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¿Qué significa para los Giants el retiro de Darren Waller?

Todo lo que los Giants recibieron fueron 52 recepciones para 552 yardas y un touchdown en 12 encuentros del ala cerrada


EAST RUTHERFORD -- El canje por Darren Waller la temporada pareció un robo. Los New York Giants recibían un ala cerrada con calibre de Pro Bowl para complementar al quarterback Daniel Jones, por solo un turno de tercera ronda.

Pareció ser la solución perfecta para un equipo que venía de una aparición de playoffs --y triunfo en la Ronda de Comodines--, pero todavía necesitado de armas además del del corredor Saquon Barkley, incluso si llegaba con algo de riesgo. Waller llegó con temas de lesiones y confiabilidad, pero el gerente general Joe Schoen decidió que valía la pena el riesgo.

Apenas un año más tarde, el canje luce como un robo para Las Vegas Raiders. Los Giants pagaron ese turno de tercera ronda que llegó gracias al traspaso de Kadarius Toney a los Kansas City Chiefs.

Waller aportó a los Giants apenas arriba de 500 yardas y un touchdown, antes de que se le informara al equipo de su retiro, dijo una fuente a ESPN el domingo.

Los Giants adquirieron a Waller para que se convirtiera en el blanco principal del juego aéreo. Era la mejor solución en un momento difícil después de que la organización había firmado a Jones a una extensión de cuatro años y 160 millones de dólares. Ellos necesitaban algo en el corto plazo para apoyar a su recién recompensado quarterback, y el mercado de receptores abiertos de primera línea no era robusto.

"Acuerdas un pacto con Daniel y ves cómo está estructurado, entonces tratas de acelerar el proceso y darle una oportunidad de éxito", declaró Schoen a inicios del año, luego de sumar a receptores veteranos como Waller y Parris Campbell el año pasado.

En teoría, tiene sentido. Jones estaba en otro periodo a prueba por dos años después de la mejor campaña de su vida, y un sano Waller, en resurgimiento, podía ayudar. El ala cerrada de Pro Bowl superó en dos ocasiones las 1,000 yardas, y los Giants necesitaba de eso para ayudar a Barkley.

Pero, Waller también llegó con riesgo tremendo.

Jugó más de 12 partidos solo dos veces en nueve temporadas profesionales repartidas entre los Giants, Raiders y Baltimore Ravens por una variedad de razones, incluyendo lesiones y suspensiones. Recientemente, habían sido lesiones. Se retira ahora después de un año pedestre lleno de lesiones en New York en que se mantuvo toda la primavera alejado del club para tomarse el tiempo de tomar su decisión.

Los Giants sabían al final de la pasada temporada que Waller estaba contemplando en retiro, y estaban operando bajo la premisa de que no regresaba. Seleccionaron a un ala cerrada, Theo Johnson, en la cuarta ronda, firmando a otros dos, Chris Manhertz y Jack Stoll, en agencia libre.

Daniel Bellinger regresará al rol que tenía antes de la llegada de Waller, y parece que se esperará más de Johnson y del ex receptor abierto Lawrence Cager en un rol de especialistas en recepciones. Johnson y Cager están entre aquellos que han recibido oportunidades con el primer equipo en la primavera.

Pero, la mayor parte de la carga podría recaer sobre Malik Nabers, recluta N° 6 global para los Giants en el pasado draft.

Para que los Giants tengan cualquier oportunidad de evolucionar hasta convertirse en, al menos, una ofensiva promedio --finalizaron en el puesto N° 29 la temporada pasada--, van a requerir a un receptor abierto N° 1 de inmediato. No existe elenco de apoyo para que otro veterano le quite presión al novato procedente de LSU.

El receptor abierto Darius Slayton y el corredor Devin Singletary ya han probado ser jugadores de NFL de calidad. Los receptores abiertos Jalin Hyatt y Wan'Dale Robinson tienen el potencial de llegar ahí, también. Pero, ninguno de ellos es la clase de jugador que se adueña de los partidos.

Waller lo fue, alguna vez. Los Giants esperaban eso, incluso si fuera solo por momentos. Tenía 30 años de edad al momento del canje, y estaba bajo contrato por tres años más.

Schoen & Cía. claramente esperaban que se cumplieran al menos dos, porque movieron dinero a la parte final de su contrato, esperando que formara parte de su futuro. Los Giants obtienen 11.9 millones de dólares en espacio bajo el tope salarial de este año, pero sus impactos por dinero muerto totalizan 6.6 millones de dólares, este año y el siguiente.

En lugar de una contribución multianual, todo lo que los Giants recibieron fueron 52 recepciones para 552 yardas y un touchdown en 12 encuentros. Sufrió la temporada con una lesión en el tendón de la corva, que al final fue la causa de su salida de los Raiders.

"Las cosas no funcionaron el año pasado, solo con base en la salud", manifestó después del canje el propietario de Las Vegas, Mark Davis. "Ustedes saben, no recibimos en realidad el Darren Waller que nos podía haber ayudado más".

Quizás, los Giants debieron haber prestado más atención. Waller admitió verse frustrado por los problemas de tendón de la corva el año pasado. Pasó la primavera concentrándose en su música y cuestionando su deseo de jugar.

Eso deja a los Giants sin las mejores dos armas del año pasado --Barkley y Waller--, colocando todavía más presionó sobre Schoen y el head coach Brian Daboll.