Omar Khan pensó fuera de la caja y buscó en la agencia libre respuestas a la posición de mariscal de campo
Diez ganados y siete perdidos fue el récord de Pittsburgh la temporada anterior, suficientemente bueno para llegar a postemporada, sin embargo, una vez que le ganaron a los Baltimore Ravens en la semana 18 se sabía que era muy difícil que el equipo pudiera destacar en playoffs, y así fue.
En el primer juego de eliminación en la ronda de comodín los Steelers perdieron en Buffalo 31-17 partido en el que, el entonces quarterback Mason Rudolph lanzó para dos pases de touchdown y una intercepción, dejando abiertas las mismas dudas que la afición ha tenido desde la salida de Ben Roethlisberger en 2021: ¿Quién será el quarterback?
El experimento Rudolph solo alcanzó para ser pasador reserva y los mismo para Mitch Trubisky. Pero estaba la ilusión de una joven promesa de la Universidad de Pittsburgh llamado Kenny Pickett quién fue seleccionado por los Steelers en la primera ronda del draft del 2022. Dos temporadas dejó muchas dudas y recientemente fue cambiando a Philadelfia.
En 24 juegos con Steelers, Pickett ganó 14 y perdió 10, lanzando para 13 touchdowns y 13 intercepciones, números que a ningún entrenador ni gerente general van a convencer. Pittsburgh estuvo en playoffs por muchas razones, pero ninguna de estas fue por la actuación de su quarterback.
Omar Khan, gerente general de esta gran franquicia lleva más de dos décadas en dicha organización y sabe perfectamente los atributos que se necesitan para lograr un jugador de impacto, tal como es su momento lo fue Roethlisberger. Y ahora Khan tomó un par de decisiones que son poco comunes para los Steelers: tomar QB de la agencia libre e ir por Russell Wilson, quién será titular, y por Justin Fields, un joven quarterback que ha sido el más presionado en su posición las últimas dos temporadas ya que en Chicago no lo ayudaron con la línea ofensiva así que es difícil, para mi gusto, evaluarlo, pero ha mostrado destellos de lo que es capaz de hacer en la NFL y lo mejor de todo es que prácticamente dieron nada a cambio. Movimientos con mucho potencial y poco que perder.
A Russell Wilson, que ha sido campeón de Super Bowl y nueve veces Pro Bowler le pagarán 1.21 millones de dólares mientras que los Broncos de Denver le pagarán 39 y por Justin Fields dieron una sexta ronda en 2025, misma que podría ser de cuarta ronda dependiendo cuánto juegue Fields la próxima temporada, aunque es importante enunciarlo ya: Russell Wilson va ser el titular mientras que Fields esperará su turno para más adelante.
Y si este equipo que estuvo en postemporada con lanzadores inestables, mi conclusión con Wilson a los mandos, es que pelearán la división y, porque no, más.
Cuentan con una gran defensiva liderada por T.J. Watt, uno de los mejores tres defensivos de la liga; acaba de llegar Patrick Queen, un excelente linebacker procedente de los Ravens; del lado ofensivo han mejorado mucho el juego terrestre con Najee Harris y Jaylen Warren que promediaron cerca de cinco yardas por acarreo; tienen a un buen receptor en George Pickens y, es importante resaltarlo, necesitan reforzar esa posición con un sólido número dos tras la salida de Diontae Johnson. Viene una buena camada de buenos receptores en el Draft y todavía hay buen talento en agencia libre y el ala cerrada Pat Freiermuth es de gran confianza para cualquier quarterback.
Así que me gusta mucho lo que están haciendo los Steelers. Existe el riesgo de que Wilson no haga click en este equipo, pero con Mike Tomlin al mando dudo que suceda.
El futuro a corto y mediano plazo de los Steelers es muy prometedor.