Intercepciones del quarterback veterano han contribuido a que la franquicia neoyorquina sume cuatro derrotas consecutivas
Perdedores de cuatro partidos consecutivos, los New York Jets están "en la hoguera", de acuerdo con el quarterback Aaron Rodgers. Y, cree que él debe rescatarlos.
Rodgers, en su aparición semanal para "The Pat McAfee Show", manifestó este martes que los Jets están "jugando con demasiada ira y no suficiente diversión". El cuatro veces Jugador Más Valioso, cuyo liderazgo fue cuestionado por analistas luego de sus recientes comentarios criticando a su compañero Mike Williams, dijo que estará enfocado esta semana en cambiar la actitud del equipo.
"El poder de la creencia es una bola de nieve que puede comenzar una avalancha, y pienso que es lo que necesitamos", comentó Rodgers. "Comienza conmigo. Debo aportar la energía adecuada cada día, y especialmente en los días de juego.
"Siento que hemos estado sueltos, hemos tenido buenas prácticas, pero por la razón que sea, existe cierta tensión en el día de juego, y creo que eso comienza conmigo... Necesito ser un gran líder".
Los Jets (2-5) saldrán de gira este domingo para enfrentar a los New England Patriots (1-6). Luego de la derrota del domingo por la noche por 37-15 ante los Pittsburgh Steelers, Rodgers generó polémica al mencionar que el equipo estaba desinflado durante el partido y de nuevo durante el medio tiempo. Podría haber contribuido a ello con una intercepción que cambio el momento hacia el final del segundo cuarto, una "intercepción muy mie---", según la describió él mismo.
"Solo necesitamos divertirnos más, sonreír un poco más para disfrutarnos unos a otros", explicó. "Es divertido cuando ganas, por supuesto, pero pienso que hay modos de sacarte la presión y debe comenzar conmigo esta semana, con mi energía y mi actitud.
"Estaba decepcionado no solamente por la [intercepción], pero un par de pases más que desearía tener de regreso. Pero, solo debemos responder a la adversidad de mejor manera, y comienza conmigo, y debo liderar el camino con eso".
Rodgers, de 40 años de edad, está posiblemente en el peor arranque de temporada de su carrera. Ya ha sido interceptado en siete ocasiones, la mayor cantidad para siete partidos desde el 2010. En aquel año, su tercero como titular para los Green Bay Packers, había lanzado nueve intercepciones en ese lapso.
Los Jets, en 0-2 desde el despido de Robert Saleh como head coach, están cerca de quedar fuera de competencia. Su última victoria ocurrió ante los Patriots --por 24-3 en la Semana 3--. El head coach interino Jeff Ulbrich declaró que "están forzando un poco" los jugadores, incluyendo a Rodgers.
"Solo pienso que es un ser humano y compañero tan increíble, y siente una obligación grande con el equipo en el vestidor", compartió Ulbrich el lunes. "Eso nos puede sacar un poco de nuestra zona, en ocasiones, incluyéndome a mí".
Rodgers habló puros elogios para Ulbrich, pero evidentemente cree que el equipo juega tenso y no maneja bien la adversidad. Y presionado, también. Antes de Pittsburgh, los Jets sucumbieron en tres partidos cerrados en fila. De hecho, tuvieron la posibilidad de sacar un triunfo en la posesión final de cada uno de esos juegos. Dos de ellas culminaron en intercepciones en pases dirigidos a Williams.
Luego de un tropiezo del 14 de octubre frente a los Buffalo Bills, Rodgers arremetió contra Williams por correr la ruta equivocada. Es inusual para un quarterback criticar públicamente a un jugador. Williams, quien podría ser considerado descartable con la llegada de Davante Adams, insistió en que no se vio irritado por ello.
Ahora, Rodgers desea ponerse el blanco en su espalda, y la de la ofensiva. Considerada desde hace tiempo una organización defensiva --contó con defensivas del Top-5 en las dos últimas temporadas-- Rodgers señaló que es tiempo de un cambio.
"Pienso que necesitamos ajustar esa mentalidad", notó el quarterback. "En lugar de, 'Ey, vamos a jugar', es, 'Ey, vamos a ganar este partido a la ofensiva'. Y, sé que parece algo pequeño o trivial, pero la mentalidad es todo".