El partido frente a los Broncos estuvo repleto de errores de principio a fin con cuatro entregas de balón para empatar la mayor cantidad de la campaña de Buffalo
La primera jugada del encuentro ante los Denver Broncos no pudo haber comenzado de peor manera para los Buffalo Bills.
Luego de iniciar con el ovoide --en contra de la tendencia típica del head coach Sean McDermott de esperar a tener la primera posesión de la segunda mitad-- el corredor James Cook perdió el ovoide en la primera jugada ofensiva, tras atrapar un pase del quarterback Josh Allen, para dar a los Broncos una oportunidad de oro. Esa oportunidad fue aprovechada por Denver para dar la campanada y sorprender a los Bills por 24-22.
Los Bills entraron al duelo de lunes por la noche necesitando armar una actuación ganadora previo a uno de los tramos más complicados en toda la liga para cerrar la campaña (la segunda mayor fortaleza de calendario restante, de cara al encuentro). Pero, hicieron todo menos eso para aliviar el camino por delante.
En lugar de eso, el partido frente a los Broncos estuvo repleto de errores de principio a fin con cuatro entregas de balón para empatar la mayor cantidad de la campaña. Allen sufrió una de sus peores salidas de la temporada, con dos intercepciones, una en un pase dejado caer de Gabe Davis, un touchdown por pase, y un touchdown por tierra. Allen finalizó con 15 completos de 26 intentos para 177 yardas.
Cook sí se redimió. Pese a ir a la banca por varias posesiones, el corredor de segundo año volvió para realizar una jugada clave en la serie final de los Bills, recuperando su propio balón suelto en un acarreo que resultó, al final, en ganancia de 42 yardas. Culminó como el primer corredor de los Bills con múltiples partidos de 100 yardas terrestres desde LeSean McCoy en el 2017 (cuatro).
Finalmente, una diezmada defensiva de los Bills resistió durante la mayor parte del compromiso, pero se quedó corta con grandes interrogantes por responderse para la parte más complicada del calendario.
El mayor hueco del plan de juego: La ofensiva de la primera mitad. Desde la Semana 5, los Bills acumulan cinco touchdowns y ocho entregas de balón en la primera mitad (la mayor cantidad en la liga). En contra de los Broncos, las primeras cuatro series fueron balón suelto, intercepción, despeje y despeje, permitiendo a Denver tomar una rápida ventaja. Los Bills no han mostrado la habilidad de planear para el juego ni desempeñarse ofensivamente bien de inicio en los partidos, y eso les sigue perjudicando.
Tendencia que preocupa: Pases dejados caer. Los Bills sufrieron tres pases dejados caer en las primeras cuatro posesiones del partido, y el receptor abierto Stefon Diggs añadió otra en la primera posesión de la segunda mitad. Los pases dejados caer fueron un tema para los Bills la temporada pasada, liderando a la liga en general (34) y en porcentaje de pases dejados caer en el 2022 (6.2 por ciento), pero de cara al compromiso de lunes por la noche, Buffalo contabilizaba apenas ocho en la campaña. Al tiempo que los Bills lidian con muchos otros problemas ofensivos, no pueden darse el lujo de sumar otro a la lista.
Lo rescatable: Los suplentes defensivos de los Bills y las nuevas adiciones. Con tres titulares defensivos en la lista de reservas lesionados y dos más fuera lastimados, fue una prueba para la actual versión de la defensiva. Una vez más, el grupo cumplió, incluso con la serie tardía de touchdown, mientras la ofensiva dejaba mucho qué desear. El nuevo esquinero Rasul Douglas recuperó un balón suelto, forzado por el esquinero Taron Johnson, que condujo a un touchdown de los Bills, y la unidad permitió apenas seis puntos de las cuatro entregas de balón propias.