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Cuatro años después, ¿qué ha cambiado para 49ers en su revancha de Super Bowl?

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¿Quiénes pueden ser los jugadores a seguir en el Super Bowl LVIII? (1:46)

Javier Trejo Garay con el análisis de jugadores que pueden ser clave tanto para los 49ers como para Chiefs. (1:46)

Cuando San Francisco perdió ante Kansas City hace cuatro años tenía claro que volvería pronto, pero el camino no ha sido sencillo


LAS VEGAS -- Mientras se agotaban los últimos segundos en el Super Bowl LIV, los devastados San Francisco 49ers permanecían en silencio en las laterales del Hard Rock Stadium después de dejar escapar una ventaja de 10 puntos en el último cuarto.

Después de la derrota por 31-20 ante los Kansas City Chiefs, los Niners encontraron consuelo en la idea de que su reinado en la cima de la NFC apenas comenzaba. George Kittle fue captado a cuadro prometiendo que volvería al gran juego "con revancha". El ala defensiva Nick Bosa y el apoyador Fred Warner, en sus primera y segunda temporada en la liga, respectivamente, pensaron que no solo volverían, sino que sucedería pronto.

"Cuando eres joven e ingenuo, piensas que cuando vas tan temprano en tu carrera es como, 'Hombre, esto es lo que es, vas al Super Bowl cada año'", declaró Warner. "Ese no es el caso".

Como pueden atestiguar Warner y los Niners, llegar a este punto no es fácil. Los años que siguieron a la derrota en el Super Bowl han ofrecido evidencias abrumadoras de lo difícil que es regresar.

Ahora, los 49ers están de vuelta en el escenario más grande del juego. Como bonificación, tendrán otra oportunidad contra el entrenador en jefe Andy Reid, el quarterback Patrick Mahomes y esos Chiefs en el Super Bowl LVIII en el Allegiant Stadium. Aunque han pasado cuatro años, ha parecido mucho más tiempo para Bosa, quien dijo que "ha pasado mucho" desde el Super Bowl anterior.

Los 49ers sufrieron una temporada 2020 plagada de una avalancha de lesiones graves. Luego, un par de decepcionantes derrotas en el Juego por el Campeonato de la NFC en las temporadas del 2021 y 2022. Han tenido salidas difíciles de jugadores y entrenadores, y una serie interminable de preguntas sobre qué mariscal de campo podría llevarlos de regreso a la tierra prometida.

"Es muy difícil", sentenció el entrenador en jefe Kyle Shanahan. "Cuando llegas a enero cada año hasta febrero, es simplemente largo. Pero siempre lo sientes después, ya sea que pierdas el campeonato de la NFC, o ya sea que pierdas el Super Bowl. Pregúntale a cualquiera, ya sea uno de ellos, ya sean dos de ellos.

"Después de eso es como, 'Dios mío, eso tomó tanto y fue tan difícil llegar allí. ¿Cómo puedes hacer eso de nuevo?'".


LA RESPUESTA A la pregunta de cuál ha sido exactamente la parte más difícil de regresar al Super Bowl depende de a qué miembro de los 49ers le preguntes. Para Shanahan, es fácil: la temporada del 2020 en la que casi todo lo que podría salir mal, salió mal.

Como si la pandemia del COVID-19 que obligó a los equipos de la NFL a jugar en estadios vacíos y paralizó al mundo no fuera suficiente, la plantilla de los 49ers fue destrozada por las lesiones de Bosa, Kittle, el ala defensiva Dee Ford, el mariscal de campo Jimmy Garoppolo, el receptor abierto Deebo Samuel, el corredor Raheem Mostert y el esquinero Richard Sherman. Ese grupo jugó en 37 de 112 juegos posibles (33 por ciento).

Ese equipo perdió 161.6 juegos por lesiones, la segunda mayor cantidad de cualquier equipo en los últimos 20 años hasta ese momento, de acuerdo con la métrica de juegos perdidos ajustada de Football Outsiders (que también tomaba en cuenta a los jugadores que se perdían juegos por razones de COVID-19). Cuando llegó diciembre del 2020, los 49ers fueron golpeados con otro desafío, ya que el condado de Santa Clara los expulsó de sus instalaciones debido a las reglas de COVID-19 que prohibían temporalmente los deportes de contacto.

Esa decisión obligó a los Niners a trasladar todas sus operaciones a Glendale, Arizona, por el resto de la temporada, donde algunos jugadores alquilaron casas mientras que otros se quedaron en un hotel mientras concluían su temporada 6-10.

"Tuvimos que vivir en un hotel donde el COVID no parecía tan importante porque fuera de nuestras ventanas todo el estado estaba abierto", indicó Shanahan. "Pudimos verlo en un restaurante, en un cine y todos estaban afuera. Pero nos echaron de aquí porque no podíamos practicar fútbol americano al aire libre. Luego teníamos las reglas de la NFL que nos mantenía en un hotel por un mes donde no se nos permitía vernos unos a otros... Eran como celdas de cárcel agradables y nos dejaban salir al recreo".

La siguiente temporada baja llegó con un tipo diferente de drama, mientras que los 49ers buscaban su solución a largo plazo en la posición de quarterback después de que Garoppolo siguiera luchando con lesiones. Intercambiaron tres selecciones de primera ronda del draft con los Miami Dolphins para pasar del puesto N° 12 al N° 3 en el draft y utilizaron ese turno en el mariscal de campo Trey Lance.

Aunque los 49ers tenían la intención de mantener a Garoppolo como titular mientras Lance aprendía, Garoppolo nuevamente tuvo problemas de lesiones. Incluso con la mayoría de la plantilla saludable nuevamente, tuvieron dificultades en el inicio de la temporada y pasaron los últimos dos meses de la campaña tratando cada juego como si fueran los playoffs, clasificando a la postemporada gracias a una remontada de 17 puntos en la Semana 18 contra Los Angeles Rams que los llevó a un récord de 10-7.

Guiados por la destacada temporada de Samuel, los 49ers avanzaron a una revancha contra los Rams en el Juego por el Campeonato de la NFC y tomaron una ventaja de 10 puntos hasta el tercer cuarto antes de perder por tres, 20-17. La intercepción que dejó caer el profundo Jaquiski Tartt que podría haber ayudado a congelar el juego fue la imagen indeleble de esa derrota.

En el 2022, otro comienzo lento (3-4) se convirtió en una racha de 10 victorias consecutivas para cerrar la temporada en 13-4 con la corona de la NFC Oeste. En el camino, los 49ers adquirieron en canje al corredor Christian McCaffrey y soportaron múltiples cambios de mariscal de campo, ya que Lance quedó marginado debido a una lesión en el tobillo derecho en la Semana 2 y Garoppolo se fracturó el pie en la victoria de la Semana 13 sobre Miami.

A partir de ahí, el mariscal de campo novato Brock Purdy surgió como una de las historias más cautivadoras de la temporada, llevando a San Francisco al Juego por el Campeonato de la NFC contra los Philadelphia Eagles. Las lesiones de mariscales de campo habían sido la historia de la temporada de los 49ers hasta entonces, y volvieron a surgir ese día cuando Purdy se desgarró el ligamento colateral ulnar de su codo derecho (de lanzar) tras unas pocas jugadas en el partido. El suplente Josh Johnson también quedó fuera por una conmoción cerebral poco después y los 49ers cayeron 31-7 en un enfrentamiento en el que jugaron la mayor parte de la segunda mitad con un quarterback incapaz de lanzar el balón.

Según el tackle izquierdo Trent Williams, el mal sabor de boca de esas dos derrotas en el Partido por el Título de la NFC no desapareció, pero la urgencia por abrirse camino ha aumentado.

"Quieres recuperarlo todo en un día", expresó Williams. "Quieres ganar un campeonato el primer día de las actividades organizadas por el equipo. Pero debes tener paciencia y entender que esto es un maratón, no es una carrera corta. Necesitas un poco de suerte, pero en su mayor parte, todo se trata de estar enfocado, ser capaz de establecer un estándar y poder alcanzar ese estándar cada domingo".


ADEMÁS DE esas decepciones, los 49ers han tenido que descubrir cómo competir incluso cuando otros equipos les arrebatan algunos de sus mejores entrenadores y jugadores. Los coordinadores defensivos DeMeco Ryans (Houston Texans) y Robert Saleh (New York Jets), así como el coordinador ofensivo Mike McDaniel (Dolphins), todos partieron hacia trabajos de entrenador en jefe y se llevaron a otros miembros del personal de Shanahan con ellos.

Los 49ers también tomaron la difícil decisión de canjear al tackle defensivo DeForest Buckner con los Indianapolis Colts, observaron cómo jugadores clave como Mostert, el tackle defensivo D.J. Jones, el tackle derecho Mike McGlinchey y el guardia Laken Tomlinson se marcharon en la agencia libre y tuvieron que ajustarse por errores en el draft con Lance, quien fue canjeado en agosto, y el tackle defensivo Javon Kinlaw, la primera de sus dos selecciones de primera ronda en el 2020.

"Cada año es tan único", dijo Kittle. "Eso es lo que lo hace tan difícil... No puedes retener a todos; no puedes pagarles a todos. Tienes que llenar huecos, debes traer a nuevos chicos. Tienes que intentar mantener tu cultura.

"Hay tantas piezas intercambiables, y así que continuar ganando tantos juegos de temporada regular como lo hacemos, llegar a los playoffs, es muy difícil".

Nadie sabe mejor que estos 49ers lo difícil que es. San Francisco llega al Super Bowl tan saludable como se podría esperar y tiene más poder ofensivo que la última vez con las adiciones de McCaffrey, Williams y el receptor abierto Brandon Aiyuk (su segunda selección de primera ronda en el 2020), así como versiones más experimentadas de Kittle, Samuel y el fullback Kyle Juszczyk. Tienen ocho jugadores, incluidos siete titulares, que jugaron en el Super Bowl LIV y un quarterback --Purdy-- quien creen que puede marcar la diferencia esta vez.

Estos 49ers esperan que las pruebas que pasaron en su viaje de regreso a este Super Bowl hayan fortalecido su determinación para completar el trabajo y reclamar el sexto Trofeo Lombardi de la franquicia, un trofeo que no han ganado desde que vencieron a los San Diego Chargers en el Super Bowl XXIX después de la temporada de 1994.

"Tenemos que liquidarlo", sentenció el gerente general John Lynch. "Realmente nadie recuerda quién perdió en el Super Bowl. Si quieres ser recordado... aquí está tu oportunidad".