Buffalo puede conquistar la AFC Este y el segundo sitio en la siembra de la Americana, o puede quedar por completo de la postemporada, con lo que suceda en la Semana 18
ORCHARD PARK -- Hace un mes y medio, la idea de que los Buffalo Bills estarían compitiendo por la AFC Este parecía improbable, en el mejor de los casos.
Sentados en 5-5 horas después de un descalabro ante los Denver Broncos en la Semana 10, el head coach Sean McDermott tomó la decisión de despedir al coordinador ofensivo Ken Dorsey. Buffalo tenía más interrogantes que respuestas. En ese punto, los Miami Dolphins estaban en 6-3.
De algún modo, los Bills consiguieron triunfar en cinco de sus siguientes seis, a pesar de tener uno de los calendarios más difíciles de la liga. Ahora, la oportunidad de todas las oportunidades está frente a ellos: la posibilidad de ganar la división por cuarto año en fila y lograr una quinta aparición consecutiva en playoffs.
"Nos hemos mantenido juntos a lo largo de la temporada", comentó el safety Jordan Poyer. "... Digo, ese ha sido nuestro lema a lo largo de los últimos siete años. Nuestra espalda está contra la pared, y usualmente jugamos mejor cuando nuestra espalda está contra la pared".
Si derrotan a los Dolphins el domingo por la noche, el título divisional de la AFC Este y el segundo puesto en la siembra de la conferencia pertenecerán a Buffalo.
Si tropiezan en Miami, entonces Buffalo debe esperar que los Jacksonville Jaguars o Pittsburgh Steelers pierdan, o que los Indianapolis Colts y Houston Texans empaten. Un empate entre Bills y Dolphins también amarraría un lugar en la postemporada para Buffalo.
De no ser por sus seis semanas de resiliencia, la campaña de los Bills --alguna vez caracterizada por altibajos, momentos para rascarse la cabeza, partidos cerrados y grandes triunfos, incluyendo una victoria por 48-20 sobre los Dolphins en la Semana 4-- estaría terminada.
Los Bills llegan a este duelo de la Semana 18 con una ofensiva que viene de un desempeño decepcionante ante los New England Patriots, un ejemplo de las inconsistencias que persisten. Al tiempo que Buffalo se encamina al mayor partido de la temporada, ¿dónde están los problemas? ¿Qué necesita corregirse frente a los Dolphins? Y, ¿qué puntos positivos recientes deben continuar?
¿Podrán los Bills hallar ritmo a la ofensiva?
El quarterback Josh Allen lidió con presión en la primera mitad contra los Patriots, y no resultó bien. Una línea que había visto a sus cinco jugadores iniciar todos los encuentros del año sufrió, por momentos. Completó 0 de 6 pases bajo presión, y 0 de 5 pases contra la carga, totalizando apenas siete pases completos en 20 intentos durante los primeros dos periodos.
Al término del juego, el centro Mitch Morse compartió que hubo algunos errores de comunicación sobre el campo, y luego se suscitó una conversación en las laterales para discutir lo que no funcionaba.
"Cuando las cosas no van a nuestro favor, es sencillo, como dije antes, sentir que el mundo se te viene encima, pero tenemos buenos coaches y buenos chicos que realmente solo deben cuidarse la espalda, unos a otros, hablar las cosas", expuso Morse. "Y luego, cuando eres capaz de hacer eso, la comunicación fluye con mayor facilidad".
Allen --quien no tuvo pase de touchdown por primera ocasión en la temporada-- se describió a sí mismo como solo "fuera de mí" a inicios del encuentro, y dijo que no podía hallar ritmo. Allen completó 5 de 13 pases de 10 o más yardas aire en contra de los Patriots. Ahora, ha completado el 49.7 por ciento de dichos envíos en la campaña, su menor porcentaje desde el 2019. El coordinador ofensivo interino Joe Brady apuntó a la necesidad de meter a Allen en ritmo, una corrección que debe llegar desde el mando de jugadas, también.
"Simplemente, encontrar el modo de calmar sus pies y meterlo en ritmo, que depende también de mí y asegurarme que está cómodo cuando está allí dentro", admitió Brady. "Y, siento que tengo tanta confianza en que no tengo problemas con eso. Sé que vamos a ser capaces de solucionar esto".
Pases dejados caer y falta de comunicación con los receptores también fueron factores en contra de New England. Los Bills dejaron caer tres envíos en el encuentro, y 16 de sus 24 han ocurrido desde la Semana 10.
"Pienso que sufrimos con algunos temas fundamentales a lo largo de los dos primeros cuartos ... simplemente lanzar y atrapar", opinó McDermott. "... Tuvimos algunas penalidades que nos estaban perjudicando también, y a lo largo y ancho del equipo --bloqueos, atrapadas, ustedes saben, quitarse bloqueos, derrotándonos con castigos-- y es donde debo enfocarme mucho para mejorar en esas áreas".
Temas poco característicos en la zona roja previnieron a Buffalo de establecer una ventaja significativa a pesar de cuatro robos de balón, incluyendo una intercepción devuelta al touchdown cortesía del esquinero Rasul Douglas. Los Bills finalizaron 2 de 5 en zona roja (un total que incluye una jugada de hincarse en la serie final) a pesar de llegar al encuentro liderando a la liga con un porcentaje de touchdowns de 67.3 en zona roja.
Los Bills fueron incapaces de correr el ovoide en la segunda mitad, y esta unidad ha mostrado la habilidad de ajustar bajo el mando de Brady. Continuar eso será vital a futuro, Quizás, los 31 puntos anotados por los Bills en la primera mitad contra los Dolphins en la Semana 4 no se verán repetidos, pero la eficiencia de esa versión de la ofensiva debe ser el objetivo.
¿Cuán involucrado estará Stefon Diggs?
Diggs es el mejor receptor de los Bills, y por un margen considerable; no obstante, no ha disfrutado un juego de al menos 100 yardas en recepciones desde la Semana 6, y ahora acumula cuatro encuentros sin touchdown ni 50 yardas en recepciones.
Aunque Diggs no ha sido tan visible en la ofensiva desde el cambio de coordinador, su porcentaje de jugadas de hecho ascendió en contra de los Patriots, en comparación a semanas previas (66.2 por ciento en contra de New England en comparación a 59.6 por ciento contra Los Angeles Chargers y un 44.6 por ciento, la peor marca de su carrera, ante un partido dominado por el juego terrestre frente a los Dallas Cowboys).
McDermott señaló que el rol inconsistente de Diggs no es en función de temas físicos con el receptor.
"Digo, médicamente, nada ha estado, hasta donde sé, afectándole, y la comunicación que he tenido de [el preparador físico en jefe] Nate [Breske] ... respecto a eso", compartió McDermott. "Y es simplemente Josh pasando por sus lecturas y progresiones, y cerciorándose que vamos de manera apropiada a través de las progresiones".
Brady dijo que algunos de los números de la participación de Diggs se deben a darle algunas jugadas libres al receptor, o diseñar jugadas sin que tenga que estar en el campo, y que la baja en la producción también se relaciona a un incremento en el juego terrestre y en el enfoque de los oponentes en frenarlo.
"Existe una intención, muchas veces, a lo largo de la semana donde le podemos dar un respiro", admitió Brady. "Pero, en situaciones críticas, tercera oportunidad ... obviamente lo deseamos sobre el campo".
Brady aceptó que tres jugadas donde Diggs no estuvo en el terreno de juego en contra de los Patriots, estaban diseñadas para tenerlo como parte de la jugada.
"La intención era que Stef estuviera sobre el campo. Cuando no está en el campo, entonces Josh confía en quien esté en esa posición para hacer la jugada".
Brady también dijo que ha cambiado jugadas al ver salir a Diggs del campo durante los partidos para tomar un respiro, o si se le comunica desde el palco que Diggs no estará en el campo para la siguiente jugada, y que ha habido otras ocasiones en que la jugada ya se había mandado, y la ofensiva la ejecuta con otros elementos.
"Hay veces que debes tener confianza en los chicos que están allí", describió Brady.
La realidad es que, cuando Diggs no está allá afuera para una jugada que le exige estar en el campo, impacta a la ofensiva. Ningún otro receptor en la plantilla comanda la atención de Diggs, y reemplazarlo en jugadas diseñadas para él no necesariamente funciona.
La ofensiva de los Bills es mejor cuando Diggs y Allen están en la misma página, también, y el receptor abierto primario está en el terreno de juego. Derrotar a los Dolphins y obtener éxito en postemporada sucederá con una mejor producción de Diggs.
¿Puede la defensiva de los Bills mantener su buen momento?
¿Puede hacer un poco más la defensiva de los Bills para acabar un poco antes con los partidos? Sí, y ha sido el caso a lo largo de la temporada, con el desenlace emocionante frente a los Chargers como el mejor ejemplo. Pero, parece que se trata de una unidad que va en la dirección correcta en el momento correcto. Douglas ha sido una gran adición tras llegar en canje antes del plazo límite. En ocho encuentros con los Bills, suma cuatro intercepciones, incluyendo dos frente a los Patriots, y la mencionada anotación en regreso de intercepción, ocho pases defendidos, dos balones sueltos recuperados, una captura, y 29 derribos.
El tackle defensivo titular, DaQuan Jones, está de regreso luego de una estadía en la lista de reservas lesionados por un problema pectoral sufrido en la Semana 5, lo que representa una gran noticia para el tackle defensivo Ed Oliver, quien está teniendo el mejor año de su carrera en su quinta temporada, gracias a sus 9.5 capturas (la marca personal previa de Oliver era de cinco, impuesta en el 2019).
En los seis encuentros pasados, los Philadelphia Eagles fueron los únicos capaces de anotarle más de 22 puntos a esta defensiva. Desde la Semana 13, la unidad defensiva de Buffalo ha permitido un touchdown por aire.
"Desde hace quizás unas cuatro semanas, solo hemos estado jugando como 'Hermano, realmente somos los mejores', y como, pienso que todos creemos que somos los mejores", confesó Douglas. "Entonces, es como que cada vez que salimos allá afuera, cada serie, cada jugada, nos comunicamos hablamos y nos decimos entre nosotros, 'Ey, eres el mejor, hermano'".
Es la mentalidad que ayudará a la unidad en una situación de ganar o ganar frente a los explosivos Dolphins.