevo gerente general.
Tres gerentes generales afroamericanos fueron contratados durante el ciclo de contrataciones previo: Terry Fontenot de los Atlanta Falcons, Brad Holmes de los Detroit Lions y Martin Mayhew de los Commanders. La NFL ahora tiene a siete gerentes generales afroamericanos. No obstante, nunca ha tenido más de siete.
En el 2020, jugadores afroamericanos representaron un 57.5 por ciento del total de plantillas en la NFL. Es un hecho: más de la mitad de la fuerza laboral de la NFL sobre el campo de juego es negra, pero ejecutivos y coaches afroamericanos están extremadamente sub-representados en las cúpulas de liderazgo de la NFL.
Flores, contratado en febrero como coach asistente para los Steelers después de ser inesperadamente cesado por los Dolphins en enero, ha alegado que la liga discrimina en las contrataciones con base en la raza. Cuatro días después de reconocer aquella demanda de Flores --en la opinión de liga, sin mérito--, el comisionado Roger Goodell reveló en un memorando enviado a los propietarios admitiendo que la liga comprende las preocupaciones expresadas por Flores y otros, y que iniciaría una revisión comprensiva de toda su estrategia hacia la diversidad, equidad e inclusión.
Durante la reunión anual de propietarios en West Palm Beach, Florida, de marzo, la NFL tomó el sorpresivo paso de aprobar un mandato para contratación de coaches, Los propietarios adoptaron una política que requiere a los 32 equipos contratar a un asistente ofensivo minoritario para la campaña del 2022, el primer mandato en el rubro de contrataciones en la historia de la liga.
Cínicos alegarán que la liga solamente ha intensificado sus esfuerzos con respecto a la diversidad, inclusión y equidad luego de la demanda de Flores. En la realidad, no obstante, Goodell, Troy Vincent, vicepresidente de operaciones de la NFL, y otros en la oficina del comisionado han estado insistiendo en este mensaje por años, proponentes de la contratación inclusiva en la liga que manejan.
Y, con base en los registros de contrataciones en la oficina bajo su control, la actuación de Goodell en el tema no puede ser cuestionado. La fuerza laboral de la liga en las oficinas de New York City luce como América, y hay personas afroamericanas bajo Goodell que ostentan puestos elevados.
Liderando con el ejemplo, contrata y empodera a personas calificadas de varias procedencias raciales y étnicas, y les fomenta incrementar la diversidad a lo largo y ancho de sus departamentos. La estructura del staff de Goodell lo prueba. De los 17 oficiales de mayor rango en NFL Football Operations, nueve son afroamericanos. Ocho de los nueves poseen títulos de vicepresidente o mayor, y el grupo es liderado por un hombre afroamericano: Vincent.
Pero, a nivel de equipos, la NFL todavía tiene bastante trabajo por delante. Siguiendo la dirección de Goodell, dijo Beane, la liga planea seguir empujando.
"He trabajado con muchos CEOs, pero nunca he trabajado con un CEO que tenga el compromiso de diversidad, equidad e inclusión que tiene [Goodell]", reveló Beane. "Es demandante. Quiere asegurarse de acertar con esto".